Galindo Leal
Enviado por alfredojimenez • 23 de Abril de 2012 • 5.053 Palabras (21 Páginas) • 542 Visitas
Actualmente la humanidad atraviesa por dos fuertes cambios de suma importancia global: Una crisis atmosférica que involucra principalmente la pérdida de la capa de ozono (Benedick, 1991) y el sobrecalentamiento de la tierra debido al efecto invernadero (IPCC, 1992; Schneider, 1989), y una crisis biológica, también conocida como crisis de la extinción o de la pérdida de la biodiversidad (Soule, 1986; Ehrlich, 1988; Western, 1992).
La humanidad ha pasado antes por situaciones algo similares. La llegada del hombre al continente americano, el último continente colonizado, coincidió con un cambio global de clima (la última glaciación) y con una pérdida de diversidad considerable: la extinción de la mega fauna (Martin y Klein, 1984; Diamond, 1989; Galindo-Leal, 1997a). Numerosas especies fueron presa principal de los pioneros en el nuevo continente. Tanto el cambio climático como la presión de cacería se consideran responsables de la extinción de la gran mayoría de estas especies (Diamond, 1992).Actualmente, sin embargo, a diferencia de crisis anteriores, tanto la crisis atmosférica como la de la biodiversidad se deben directamente a nuestras propias actividades y su paso es mucho más acelerado (Vitousek etal., 1986).
La razón de las crisis actuales no es difícil de explicar. Básicamente resultan del metabolismo de la especie humana, que en su forma más simple se resume en cuántos somos y cuánto consumimos (Ehrlich y Ehrlich, 1990; Ehrlich, 1997). En los pasados 90 años, la población humana se triplicó aumentando de 1,7mil millones a aproximadamente 6 mil millones. Desde los años 60 la población se duplicó y seguirá aumentando, estimándose que para el año 2050 habrá entre 7,7 y11, 2 mil millones de seres humanos en el planeta (Ehrlich, 1997; UNPD, 1998). Las consecuencias del tamaño poblacional no son directamente proporcionales, ya que el consumo de recursos y sus consecuencias ambientales por parte de los países desarrollados son considerablemente más pronunciados que en los demás países (Hall et al., 1995).
La Crisis Biológica en Latinoamérica: Pérdida de Opciones Para el Desarrollo:
Si bien la pérdida de biodiversidad es un fenómeno global, entre el60 y 70% de la biodiversidad se encuentra solamente en 12 ó 14 países, y casi la mitad de éstos están en Latinoamérica. La localización geográfica, el relieve y la historia de estos países han permitido el desarrollo de una riqueza impresionante de especies de flora y fauna (Myers, 1988; 1991; Mittersmeier y Wener, 1990). A la par de la diversidad biológica, en estos países existe una gran diversidad cultural con una maravillosa herencia de conocimiento tradicional de la biodiversidad (Toledo etal., 1995; Wilcox y Duin, 1996; Mittermeier et al., 1999). No es coincidencia que aquí se encuentren los centros de domesticación (y por lo tanto de diversidad genética) del maíz, frijol, papa, chile, tabaco, amaranto, cacao, tomate, aguacate, pimienta, papaya, hule, vainilla, etc. (Smithet al., 1992). La unión de estos dos factores, riqueza biológica y riqueza cultural, hace que estos países latinoamericanos tengan una importancia estratégica en la conservación de la biodiversidad a nivel mundial y por lo tanto una gran relevancia y responsabilidad ante el futuro de la humanidad.
A su vez, Latinoamérica presenta los niveles más altos de deforestación en el mundo (Dourojeanni, 1999; Clarke, 1999). La doble riqueza biológica y cultural no ha beneficiado al continente sino, por el contrario, ha sido aprovechada principalmente por la estrecha asociación entre las clases gobernantes y los intereses internacionales predominantes desde la conquista. Las causas de la crisis biológica en el continente están asociadas a una complicada red que incluye la extrema pobreza resultado de la desigualdad social, la ignorancia y la historia de sobrexplotación de recursos naturales propiciada por intereses económicos nacionales e internacionales (Galeano, 1987; Vandermeer y Perfecto, 1995;Green, 1997; Clarke, 1999). Además, la mayoría de los países latinoamericanos aún mantienen altas tasas de crecimiento poblacional, con grandes demandas sobre el medio ambiente. Con excepción de Brasil, los países mega diversos tienen tasas de entre 2y 2,9% anuales comparadas con tasas de menos de 1% en por ejemplo, Estados Unidos, Canadá y Cuba. Las proyecciones para el año 2050 pronostican grandes aumentos de población en Guatemala y El Salvador, actualmente presentan problemas ambientales graves (Myers, 1996).
Paradójicamente, los países latinoamericanos dependen substancialmente de sistemas ecológicos saludables para su propio desarrollo y futuro económico (Myers, 1996; Green, 1997). El reemplazo de bosques y selvas por zonas agrícolas y ganaderas, la pérdida de suelo, azolve de presas debido a la erosión, la contaminación, etc., reducen la capacidad de los ecosistemas de proporcionar los servicios que siempre hemos tomado por gratuitos (Daily, 1997). Estos servicios, incluyendo generación y renovación del suelo, purificación de agua y aire, mitigación de sequías e inundaciones, destoxificación y descomposición de deshechos, polinización de plantas cultivadas y no cultivadas, etc., son responsables de los niveles de productividad y estabilidad de los sistemas que mantienen las economías nacionales en Latinoamérica (Keipi, 1999).
A pesar de la importancia estratégica de Latinoamérica en estos aspectos ambientales, el tema ambiental apenas está siendo tomado en cuenta. En consecuencia nos enfrentamos a problemas ambientales en sistemas biológicos mucho más diversos y complejos que en países desarrollados y carecemos de un ejército de profesionales preparados para combatirlos.
Los argumentos para fomentar la conservación son muy variados, incluyendo desde los económicos hasta los religiosos, pasando por ecológicos, estéticos, éticos, etc. (Dorst, 1972; Myers, 1983; Ceballos y Galindo, 1984; Ehrlichy Ehlrich, 1992). Actualmente la principal razón para impulsar la conservación en Latinoamérica es que el desarrollo sostenible incluye la conservación del recurso como requerimiento indispensable de gestión eficiente para asegurar su sostenibilidad. Nuestras principales actividades productivas dependen directamente de los sistemas ecológicos y viceversa, lo cual se ha hecho evidente en los desastres ambientales provocados por el sinergismo de eventos naturales (huracanes, lluvias, sequías) y la deforestación, sucedidos recientemente en Centro América, México y Venezuela (Clarke, 1999; Nash, 2000).
La conservación es el mantenimiento de la diversidad biológica nativa a largo plazo. Las pérdidas biológicas tienen sus raíces en problemas sociales, económicos y políticos. La biología de la conservación proporciona herramientas técnicas para entender los sistemas ecológicos
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