LA BASURA NO ES BASURA
Enviado por Mariano Quinteros • 16 de Agosto de 2016 • Trabajo • 7.290 Palabras (30 Páginas) • 263 Visitas
2015 | |
Portfolio | MATERIA: CIENCIA, TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD. |
LA BASURA NO ES BASURA |
Breve análisis de la etimología de la palabra, junto con algunas implicaciones acarreadas |
Índice
a) Introducción………………………………………………………………………………....3
b) Algunas cuestiones etimológicas..………………………………….……………………….3
c) Punto de partida: algunas consecuencias de la basura.………………………..…………3
d) El contexto permite la generación de basura……………………………………………...4
e) Los avances científicos y tecnológicos generan basura………………………...…………6
f) Breve historia de la basura…………………………………………………..….….………7
g) Basura como sistema...……………………………………………………………………...7
h) Percepciones de la basura: turistas y vagabundos………………………...……………...8
i) Percepciones de la basura: concepciones de desarrollo……………………..………….…9
j) Basura como controversia…………………………………………………………………10
k) “Soluciones”………………………………………………………………………………..11
l) Conclusión…………………………………………………………………………………..12
Glosario………………………………………………………………………………………..13
Anexos…………………………………………………………………………………………14
a) Introducción
Este trabajo pretende relativizar el concepto “basura” en sus lectores. En pos de lograr este objetivo, realizaré un breve análisis de sus dimensiones sociales, económicas y ambientales, enfatizando principalmente la primera: como la sociedad repercute sobre la basura y viceversa. Emplearé como recurso una entrevista realizada al trabajador social Juan C. Corra, pertinente a la temática del impacto del CEAMSE1 sobre la población localizada en su periferia.
Cabe aclarar que la realidad teórica puede alejarse de la empírica, por lo que al estudiar este trabajo el lector deberá tener en cuenta que el autor puede cometer errores (ya que es humano), que resulta imposible abarcar la totalidad de un problema y que el autor escribe con una intencionalidad que determina los contenidos y la forma en que aparecerán en su producción.
b) Algunas cuestiones etimológicas.
El concepto “basura” es una construcción humana (evidencia es que no existen desechos en la naturaleza, sino que todo cumple una función), consecuentemente, existen diversas posibles interpretaciones del mismo. Definir (limitar) el objeto de estudio es entonces el primer paso para poder teorizar sobre este. Entenderé “basura” como: todo producto de la actividad humana considerado sin valor y necesario de eliminar (nótese que esta descripción se mantiene sujeta a juicios valorativos). Existen a su vez diversas clasificaciones del concepto (por ejemplo: basura orgánica2 e inorgánica3), mas no serán el eje central de este portfolio.
Para cualquier otro término señalado, la definición empleada será la presente en el glosario.
c) Punto de partida: algunas consecuencias de la basura.
La acumulación indiscriminada (principalmente en forma de basural a cielo abierto4) conlleva una serie de consecuencias que compensan, negativamente, la rentabilidad y facilidad inicial de disponer de la basura de esta forma. Una posible repercusión relativa a la contaminación ambiental5, derivada de dicha concentración y del posible carácter tóxico intrínseco de los residuos, es el aumento del número de sustancias potencialmente nocivas presentes en un ecosistema, modificando sus propiedades y afectando las interrelaciones entre las especies o partes afectadas (un ejemplo es el drenaje de líquidos lixiviados6 a cuencas acuíferas, o la emisión de gas metano a la atmosfera, sustancia de efecto invernadero7 entre otras). Por otro lado, la salud de la población cuyo ambiente es afectado también se ve perjudicada (el cólera, por ejemplo, deriva de la ingesta de agua contaminada), sin mencionar que la basura representa un foco infeccioso en sí y fomenta la proliferación de vectores8 transmisores de enfermedades. Métodos de tratamiento de residuos, tales como su incineración o el empleo de rellenos sanitarios (ver anexo), suelen presentarse, al destacar sus posibles ventajas, como alternativas viables a esta primer forma de disposición, sin embargo todos poseen, en distintos grados, un impacto ambiental, potenciado por la compañía de un error de gestión.
Por último, tirar basura es también ignorar el potencial campo de negocios que significa su reciclado y, más aún, puede significar retrocesos en la economía, como fue el caso del aumento de la población de gaviotas cocineras en Puerto Madryn (ver anexo).
Por todo lo antes escrito, se podría pensar el descarte excesivo de productos como perjudicial para el hombre y la naturaleza, aun así, dicha acción es actualmente practicada con regularidad.
d) El contexto permite la generación de basura.
Para que un fenómeno pueda producirse, requiere de un contexto previo que lo permita.
El tipo de sociedad determinará la clase y cantidad de basura que se genere, de acuerdo a la dirección del trabajo de los científicos y tecnólogos atravesados por ella (siendo el saber científico un factor que modifica las propiedades, como la peligrosidad y la eficiencia, de los residuos y procesos productivos respectivamente), a la producción de qué elementos son priorizados, es decir, al consumo preferencial, y a la postura que adopten los actores sociales frente a la generación y disposición de los residuos, entre otras cuestiones. Por esta razón, a la ecuación planteada por A. Leonard (2011), que permite calcular el impacto ambiental tomando en cuenta factores de tamaño de población, consumo y tecnologías empleadas, se le debe agregar el factor de características de la sociedad. Algunos rasgos del contexto contemporáneo que han de ser tomados en cuenta al emplear esta ecuación son:
1) Gran expansión demográfica. Este fenómeno significa un aumento en la densidad de habitantes y por ende, en la demanda de productos de consumo (de subsistencia, medicinales, de entretenimiento, etc.). De esta manera, crece también, entre otras cuestiones, la cantidad de elementos factibles de tornarse basura, variando su número con la capacidad de consumo, relacionado con el nivel socioeconómico, del sector en cuestión (entre otras causas posibles). Según datos oficiales del CEAMSE, durante 2012 la Ciudad de Buenos Aires, Arg., enterró un total de 2.145.162 toneladas de residuos. Esto es, aproximadamente 6000 toneladas diarias.
Adicionalmente, un aumento demográfico acelerado usualmente acarrea que una porción de la población, que suele ser la de menores recursos económicos, no puede ser contenida por los grandes centros urbanos y termine localizándose en regiones periféricas. Sus lugares de asentamiento (armados generalmente de manera veloz y rudimentaria, sin respetar criterios de planificación urbana y de conservación del medio ambiente, entre otras cuestiones) suelen carecer de infraestructuras, ocasionando, entre otras, la acumulación de residuos urbanos a cielo abierto, y ubicarse en terrenos de escaso valor económico que usualmente coinciden con los contaminados (Ej.: con basurales en su periferia).
2) Hiperconectividad: tendencia al armado de redes, de producción por ejemplo, en el que cada eslabón depende de otros. De esta forma, ningún fenómeno se encuentra aislado, especialmente cuando dicha red comienza a pensarse como lo única opción posible. En este panorama los procesos productivos se fragmentan, ocasionando una relocalización de sus partes en el globo. Posibilitar la redistribución selectiva de la basura generada en la red productiva u obstaculizar la identificación de los actores sociales relacionados con la basura, en este caso, son algunas de las implicaciones de este fenómeno. (CTS 12/09/15),
3) Tendencia hacia el modelo occidental capitalista10 (Buch & Solivérez, 2011), caracterizado por la libre compra-venta de productos. Entre otras cuestiones, este modelo elimina el contacto directo con la fabricación de los elementos comprados, produciéndose, en algunos casos, una desvalorización de los mismos (no se tiene conciencia del trabajo implicado en la producción de determinado objeto), facilitando su descarte. Se genera también una alteración de las condiciones de trabajo de los investigadores: al valorizar lo cuantitativo, las investigaciones científicas se centran en la eficacia, velocidad y rentabilidad de los sistemas productivos, siendo la temática de la basura un elemento no siempre tomado en cuenta. Por último, el capitalismo acarrea inherentemente una política consumista, explicada a continuación.
4) Sociedad de consumo. Este tipo de sociedad prioriza la compra de productos, como resultado, debe comprometer a sus miembros como consumidores, empleando técnicas como: proporcionar satisfacción instantánea a los deseos del consumidor a través del mismo consumo (esto es, que el objeto proporcione satisfacción inmediatamente después que es ingerido, y que termine instantáneamente luego que se lo ha acabado), induciendo un perfil consumista (fomentando el comportamiento egocentrista, dispersivo, impulsivo e impaciente, que genere una dependencia hacia la compra de productos y priorice la autosatisfacción), reduciendo el tiempo de espera entre deseo y su satisfacción (ocasionando que cada vez se lo tolere menos) y exponiendo constantemente al consumidor a nuevas tentaciones (Bauman, 1999).
La basura juega entonces un rol fundamental dentro del sistema: el descartar un producto, luego de haber cumplido la función para la que fue consumido, e inmediatamente reemplazarlo con algo nuevo contribuye a la constancia del consumo.
5) Integración supraestatal. La basura es un problema global, por lo que es un tema abordado por diferentes organismos internacionales. Satisfacer demandas nacionales relativas a su dominio, a la par de las internacionales resulta en posibles controversias.
A su vez, las diferentes jurisdicciones se vuelven un obstáculo a la hora de llevar a la práctica decisiones, relativas al trato de los desechos en este caso (CTS 12/09/15)
6) Mecanismo de control: Sinóptico. Se induce a que los observados se observen entre ellos y se genera una tendencia a imitar determinados modos de vida, que en caso de poder ser predeterminados, resulta en un método de control de masas. (CTS 12/09/15) ¿Qué modelos se imitan en el contexto actual? Si se trata de personas con un perfil consumista entonces esto repercute en un aumento en la cantidad de basura que produce una población.
7) Pensamientos tecnófilos11 y tecnófobos12. Estas concepciones son falacias: la ciencia y tecnología no son ni las condenadoras ni las salvadoras de la humanidad, sino una herramienta (ambas posturas son producto de la falta de información, de interés para buscarla y de la aceptación de nociones colectivas sin cuestionamiento previo), de la misma manera, la tecnología no podrá solucionar todos los problemas hoy ya gestados, como tampoco es factible una solución al problema de los desechos sin la participación de ella (Gordillo, 2001). A su vez, existen, análogamente, concepciones tanto condenatorias como indulgentes con respecto a la basura, siendo necesario adoptar un punto intermedio. Ej.: la necesidad de tirar residuos puede tener una justificación funcional, como es el caso de los dispositivos de diagnóstico biológico. Estos elementos deben garantizar un resultado correcto. Como es imposible calcular cuál será la metodología de lavado del usuario, no se puede asegurar la efectividad luego del primer uso, por lo tanto estos dispositivos son pensados para ser descartables. (Melli, 2015)
8) Avances científicos y tecnológicos. Según López C. (2009) la ciencia y tecnología actuales gastan muchos fondos, están demasiado vinculados al beneficio inmediato (evitando la obtención de medidas perdurables en el tempo), y demasiado influenciadas por factores económicos y de poder (determinaran la orientación de su estudio), desviando las investigaciones científicas de temas socialmente útiles (como la ya gestada problemática de la basura). La relación tecnología-basura será tratada en el siguiente módulo.
A modo de resumen, las personas suelen naturalizar y enceguecerse por el paradigma que las atraviesa, gestándose luego un fenómeno análogo a la homeostasis9: la resistencia al cambio de lo preestablecido. El descarte de residuos, como parte del marco actual, no suele considerarse un hábito que deba ser cambiado. Según Durkheim (citado en CTS 22/08/15), la sociedad es previa al individuo, por lo que el último no puede cambiarla, solo supeditarse a ella, de igual manera, si el arrojado de basura es visto como algo previo a uno entonces no tenderá a ser modificado. Por último, dado que el contexto actual permite la generación de basura, entonces la crisis ambiental actual (considerando la basura como parte de ella) puede analizarse como una crisis social, ya que sería el resultado de una visión economicista y mecanicista, ignorante de los límites biofísicos del planeta y centrada en el productivismo (Presas, 2014).
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