LOS PROFESORES ANTE LAS INNOVACIONES CURRICULARES

LOS PROFESORES ANTE LAS INNOVACIONES CURRICULARES

El texto comienza mencionando que los profesores siempre aparecen como los responsables de llevar a cabo los modelos innovadores dentro del aula; el texto tiene la finalidad de darnos a conocer los retos a los que se enfrentan los docentes al momento de que se les exige realizar innovaciones, pretende que se conozca todo lo que hay detrás de la importante tarea que desempeñan los docentes al innovar.

Fue a partir de la década de los 90’s que los sistemas educativos iniciaron con procesos de reformas basados en la innovación de los modelos educativos y curriculares; desde ese momento nos e tenía claro cuál era el sentido de los nuevos modelos de innovación en el curriculum pues la innovación podía ser entendida e interpretada de diferentes maneras; pero por lo general en documentos educativos se expresaba como la forma en que se atiende a las necesidades de una sociedad globalizada, es decir dando respuesta a una nueva sociedad la cual exige cada vez más. Es así que en la actualidad la educación por competencias, el curriculum flexible, las tutorías, el aprendizaje basado en problemas y otros más son considerados modelos innovadores, pero aquí se tiene la idea de que el docente es quien se debe apropiar de ellos y hacerlos realidad dentro del aula pero nos e toma en cuenta lo que el docente piensa, no saben todos los procesos que hay detrás de esa tarea, no s ele da importancia a la forma en que los docentes intentan llevar a cabo estos modelos.

MODELSO INNOVADORES Y SENTIDO DE LA INNOVACIÓN

En esta parte de la lectura nos describe algunos modelos de innovación que se encuentran dentro de la practicas de educación, por ejemplo de los que yo considero más importantes nos menciona el currículo flexible, el aprendizaje por competencias; el currículo centrado en el aprendizaje del alumno, la tutoría académica; la incorporación de tecnologías de la información y comunicación (TIC). La noción de innovación curricular se tomaba como sinónimo de incorporación de las novedades educativas del momento, sin una reflexión profunda sobre las implicaciones que puede llegar a tener ni una previsión clara de su incorporación a las estructuras curriculares o a la realidad que se vive en el aula, aquí el docente únicamente debe aplicar lo que los especialistas han diseñado.

Las innovaciones provienen del campo de la didáctica y la psicología, el discurso de la innovación en la escuela se argumenta en torno a la realidad social del mundo cambiante, incierto y complejo en que vivimos, y por ello se afirma con contundencia que el conocimiento y, por ende, los modelos educativos, caducan constantemente, de ahí la necesidad de una reinvención constante. La innovación surge de la presión por traducir los postulados de la nueva economía, pues la innovación condiciona en gran medida al desarrollo de la economía.

Cuando se enfrenta a los docentes con el tema de las innovaciones educativas, éstas suelen presentarse como elaboraciones completamente inéditas, sin recuperar la historia de las ideas pedagógicas que les dieron origen, sin ofrecer sus fundamentos en las teorías del aprendizaje y desarrollo en que se sustentan. Perrenoud (2004) plantea que la profesionalización del docente implica la posesión de conocimientos de acción y de experiencia, pero también el dominio conceptual relativo a los aspectos psicopedagógico, comunicativo, socio-afectivo, metacognitivo y axiológico de la labor docente. Un número importante de profesores realiza prácticas educativas que tienen una enorme riqueza en términos de lo que logran sus estudiantes, y que si bien no siempre están sustentadas fielmente en las teorías o métodos en boga, ofrecen acercamientos interesantes a la posibilidad de promover aprendizajes significativos, relevantes y con sentido. De esta manera, iniciar un proceso que pretende la innovación educativa con la concepción del docente como tabula rasa, sin recuperar su capital cultural y experiencia, impide en buena medida el proceso de creación o construcción de un nuevo saber, no es suficiente que exista un nuevo saber para que éste conduzca a la innovación de algo. Una invención, para convertirse en innovación, debe responder a una demanda sensible en la sociedad. Como se menciona en el texto “La innovación necesita que se creen nuevas necesidades en la sociedad, ya que ésta tiene que convencerse de que las ventajas que puede obtener de la innovación son mayores que los costos cognitivos generados en el periodo de transición entre la antigua y la nueva situación” (UNESCO, 2005: 62). Pero reflexionar sobre esta cita nos podemos dar cuenta que los beneficios reales de la innovación son solo para unos cuantos pues entrar en un proceso innovador siempre representa costos e inconvenientes para los actores, porque ocurre un proceso de apropiación y cambio, es por esto que en el intento de afrontar lo que implica una innovación, los educadores corremos varios riesgos: deslumbrarnos ante lo efímero, lo puramente estético e incluso lo esotérico lo que genera una pérdida de prioridades educativas y la adopción poco reflexiva de modas importadas. Una cuestión más que complica la posibilidad de innovar el currículo y la práctica, es la forma en que se difunden las reformas curriculares. En muchas ocasiones, las reformas se difunden y llegan a los profesores básicamente por medio de documentos impresos y así se otorga a los docentes el papel de lectores de estos textos, es decir, como ya lo había mencionado fungen como receptores del saber de los especialistas y esto provoca que la intención de modelar o prescribir los procesos de reconstrucción de la docencia y la transformación de la institución educativa a través de la recepción de estos documentos, resulta muy limitada.

Después de todo esto podemos afirmar que sólo en algunos proyectos curriculares se logra concebir a la innovación como la necesidad sentida de un cambio profundo en paradigmas y prácticas sociales y educativas en una comunidad concreta. En particular, para decir que se ha logrado innovar, se requiere una transformación a fondo de las concepciones y prácticas educativas de los actores de la educación, principalmente profesores y alumnos, así como replantear la dinámica y estructura de los diversos procesos y escenarios educativos que resultan impactados por la innovación en cuestión.

LA LABOR DEL DOCENTE FRENTE A LA TAREA DE INNOVAR EL CURRÍCULO Y LA PRÁCTICA

Los docentes son sujetos sociales y por lo tanto miembros de una comunidad educativa, por lo que resulta claro que el ejercicio docente no se puede reducir a simples ejecuciones técnicas o pedagógicas. Se ha depositado en la figura del profesor en singular la responsabilidad del éxito de las reformas educativas por medio de la concreción

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