LA Educación En México

“La educación es un proceso permanente que contribuye a la transformación de la sociedad y es un factor determinante para formar al hombre de modo que tenga sentido de solidaridad social y que logre combatir la ignorancia, las servidumbres, los fanatismos, los prejuicios, la formación de estereotipos y la discriminación”. Es así como la Ley General de Educación (LGE) define al término educación en su segundo artículo. De igual forma, en su octavo artículo, dicha ley considera que la educación en nuestro país será otorgada por el Estado y sus organismos, quienes además se encargarán de realizar un constante mejoramiento económico, social y cultural que beneficie al pueblo.

Tomando en cuenta lo anterior, a todos los mexicanos nos queda muy en claro que la formación pedagógica es la piedra angular para la constitución de cualquier sociedad. Sin embargo, ¿Por qué parece no importarnos?, ¿Por qué se refleja en nuestra sociedad una imagen de analfabetismo y conformismo?, ¿Por qué razón el Secretario General de educación Rafael Ochoa Guzmán, y su Presidenta la maestra Elba Esther Gordillo, no canalizan los más de mil 138 millones de pesos que obtiene el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), por concepto de cuotas sindicales, hacia la mejora de instalaciones educativas o rumbo al incremento en el número de planteles educativos?, ¿Será acaso que es mas confortable mantener a los estudiantes enajenados con burdos estereotipos sociales y brindándoles baja calidad en conocimientos académicos?

Este es sin duda el gran enigma que prevalece en nuestro alrededor, impidiendo prosperar a la nación. Pero ¿cómo dar fin a estos largos años en que nuestro país no ha conseguido superarse a si mismo? La respuesta yace en la base de la formación de una comunidad exitosa y triunfadora, la educación. Hay que educar a las autoridades que hay en nuestro país; se debe instruir a los jóvenes intelectuales y futuras clases trabajadoras, se requiere enseñar normas de convivencia y bienestar a los ciudadanos y por supuesto, es de suma importancia aniquilar cualquier conflicto que este deteriorando al entorno pedagógico y que por ende este dañando a la sociedad y su desarrollo.

Particularmente, es necesario erradicar la burocratización; un problema que se encuentra mayormente en el sistema educativo nacional, un cáncer social que además de atentar contra los ideales de un sistema democrático, esta destrozando a los muy escasos restos que aun prevalecen de la buena educación. Además, esta perjudicando a jóvenes mexicanos, los cuales llegan a un “selecto” campo laboral aun siendo incapaces de afrontar y manipular su entorno, esto debido a que ni siquiera saben leer, escribir o hacer uso apropiado de las matemáticas.

Así mismo, como consecuencia, se genera una especie de efecto en cadena por el cual actualmente nuestro país se sitúa en una etapa de explotación, como lo fue hace 200 años cuando se encontraba dominado por un imperio e igual de oprimido que hace poco más de 100 años cuando se enfrentó a un régimen déspota y autócrata. Del mismo modo, surge un sistema autoritario y corrupto en el cual una selecta clase burguesa posee el control absoluto sobre la estructura del gobierno que presuntamente modera a nuestra sociedad, brindando igualdad de bienes y conocimientos.

De igual manera se suscitan instituciones corruptas y poco eficientes. Como el caso de la Secretaria de Educación Publica (SEP); institución designada para administrar la educación en nuestro país mediante la aportación de soluciones factibles que atiendan las necesidades intelectuales y materiales de la población estudiantil, únicamente ha buscado beneficiar al conjunto burocrático que impera dentro del sistema educativo nacional. Dando lugar a múltiples deficiencias que existen en la educación, tales como: el corporativismo magisterial, el sindicalismo protector, la falta de filosofía educativa con arraigo nacional, la separación de la escuela - padre de familia, maestro - comunidad y el insolente hecho de que solo las escuelas que atienden a estudiantes procedentes de las clases sociales opulentas y que se localizan en zonas geográficas determinadas obtienen un rendimiento académico favorable.

Como producto de dichos desperfectos se da origen a los pésimos resultados que se obtienen en los exámenes internacionales. Por ejemplo, según resultados de prueba PISA 2003 la situación de México es preocupante, en matemáticas y lectura los estudiantes difícilmente alcanzan un promedio de alrededor 400 puntos; muy inferior de los 500 que según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es el estándar de las

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