La Reforma Agraria
Enviado por melanyd3lvall3 • 20 de Junio de 2017 • Trabajo • 2.083 Palabras (9 Páginas) • 289 Visitas
En el presente trabajo queremos dar a explicar dar una breve explicación de en qué estado se encontraba el país al momento de incorporarse el neoliberalismo, pero para esto primero vamos a explicar algunos conceptos clave como
La Reforma Agraria
Es la transformación profunda en la estructura de la tenencia de la tierra diferente a la prevaleciente, realizada por el Estado y configura una nueva relación o correlación de fuerzas y genera una nueva estructura de poder. Las reformas agrarias, conllevan efectos no sólo desde el punto de vista agrícola o social sino que tienen alto impacto político y económico, las reformas conduciendo al surgimiento de una nueva estructura agraria estableciéndose las formas, modalidades o límites aceptables de la propiedad, incluyen políticas como la expropiación, restitución, legalización, adjudicación, agrupación, legalización, colonización, cesión o venta, que redistribuyen la propiedad agraria y tienden a normar su desarrollo.
NEOLIBERALISMO
Podemos definir al Neoliberalismo como el conjunto de ideas políticas y económicas capitalistas que defiende la no participación del Estado en la economía, dejando por fuera cualquier injerencia gubernamental, fomentando así la producción privada con capital único sin subsidio del gobierno (surge en la década de los 70)
Campo
campo se refiere a un terreno de grandes dimensiones que se encuentra alejado de una ciudad o de un pueblo o a la tierra que puede labrarse.
El concepto también se utiliza en referencia a un cultivo o sembradío.
campesinado
Clase social formada por las personas que viven y trabajan en el campo
INTRODUCCIÓN
La lucha por la tierra y los derechos sociales se encontraban en el núcleo de la revolución mexicana entre 1910-1920, siendo Emiliano Zapata una figura en el movimiento revolucionario, quien contaba con ideas en gran parte con la tradición indígena. Para garantizar el desarrollo político y económico de México, Zapata quería romper el monopolio de los ascendados o propietarios de las plantaciones uniendo al país campesinos y empresarios por igual; esta visión se cristalizo en el Plan de Ayala en 1910 en el que denuncio al presidente Francisco Madero a su supuesta traición a los ideales revolucionarios. A partir de esto surge la Reforma Agraria, la cual ha sido un proceso complejo y prolongado.
La reforma exigía la devolución a los pueblos de las tierras que habían sido concentradas en las haciendas. En 1912 algunos jefes militares revolucionarios hicieron los primeros repartos de tierras. En 1915 las tres fuerzas revolucionarias más importantes, el constitucionalismo, el villismo y el zapatismo, promulgaron las leyes agrarias. La atención al pedido generalizado de tierras se convirtió en condición de la pacificación y del restablecimiento de un gobierno nacional hegemónico: la constitución de 1917 incluyó el reparto de tierras en su artículo 27. Desde entonces, y con sucesivas adecuaciones hasta 1992, el reparto de tierras fue mandato constitucional y política del Estado mexicano. Dicho reparto sigue siendo prerrogativa del Estado si se concibe la reforma agraria como un concepto más amplio que la mera distribución de la propiedad.
Durante el largo período que se extiende de 1911 a 1992 se entregaron a los campesinos algo más de 100 millones de hectáreas de tierras, equivalentes a la mitad del territorio de México y a cerca de las dos terceras partes de la propiedad rústica total del país. Según las Resoluciones Presidenciales de dotación de tierras, se establecieron unos 30 000 ejidos y comunidades que incluyeron 3,1 millones de jefes de familia.
REFORMA AGRARIA DE 1910-1992
El modelo de la reforma agraria prometía dar tierra a quienes la trabajan, comenzando pues con la tierra, siendo el origen de esto el ejido (manera Peculiar de la renta de la tierra) el ejido no es una forma de propiedad comunal, sino una forma de pequeña propiedad privada o latifundio. Aunque creemos que puede ser los calpulli o chimalcalli que eran regiones que los aztecas disponían, posesionarios de la tierra, dividida por familias otorgando usufructos, el cual se heredaba y perdía solo si durante dos ciclos agrícolas una familia no trabajaba la tierra.
Pero como nos interesa más la parte de las reformas a partir de la revolución podemos decir que una vez que quedó establecida la situación del derecho patrimonial del estado, recuperándose así los desaparecidos derechos históricos de la corona sobre todo dominio geográfico, los presidentes que vinieron a continuación introdujeron nuevas leyes sobre el porqué y la forma en que el estado debía redistribuir los derechos de tenencia.
A finales del decenio de 1850, el gobierno de Benito Juárez aprobó leyes destinadas a deshacer las posesiones agrarias de la iglesia y del ejido (tierras de propiedad comunal, trabajadas comunalmente), instituciones ambas que tanto él como muchas otras personas consideraban que, en forma egoísta, mantenían las tierras improductivas e incluso fuera del mercado.
De 1876 a 1910, Porfirio Díaz aprovechó la presidencia para orientar la política agraria en una dirección muy distinta de la que Juárez se hubiese propuesto jamás. Durante la revolución de 1910 se siguen considerando como ejidos las tierras no laborables y la tierra no común en líos pueblos, sin embargo, con la reforma agraria el termino ejidos entendería por las tierras, bosques, y aguas entregados en usufructo aun núcleo de poblacio0n a través de dicha reforma (se asemeja más a la forma de tenencia llamada repartimiento).
Como mencionamos anteriormente los ideales de Zapata plasmaos en el Plan de Ayala no eran más que demandas agrarias lo que pedía era:
- México obtenga ejidos, colonias, fundos legales para los pueblos o campos de sembradío o labor, todo esto a los beneficios ciudadanos.
- Restitución de las tierras de las cuales habían sido despojados los pueblos.
- Terrenos de huso comunal tierras de labor y para l asentamiento humano.
Por lo cual, se puede destacar que las demandas de Zapata, se orillan más al reparto justo de las tierras de quien las trabaja, no se buscaban ejidos si no del buen manejo de la tierra y de quienes la conocen para que así los campesinos pudieran ver beneficios y ganancias de las mismas para satisfacción e interese de los campesinos, porque finalmente las tierras no tendrían por qué pertenecer al gobierno español ni al clero.
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