La Educacion No Es Un Derecho, Es Una Obligacion
Enviado por yecenia.88 • 28 de Enero de 2013 • 1.276 Palabras (6 Páginas) • 571 Visitas
LA EDUCACIÓN NO ES UN PRIVILEGIO ES UN DERECHO
“La educación en México es un derecho consagrado por la Constitución Política, que en su artículo 3° declara que la educación impartida por el Estado debe ser gratuita, laica y obligatoria para todos los habitantes del país”.
Todos los seres humanos tenemos derecho a la educación, pero una educación que nos permita vivir mejor, que nos enseñe a criticar, pensar, cuestionar y sobre todo, a transformar nuestra realidad. En una democracia como se supone que es la nuestra todos tenemos derecho a acceder a la educación sin tener en cuenta el origen social o lugar de procedencia, “es bastante deseable que todos los jóvenes, independientemente de la riqueza, de la religión o del color, tengan la oportunidad de recibir tanta instrucción cuanto puedan asimilar, siempre que estén dispuestos a pagar por ella, sea en el presente, sea a costa de rendimientos superiores que percibirán en el futuro.” Sin embargo parece que sólo importa que puedan estudiar unos pocos como antes lo hacian y condenar al resto de la población en sólo ser personas pensantes que no se cuestionen nada y que trabajen para que unos pocos puedan disfrutar de todos los privilegios habidos y por haber.
Considero que la educación es fundamental para conseguir la igualdad y que no haya unas clases sociales que tengan un futuro asegurado y otras clases trabajadoras se tengan que conformar con seguir el camino de sus padres que por desgracia no pudieron estudiar por no tener medios suficientes, la educación debe de ser gratuita, para asegurar que todo el mundo pueda acceder a ella, debe formar a individuos que se cuestionen los problemas que acontecen en la sociedad de hoy en día para tratar de solucionarlos.
Pero los grandes obstáculos para el mejoramiento de la educación son cada día más grandes. Es necesario hacer que la educación beneficie a la sociedad en general y no solamente a las élites. Los gastos promedio por estudiante se mantienen por debajo del de los países industrializados. Estos gastos son muy bajos porque las personalidades gubernamentales declaran la "falta de recursos", acompañada de medidas orientadas al estrangulamiento de presupuesto de la educación pública en sus distintos niveles y modalidades, en tanto se procede al estímulo cada vez mayor de la educación privada.
Se critica la educación pública por sus pobres resultados, comparada con la educación privada. No se consideran las diferencias entre alumnos que todo lo tienen, jóvenes hijos de gente adinerada, y los que carecen de mucho, o casi todo. Desgraciadamente la comparación entre la educación pública y la privada sólo se hace en relación a lo académico, pero la lucha por la escuela pública ha estado marcada por la voluntad de evitar la desigualdad. Se nos quiere hacer creer que la educación pública no sólo no peligra, sino que puede aprender de la educación privada, convertida ahora en modelo de calidad al que hay que imitar y con el cual hay que competir, y se pretende insertar en nuestras mentes que lo privado es el paradigma de la libertad, libertad en el sentido propuesto por el liberalismo económico, donde todo mundo puede tener educación, atención médica y todo lo que desee, siempre y cuando pague.
No obstante la concepción neoliberal vio la educación como una mercancía y ya no como un derecho humano. Así, la eficiencia financiera es un objetivo superior, los niños se convierten en materia prima al ingresar y en producto al salir, los números son el único mecanismo de evaluar la calidad, los padres de familia son llamados clientes y los directores pasan a ser gerentes, porque la escuela dejó de ser un ámbito de relación y vivencia humana por excelencia para convertirse en una empresa que brinda un servicio.
La educación se convirtió en una mercancía sujeta a las fuerzas de mercado. Los documentos oficiales tienen el objetivo de comprobar que, estadísticamente, la educación mexicana opera magistralmente, resaltan logros, pero no son autocríticos, ni valoran equilibradamente sus acciones.
La educación tiene que responder a las necesidades de desarrollo de
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