LA VISIÓN DE LAS FINANZAS PÚBLICAS EN EL DEPARTAMENTO DE LA GUAJIRA
Enviado por Leydi Gonzalez • 28 de Enero de 2019 • Ensayo • 2.282 Palabras (10 Páginas) • 241 Visitas
LA VISIÓN DE LAS FINANZAS PÚBLICAS EN EL DEPARTAMENTO DE LA GUAJIRA
La Guajira es un territorio fronterizo y culturalmente diverso, cuya economía está sostenida en la minería extractiva, que durante más de 40 años ha estado sin encadenamientos productivos importantes con el resto de los sectores de la economía. A su interior, mantiene diversas dualidades. En ella coexisten estructuras productivas modernas y a la vez rezagadas. Se evidencian procesos productivos dinámicos muy propios de las economías más desarrolladas asociados con procesos ineficientes por fuera de los circuitos y las dinámicas de los mercados. Ello ha generado un modelo de desarrollo territorial caracterizado por bajos vínculos con el Estado nacional en una frontera difusa y con los mercados, reflejando una estructura económica, en donde prima la producción de baja escala y la informalidad. La dispersión de la población en el territorio genera un conjunto de desafíos en la gestión territorial y sostenibilidad, debido a que se requieren más carreteras, tuberías, cables, sistemas de transporte, y hacen que disminuyan las economías de escala y las ventajas de aglomeración, lo que incidirá para disminuir los altos indicadores de pobreza y pobreza extrema. Muy a pesar de los obstáculos y dificultades al desarrollo económico y social, La Guajira presenta un conjunto de alternativas de diversificación productiva y servicios potenciales que se pueden explotar y facilitar su desarrollo y que se pueden convertir en opciones atractivas para la inversión privada regional.
Los mayores recursos económicos que ha percibido el departamento de la Guajira, como gran parte de sus finanzas públicas, han provenido de recursos de regalías. El grueso de estos recursos durante 30 años de explotación minera, se convirtieron como fuente principal de financiamiento del gasto público y proyectos de inversión en el departamento. Sin embargo, los diferentes gobiernos que han administrado las finanzas del departamento no han sabido dirigir el eficiente uso de estos recursos.
Hoy por hoy pese a que los importantes recursos de regalías como mayor fuente de las finanzas públicas del gobierno departamental en el pasado, no se lograron alcanzar las metas de cobertura de saneamiento básico, lo que quieres decir que los niveles de pobreza son evidente muy a pesar de la cantidad de recursos que ha recibido el departamento.
Diferentes estudios indican, que el aumento de ingresos fiscales por regalías y compensaciones, no se ha visto reflejada en un mayor desarrollo económico departamental, por el contrario se ha incrementado el desgreño administrativo y la corrupción, de la misma forma, la falta de planeación a largo plazo es unos de los elementos esenciales en la nefasta administración de esos recursos y falta de control y seguimiento de los proyectos de inversión.
Según el Departamento Nacional de Planeación (DNP), la Gobernación de La Guajira y los municipios de Albania, Barrancas, Dibulla, Hatonuevo, Maicao, Manaure, Uribía, más la capital Riohacha, recibieron, entre los años 1995 y 2011, un monto de 3,5 billones de pesos correspondientes a regalías por la explotación de carbón y gas. Entre 2012 y 2015 cuando cambió el sistema de distribución de esas riquezas y fueron incluidos los 7 restantes municipios, este departamento recibió 1,3 billones más.
Con la implementación del nuevo sistema de regalías, que fue sancionado por el congreso el pasado 18 de julio del año 2011, se ha evidenciado por parte de los departamentos productores de regalías una disminución, en el caso de la Guajira en sus ingresos, afectando así drásticamente las finanzas públicas departamental.
La disminución de los recursos de regalía ha afectado de manera negativa las finanzas públicas del departamento de la Guajira, por cuanto el gobierno departamental debe de buscar otras fuentes de financiamiento
El Departamento de La Guajira presenta desde hace varios años una crisis política que se ha visto reflejada en todos los sectores de la sociedad. Uno de los factores determinantes de esta mala situación económica, política y social son los altos índices de corrupción hasta el punto que el departamento de la Guajira este intervenido por el estado Colombiano en sus sectores más sensibles como lo es la salud, la educación y servicios de agua.
Los guajiros en estos últimos tiempos solo hemos visto y nos han mantenido ocupados en los problemas jurídicos y penales en que se debate la dirigencia política regional generando la ingobernabilidad institucional tanto de la gobernación del departamento, como en la alcaldía distrital de Riohacha.
La Guajira en este largo periodo de inestabilidad política ha caído en un estatus QUO, inercia que sin temor a equívocos hemos caído en un retroceso económico y social donde el alto índice de desempleo lleva la bandera, altos índices de corrupción, el fenómeno de la inseguridad y la violencia, y el atraso en la construcción y operación de obras de infraestructura que brillan por su ausencia.
En estos momentos con el otro agravante como el de los altos niveles de informalidad en el comercio, lo cual aqueja grandemente a los microempresarios y comerciantes afectando su economía con la venida abrumadora de los venezolanos a la Guajira.
Son tan innumerables las necesidades de nosotros los Guajiros y tan escasos los recursos económicos y los presupuestos tan irrisorios que los problemas sociales se han agudizado aún más a pesar del intervencionismo estatal no se ha podido superar la crisis que se vive en la educación en la salud y en los problemas de los servicios públicos de acueducto y alcantarillado. Los niveles de la pobreza y de miseria se han disparado sustancialmente como lo han publicado algunos medios nacionales.
La depresión económica se siente sobre todo en la zonas marginales, periféricas donde las familias guajiras sienten y sufren por el abandono y la desatención social del gobierno no tienen acceso al trabajo, el desempleo es galopante, la educación y la salud en pésimas condiciones, igualmente sufren la ausencia de las obras de infraestructura y de servicios que se agudizan más con las altas tarifas de los mismos.
El retiro de las regalías que en términos económicos eran muy onerosas aliviaban a subsanar muchas de las necesidades descritas anteriormente como el de la educación pública regional que se encuentra cruzando por una grave crisis; por otro lado el estado colombiano históricamente ha estado en deudas con el departamento de la Guajira con su compromiso para reforzar las finanzas públicas compartidas presupuestales que permitan mejorar la situación de crisis que estamos viviendo.
Por los cambios repentinos de alcaldes y gobernadores debido a que los que han sido elegidos no han cumplido con los lineamientos que rigen la administración de las finanzas públicas, las consecuencias del manejo administrativo intermitente han desatado crisis en los sectores básicos fundamentales como el sector salud, educación y el orden público. Esta problemática nos lleva a quedar rezagados en el desarrollo de programas de gobierno.
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