Informe - El canon Literario Un debate abierto
Enviado por daniscorio • 7 de Abril de 2022 • Informe • 1.148 Palabras (5 Páginas) • 282 Visitas
Nazaret Fernández Auzmendi
El canon literario: Un debate abierto
2008
Diálogo literario
22 páginas
José María Merino planteó en La glorieta de los fugitivos (2007) una polémica compartida por muchos estudiosos: un canon «amenazante» y que, en un ingenioso juego de palabras, se apropia de una noción habitual en el ámbito artístico: la noción de gusto.
¿Cómo y quién determina la calidad literaria? El juicio crítico del gusto es lo más complicado de desligar, ya que predomina una subjetividad importante, además de eso, es definido como «la facultad de apreciar o sentir lo bello o lo feo» ( D R A E ). Pozuelo nos recuerda además que «los valores estéticos son cambiantes, movedizos y fluctúan en función del periodo histórico en el que nos encontremos» (Pozuelo, 1996, p. 4)
Se incita replantear cuestionamientos desde una perspectiva critica. Además, toma en cuenta la falta de inclusividad hacia los colectivos minoritarios. Entre ellos se encuentran los estudios postcoloniales, multiculturales, feministas o neohistoricistas. Harold Bloom los ha bautizado como «Escuela del resentimiento».
¿Qué convierte a una obra en clásico ?, ¿de qué autores se acuerda la Historia Literaria?, ¿sobre qué aspectos se erige una tradición?, ¿qué criterios han de tenerse en cuenta en la elaboración de un canon? Se requiere principalmente definir el concepto de canon y comprender que su significado ha sido diferente a lo largo de la historia. Por ello, se tendría una definición plural del canon. «cánones diversos, sistemas que se complementan, sustituyen y suplantan» (Pozuelo, 1996, p. 4).
¿Qué es el canon literario?
El canon literario para Enric Sullà es «una lista o elenco de obras consideradas valiosas y dignas por ello de ser estudiadas y comentadas» (Sullà, 1998, p. 12). Sin embargo, aún se plantean términos que caen en la subjetividad. Por ello, Sullà menciona que aquellas personas encargas de formar un canon deben ser, por lo menos, filólogos, ya que deben ser «comentadas» y «estudiadas» por medio de la práctica docente. De esta manera, surge otra incógnita: qué lecturas elegimos para enseñar y leer en la educación Primaria, Secundaria, el Bachillerato y en el
ámbito universitario.
Henry Louis Gates, por su parte, ofrece una definición más amplia y no por ello, menos alejada del debate académico: el canon como «el cuaderno de lugares comunes de nuestra cultura común, donde copiamos los textos y títulos que deseamos recordar, que tuvieron algún significado especial para nosotros»
( apud Sullà, 1998, pp. 165–166). Mencionando un lado emocional y acercándose a una de las definiciones formuladas por Bloom en su Elegía al canon occidental:
El canon, una vez lo consideremos como la relación de un lector y escritor con lo que se ha conservado de todo lo que se ha escrito, y nos olvidemos de él como lista de libros exigidos para un estudio determinado, será idéntico a un Arte de la Memoria literario (Bloom, 1994, p. 27).
Ambos autores coinciden en que existe una relación entre lector y texto, y que dicha selección de obras y autores contiene una vertiente individual.
Pero esta última premisa no es justa con otra idea representativa en la definición expuesta por Gates, la de un canon que sea representativo de una «cultura común». Los cultural studies, desarrollan el canon como imagen representativa de tradición y cultura. Además de valores e ideologías compartidos por una sociedad en un momento histórico preciso. Gates propuso un plan de estudios para adentrar a los estudiantes a una «cultura del mundo» y así modificar las bases de un canon denominado como «baluarte [...] de la cultura masculina blanca occidental» ( apud Sullà, 1998, p. 187).
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