Gestión del manejo de los recursos sólidos en Colombia

Gestión del manejo de los recursos sólidos en Colombia

“La contaminación nunca debería ser el precio de la prosperidad’.

• Al Gore

Colombia, como muchos otros países de América Latina, ha sufrido en los últimos años un incremento significativo en la generación de residuos sólidos, a raíz de la gran productividad empresarial, domestica, comercial, institucional y organizacional. Por esta razón, en nuestro país se han implementado estrategias que busquen afrontar esta problemática, mediante la estructuración de procesos y acciones para la prevención, corrección, mitigación, transporte, aprovechamiento, tratamiento y disposición apropiada de residuos sólidos.

Así mismo, con la vinculación y desarrollo de actividades que permitan un adecuado manejo de los mismos, contribuyendo a mejorar la calidad ambiental, promover el cuidado de la salud y el entorno ambiental de la sociedad.

Los datos sobre los residuos sólidos a nivel mundial, datan de hace unos 4.000 millones de años, pero no fue hasta el desarrollo de la sociedad moderna, que surgió como una problemática a nivel de salud, que se agrava año tras año. Ante esto, es fundamental analizar los diferentes factores asociados y que han incrementado dicha situación, como el crecimiento demográfico, el desarrollo no planificado e ineficaz del sector industrial y/o empresarial, las mejoras de los niveles de consumo, entre otros han incrementado la generación de residuos en pueblos y ciudades.

Es así como la presidencia de la República de Colombia, a través del decreto 1505 de 2003, en su artículo 2º, estableció: “los Municipios y Distritos, deberán elaborar y mantener actualizado un Plan Municipal o Distrital para la Gestión Integral de Residuos o Desechos Sólidos en el ámbito local y/o regional según el caso, en el marco de la política para la Gestión Integral de los Residuos, el cual será enviado a las autoridades ambientales competentes, para su conocimiento, control y seguimiento”; con el fin de permitir un manejo integral de los residuos sólidos, y los materiales recuperados y reincorporados al ciclo económico y productivo de forma eficiente, por medio de la reutilización, el reciclaje, la incineración con fines de generación de energía, el compostaje o cualquier otra modalidad que conlleve beneficios sanitarios, ambientales, sociales y/o económicos. ^[1]

A nivel mundial, los residuos sólidos generan cada día impactos ambientales casi irremediables; por su incorrecta disposición sumada al aumento, y el incremento poblacional, económico, industrial y los diferentes hábitos de consumo nocivo. Se ha podido comprobar, que el mal manejo de los residuos sólidos, representa una de las mayores problemáticas que hoy enfrenta la sociedad, y que afecta directamente la calidad de vida de los individuos y el medio ambiente.

La revista online El Nuevo Siglo, en su columna ‘Ambiente y Ciencia’ dio a conocer el estado crítico en que se encuentran los ecosistemas colombianos; en este artículo, fueron revelados diez datos preocupantes que alertan sobre la fuerte contaminación y el daño ambiental que sufre nuestro país basados en los informes del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) durante el año 2017, entre los que se encuentran casos de deforestación con el 70% de la extinción de la vida vegetal, desertificación en el 40% del suelo, pérdida de páramos, extinción animal, erosión costera con cerca de 86 puntos críticos afectados, escasez de agua y fuertes temperaturas, entre otros. ^[2]

Para Colombia y otros países de América Latina, la conservación del medio ambiente pasa a un segundo plano frente al gran número de necesidades básicas existentes, por lo que en la mayoría de estos países los recursos y esfuerzos destinados a la gestión de residuos sólidos es mínimo; lo que genera que los procesos de recolección, tratamiento, aprovechamiento y disposición final no sean adecuadas y por lo tanto tengan consecuencias más grandes. ^[3]

Aunque también en algunos de estos países, especialmente en Colombia, se han promovido planes de recuperación y manejo de residuos (PMIRS) logrando la tasa más alta de reciclaje de papel y cartón en América Latina con 57 toneladas recicladas por cada 100 producidas. ^[4]

En 2012, el Banco Mundial en su informe “What a Waste” estima para el año 2025, un aumento considerable de los residuos sólidos entre 1,3 y 2,2 mil millones de toneladas por año. Así mismo, afirma una poca destinación de los recursos a la recolección de residuos por parte de los países de bajos ingresos, en comparación con aquellos cuyos ingresos son más altos.^[5]

La gestión de los residuos sólidos generados a través de las diferentes actividades constituye el reto más importante para los diferentes entes dirigidos hacia la preservación del medio ambiente, que buscan una solución efectiva para minimizar el impacto producido en el ambiente. ^[6]

El manejo indiscriminado de los desechos sólidos está limitado por los servicios de recolección y transferencia, desde su generación hasta la  disposición final; servicios que se caracterizan por ser deficientes, irregulares, carentes de criterios técnicos.

Más aún, se debe tener en cuenta como un aspecto fundamental los intereses económicos y medioambientales que buscan sustentar el reciclaje, la utilización de materiales como fuente de energía y materias primas, a fin de preservar  racionalizar el uso de los recursos naturales.

Por tanto, el desafío para el futuro es, equilibrar el desarrollo económico y social, con la preservación del medio ambiente; en este sentido, son prioritarias todas las actividades dispuestas para el desarrollo sostenible.

En Colombia, el 80% de los residuos son vertidos en basureros a cielo abierto, convirtiéndose en agentes contaminantes, que afectan la salud de la población y por ende su calidad de vida; mientras, el otro 20% es destinado a la quema para la producción de electricidad, contaminando la atmósfera. ^[7]

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