Fundamentos Teoricos De La Modernidad
Enviado por NACHU • 23 de Mayo de 2013 • 1.732 Palabras (7 Páginas) • 781 Visitas
1- Hacer un cuadro comparativo de las ideas principales sobre la modernidad de los autores trabajados.
Diferenciar los rasgos de la modernidad, nos permite tener una comprensión más pulida de los procesos que se fueron sucediendo desde su inicio. Podemos visualizar una modernidad eurocéntrica que ha sido impuesta hegemónicamente de forma excluyente de otra modernidad que nos identifica tanto cultural como psíquicamente. Ésta última, surgida paralelamente a la anterior, distinta y más representativa en cuanto a legado cultural de nuestro espacio/tiempo. Por otra parte una modernidad en permanente conflicto origina muchas modernidades y otras tantas lecturas o interpretaciones sobre el tema.
Modernidad que ha pasado por distintas etapas: revoluciones político-sociales, industrialización, grandes pensadores que han contribuido en su evolución y comprensión (Rousseau, Nietzche, Marx, Kant, Marcuse, Freud, Hegel, Weber, Foucault, etc.), periodos acriticos, rechazo de sus tradiciones, separación del hombre de la naturaleza, ritmo vertiginoso, estructuralismo, fragmentación, en síntesis, éste ha sido un periodo contradictorio y cambiante que como expuso O. Paz “… no puede volver a sus principios y así, recobrar sus poderes de renovación”. Pueden reconocerse dentro de ella muchas modernidades. (M. Bermann)
El estudio de la historia es el estudio de las epistemes. En el transcurso de la modernidad se estableció el pasaje de una episteme clásica a una moderna, hecho que produjo un reordenamiento en la agrupación discursiva. (M. Foucault.)
Existe, a partir del descubrimiento de América, una modernidad eurocéntrica y hegemónica que se centra en el capitalismo colonial para constituir un patrón de poder mundial, produciendo una distinción racial (hasta entonces inexistente) que establece una supuesta superioridad, generando y fortaleciendo un vinculo “dominador-dominado”, concentrando y ejerciendo el control de la cultura y el conocimiento, despojando a los colonizados-dominados de su herencia intelectual.
Erigiéndose como especie superior, los europeos se autoproclaman la cuna de la modernidad fundamentándose en ideas de avanzada, racionalidad-científica, laico, secular. Sabemos que estas mismas características se produjeron en forma simultánea en otras culturas que estaban en igualdad de condiciones hasta su llegada, pero se las descalifico argumentando que eran seres inferiores.
Consolidaron un poder capitalista basado en la explotación del territorio colonizado y en la destrucción sistemática y paulatina, tanto de las tradiciones, conocimientos y religión como así de los colonizados. Los nativos del norte del continente, que fue colonia británica, fueron brutalmente suprimidos e impuesta la cultura dominante alineándose luego al poder hegemónico de turno. Distinta es la historia de la América Latina, en donde se produjo un mestizaje y se creo una nueva cultura.
Cultura con tradiciones ancestrales pero sumando modos y costumbres que le eran ajenas e impuestas por el poder dominante.
Esta modernidad americana, en contacto permanente del individuo con la naturaleza, en constante transformación pero nutriéndose de sus conocimientos y tradición cultural, ha debido adaptarse y readaptarse sucesivamente y en forma contradictoria en una visión dualista que no sabe que hacer con la cuestión de la totalidad. Colonialismo cultural que a pesar del paso del tiempo y de la democratización de las naciones-estado subsiste actualmente, fracasadas las revoluciones que pretendían la descolonización de nuestra cultura. Es imposible reconocernos mirándonos en un espejo eurocéntrico donde nuestra imagen es siempre distorsionada. Como dice A. Quijano: “…Es tiempo, en fin, de dejar de ser lo que no somos”. (A. Quijano)
Es aquí donde surgen las dudas ¿quiénes somos? Extraña amalgama de culturas y etnias que habitan un espacio/tiempo, difícil de definir gracias a las emigraciones pasadas y las migraciones recientes, qué es ser latinoamericano y cuál es nuestro lugar en un mundo moderno y globalizado, intensamente complejo y diversificado. Preguntas que aún no tienen respuestas. (N. García Canclini)
El ritmo vertiginoso en el que nos sumerge el progreso de la modernidad, hace parecer que el tiempo ha cambiado, podemos hablar de un tiempo natural (histórico) y de un tiempo nuevo en búsqueda constante de la perfectibilidad. Todo parece suceder en forma acelerada y la conjunción experiencia-expectativa altera su significado transformando el pasado y el futuro en presente. (R. Koselleck)
En el texto de Koselleck se sitúa la confrontación entre pasado y futuro, entre experiencia y expectativa. Presenta las categorías espacio de experiencia y horizonte de expectativas en el marco de una semántica de los tiempos históricos, indican la relación interna entre pasado y futuro de forma dialéctica: “no se puede tener un miembro sin el otro. No hay expectativa sin experiencia, no hay experiencia sin expectativa" . Ambos conceptos coordinan el pasado y el futuro en el presente. Las experiencias vividas colectivamente impactan en forma diferente de acuerdo a las edades, por lo que Koselleck prefiere hablar de unidades generacionales políticas como confrontación pasado y futuro. Es la tensión entre ruptura y continuidad, entre experiencia y expectativa, lo que permite explicar el cambio histórico. Koselleck muestra el valor de estas categorías en el análisis de la modernidad entendiéndola
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