INTEGRACIÓN FAMILIAR

CAPITULO I

JUSTIFICACIÓN

Contextualización del Problema

En términos generales, las relaciones sexuales o la conducta sexual humana ha estado presente durante la evolución histórica del ser humano, en vista que hace miles de años y según las creencias religiosas, las mujeres se apareaban con los hombres que creían que eran los más fuertes y los mas jóvenes; sin embargo otras culturas se apareaban con los hombres de mayor edad porque ya tenían la experiencia necesaria; en consecuencia el acto sexual ha existido entre los seres humanos desde el comienzo de la humanidad.

En la actualidad, contar con una buena salud sexual es tan significativo como comer sano y balanceado, en vista el acto sexual aporta diversos beneficios al organismo. Al respecto Febres (2012:02) afirma que entre las ventajas inmediatas que genera el acto sexual se encuentran “el buen sentido del humor, brillo y mejor aspecto en la piel, hasta las que se consiguen a largo plazo, como evitar sufrir de enfermedades coronarias, aliviar de dolores y más”. En otras palabras, esta acción es un proceso sencillo e importante en el ser humano.

Sin embrago, las prácticas sexuales irresponsables, en la mayoría de los casos genera ciertas consecuencias que arriesgan la salud de las personas, entre ellas Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), las cuales representan mundialmente, un serio problema, tanto en términos de salud como económicos y sociales. Al respecto la Organización Mundial de la Salud (2010:08) afirma que “en el mundo se presentan cada año cerca de 340 millones de casos nuevos de ITS curables y que por lo menos un millón de contagios ocurren cada día”. Aunado a ello, el mismo autor recalca que los y las adolescentes representan alrededor del 20% de la población afectada estimándose, que el 80% de las personas con el Síndrome de Inmunodeficiencia Deficiencia Adquirida (SIDA), tienen entre 20 y 30 años, lo que significa que contrajeron esta enfermedad en la adolescencia.

Así mismo, esta lamentable situación se observa comúnmente en los y las adolescentes, además de los jóvenes, en vista que ellos poseen características propias relacionadas con la falta de control de los impulsos, la ambivalencia emocional, los cambios emotivos y de la conducta, además que su maduración sexual, cada vez más temprana, los lleva a la búsqueda de las relaciones sexuales como inicio de su vida sexual activa. En tal sentido, estas características los condicionan a mantener comportamientos arriesgados y los expone a ser víctimas comunes de las ITS, lo cual se agrava por la falta de conocimientos reales acerca de éstas.

Según Potenziani y otros (2009:26) expresan que entre las ITS mas alarmantes registradas en Venezuela, desde el 1993 hasta 1996 “fue el SIDA notificados 966 casos en (1993), 1003 en (1994), 746 en (1995) y 226 en (1996) con un total acumulado de 2.941 casos, donde el grupo de edad de mayor riesgo es de 20 a 49 años”. Es importante mencionar como el incremento de estas infecciones va aparejado a diferentes factores que han contribuido a su ascenso, entre los que se destacan, cambios en el comportamiento sexual y social debidos a la urbanización, industrialización y facilidades de viajes, los cambios en la mentalidad referente a la virginidad, la tendencia actual a una mayor precocidad y promiscuidad sexual aparejado a una menarquia cada vez más temprana y a patrones de machismo que imperan en algunos países del mundo.

En la actualidad, estas infecciones están en franco aumento en particular entre la gente joven que conforma el grupo de 13 a 25 años. De hecho podría considerarse que entre los jóvenes se ha desatado una especie de epidemia de Infecciones Transmisión Sexual. En parte porque en las últimas décadas la edad de inicio sexual se ha adelantado y, por consiguiente, ha aumentado el número de parejas sexuales que las personas tienen a lo largo de su vida. Aunado a ello, Potenziani y otros (2009:32) afirman “en la actualidad existe una tendencia al inicio de las relaciones sexuales a edades más temprana”. En otras palabras las relaciones sexuales se inician durante la adolescencia.

El Estado Trujillo actualmente, tampoco escapa ante esta lamentable situación, según la doctora Terán (2012), Coordinadora Estadal SIDA/ITS y Venereóloga de Fundasalud, manifiesta lo siguiente:

“Se considera a los y las adolescentes del Estado Trujillo como una población de alto riesgo para contraer la infección de transmisión sexual, debido a que en ellos se conjugan una serie de factores de que promueven las conductas de alto riesgo, muchas de ellas inherentes a su propia condición de jóvenes y reforzadas por una sociedad poco contingente para el desarrollo saludable de los adolescentes”. (p:14)

Por lo tanto, el trabajador social requiere la realización de ciertas actividades, a través de métodos, técnicas y procedimientos operativos que estén a su disposición y alcance, a fin de concientizar a las comunidades con relación al tema de las ITS debido a que es un problema de salud publica. Además de ello, los profesionales del trabajo social, actúa como agente socializador entre ciudadanía y busca el protagonismo entre varios sectores, prestando la colaboración posible en la superación del problema que se presenta.

En este mismo orden de ideas y a raíz de la importancia que tiene el tema de las ITS, el equipo de investigación procedió a realizar algunas visitas a dos instituciones, para indagar acerca de la prevalencia de las ITS siendo ellas: Ambulatorio Andrés Bello, de la Misión Barrio Adentro, ubicado en Trujillo, Parroquia Cristóbal Mendoza, Sector Cristóbal Mendoza, donde les fue negada todo tipo de investigación, por ser trabajadores cubanos, ya que, alegaron no tener autorización de los despachos superiores para suministrar información inherentes a la institución.

Posteriormente se visitó el Centro de Residencia Supervisada (CRS) “Prof. José Antonio Carreño”, ubicado en Trujillo, Parroquia Cristóbal Mendoza, Sector Santa Rosa, quedando seleccionada para realizar la investigación. Referente a la entrevista realizada a la Abg. Diana Fernández, Delegada de Prueba, quien es trabajadora del (C.R.S.), nos atendió con amabilidad y cortesía, en el transcurso de la conversación con dicha funcionaria se pudo detectar que existe una población de jóvenes y adultos (ambos sexos) privados de libertad (penados); con matrícula 220 personas que gozan del régimen abierto, evidenciándose las siguientes debilidades: consumo de estupefacientes y sicotrópicos, higiene mental; inseguridad; rechazo social; insuficiencia de psicólogos; servicio odontológico; falta de orientación en cuanto a drogadicción, alcoholismo, tabaquismo, infecciones de transmisión

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