La continuidad de las clases dominantes
Enviado por Yoselyn Pérez • 13 de Octubre de 2016 • Ensayo • 1.574 Palabras (7 Páginas) • 391 Visitas
La continuidad de las clases dominantes
Después de la independencia de Centroamérica, se da una emancipación de la política, esta se da por un carácter preventivo, el cual mantiene una característica a través de la historia política y social de los países centroamericanos, esta se trata de la continuidad política y cultural de sus clases dominantes.
Dominaron la mayor parte del siglo XIX, existieron muchos conflictos de los cuales ningún grupo fue derrotado o eliminado en su totalidad. Un ejemplo muy claro de esto son las disputas liberales y conservadoras, los cuales eran conflictos entre las clases dominantes por un supuesto motivo ideológico y en realidad por cuestiones de lealtades sociales segmentadas y por intereses materiales en particular.
En la historia se han estudiado las Reformas Liberales ya que muchos de esos procesos de promoción de modelos agroexportador, fueron iniciados por gobiernos conservadores, por lo que queda claro que los conservadores no fueron excluidos de los nuevos planes sino más bien se asociaron sin resistencia y con el consentimiento de sus enemigos ideológicos liberales.
Para el caso de Costa Rica más bien fortaleció un inicio cafetalero más temprano. El nuevo modelo no requirió una rearticulación en profundidad de las clases dominantes centroamericanas y las Reformas Liberales representaron un reacomodo más que una ruptura de su seno.
Existen dos reglas de oro en la historia de las elites, una es que los ricos no pagan impuestos, y dos no se excedan en concesiones para los pobres, por lo que causa además muchas problemáticas pues el peso de la economía recae sobre el pueblo, ya que es el pueblo quien debe pagar lo que los ricos por una regla o ley no cumplen.
Entonces la continuidad de las clases dominantes han alimentado una cultura política basada en el despotismo, donde se nota el abuso de las autoridades, el militarismo, la alineación y la deferencia con la que se ven las leyes y las acciones impuesta por las clases dominantes, es decir los grupos que han crecido y han conformado las clases dominantes no han tenido las fuerzas, el interés o la necesidad de introducir nuevos valores, normas de conducta y principalmente cultura política existente.
En el caso de Costa Rica, por la debilidad relativa de las clases dominantes, tuvo que ir integrando a los actores, los valores y prácticas de una política más modernas, estos impulsaban sectores rurales y urbanos a clases medias y populares. Después de la Guerra Civil de 1948, se inició una fisura entre la continuidad y en la unidad de las clases dominantes tradicionales, y esto favoreció a la disminución del poder cafetalero y al ascenso de nuevos sectores que renovaron el sistema político y doctrinas económicas y sociales. Es decir después de 1948, hubo en Costa Rica una mesocratización de las clases dominantes.
Dentro de las clases dominantes siempre ha existido una subestimación de lo político como regla o como práctica. Bajo una apariencia de inestabilidad constante en la historia política de América Central, se nota la permanencia de una gran duración de redes familiares, negocios, formas de interacción política, cultura y mentalidades de sus clases dominantes, esta continuidad característica es un factor clave en el arraigo y el la longevidad del autoritarismo y en los fracasos de los intentos de democratización.
Tal fue el caso del consenso alcanzado entre liberales y conservadores en Centroamérica alrededor de la consigna de “Orden y Progreso”, el cual fue simbolizado con el ferrocarril.
En las condiciones en que las palabras y la realidad iban por caminos divergentes, la dimensión de las farsas de las ideologías e instituciones políticas en Centroamérica eran naturales, se rendían culto a las formas y se pagaba tributo a la retórica pero lo interesantes era que lo más representativo de las instituciones políticas era que los procesos electorales siempre fueron ficción y representación.
Un ejemplo claro de esto, es en Guatemala con la dinastía Somoza, ya que fue detallada en estos escenarios donde el voto se conseguía no con terror, sino con guaro y otras golosinas, también variaban oportunidades y poseían a los presidentes como marionetas representativas mientras conservaban el control de la Guardia Nacional.
En Costa Rica hasta la época de 1948, los comicios tenían un importante componente ficticio, el cual era que el fraude electoral no era considerado como una anomalía ni mucho menos a una violación de las reglas de competencia política sino más bien era considerado como un recurso legítimo y normal aceptado por todos los contendientes, a pesar de si retorica en el sentido opuesto. Ya que el pueblo no es considerado lo suficiente maduro para gobernarse, por lo que hace que el fraude sea legítimo y necesario.
Este cinismo u oportunismo político de las elites dirigentes, es muy posible que sea el resultado de que para ellos es más importante los vínculos de parentesco y las lealtades personales más que las afinidades ideológicas.
La falta de consolidación de las instituciones políticas si es de ética también es de términos materiales, pues los poderes públicos centrales de los distintos países de Centroamérica han estado crónicamente endeudados y carentes de recursos económicos. Ya para mediados del siglo XX, las principales rentas de los estados centroamericanos fueron los que se aplicaban eran los ingresos provenientes de los monopolios y a los derechos aduaneros. Ya que la regla que se ha imperado afecto notablemente, el cual es que los ricos no pagan impuestos.
...