Estado Y Mercado

El poder, a través de una estructura estable, leyes, organizaciones limita las modalidades de resistencia de los ciudadanos para garantizar la estabilidad de sus mecanismos. De estas ciertas reglas que ejerce el poder sobre los gobernados no se garantiza la obediencia de éstas. Si e poder no esta resuelto a forzar la obediencia, desaparecerá, de esto surge la obligación: en donde el Estado crea ciertas instituciones u organismos encargados de regir y hacer cumplir las reglas ya establecidas para una convivencia pacifica..

Estos dispositivos creados por el Estado van en contra de la muerte, sin dejar de lado el actuar del poder siendo agresivos y duros o suaves y manipuladores de esto depende que la comunidad logre sobrevivir.

“El Estado es el instrumento que tiene el monopolio de la violencia”, de él depende regir las diferentes normas para calmar la violencia de la naturaleza humana, el orden de la naturaleza encarna la violencia y la barbarie, y el Estado representa los instrumentos destinados para poner fin a esta violencia.

El conjunto de los medios de presión, destrucción, construcción, que la voluntad e inteligencia políticas instruyen para contener a otras fuerzas, constituyo la fuerza del Estado, de allí viene lo que Rousseau decía: “el mas fuerte jamás es lo suficientemente fuerte para ser siempre amo, si no transforma su fuerza en derecho y la obediencia en deber”. EL poder supone jerarquía y evoca un orden: el de la subordinación. Ordenar implica una administración y una organización estructuradas, también implica una sanción o una recompensa.

La violencia política solo se desarrolla en las sociedades que ya conocen una tradición de violencia privada, la angustia de los pueblos prepara su violencia. Las maniobras de intimidación, la liquidación física de los adversarios y de sus partidarios, las escenas de linchamiento, la extrema degeneración de las costumbres políticas y su violencia son características de nuestra sociedad mexicana actual.

A la violencia de los delincuentes se puede oponer la violencia del Estado. Esto supone que la mayoría de la población apoye a su gobierno y que no exista una fuerza armada opositora. Sin estas dos condiciones, el Estado esta desarmado.

La sola injusticia social no basta para explicar la violencia. La acción viene de los que tienen apetito por el poder y la riqueza, y que utilizan todos los medios para lograr sus propósitos, buscan la riqueza para controlar el Estado, alcanzando así el poder verdadero.

En México vivimos una crisis de valores cívicos y sobretodo religiosos, de angustias individuales y colectivas, y de corrupción; el mismo ejercito ah abandonado los ideales cívicos. Esta es la imagen de un régimen que se muere, y con el , la clase que ha construido la republica.

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