La vida escolar y las relaciones humanas

INTRODUCCIÓN

Todo individuo inicia su vida en sociedad con las primeras interacciones dentro de su ceno familiar, pues de forma instintivita buscamos ese apoyo que contribuya a satisfacer nuestras necesidades básicas, desde ese momento vamos reconociendo paulatinamente la importancia que tiene ser parte de una agrupación. En la medida en que crecemos vamos adquiriendo un rol en el cual nos desempeñaremos, será tarea de la familia y la escuela desde la niñez, brindar las medidas de atención necesarias de crianza y educación para tener la capacidad de convivir de buena manera con el entorno en el que nos desarrollamos, para no tener comportamientos que discrepen con las pautas establecidas por la sociedad.

En el siguiente escrito realizaré un análisis de la lectura Grupos pequeños en Relaciones Humanas del Autor Víctor Soria, tomando su visión empresarial y dirigiéndola a un enfoque educativo. Primeramente, menciono como los seres humanos nos vamos adentrando a la sociedad, la forma en que tomamos determinados roles dentro de los grupos a los que nuestras necesidades nos orillan a pertenecer.

        Asimismo, menciono por qué se forman los grupos; la importancia de la sociabilidad; los tipos de grupos que existen, formales e informales; como mejorar la integración en el aula y en consecuencia el estado de animo; la cohesión, lo que los tiene unidos; la asignación de roles, el papel que puede llegar a tomar cada integrante; el estilo de dirección y por ultimo los resultados obtenidos.

La vida escolar y las relaciones humanas

El proceso de evolución humana nos habla de todos esos cambios biológicos que han ocurrido desde nuestros ancestros hasta el hombre de hoy en día. Estas modificaciones han ido transformando, de forma gradual, la manera de relacionarnos y de interactuar con el medio que nos rodea. Por ejemplo, al tomar la posición erecta, el hombre liberó sus manos, dándole la capacidad de realizar acciones más complejas, aunado al incremento en tamaño y funciones del cerebro, esto trajo como consecuencia un nuevo comportamiento para interactuar con su entorno.

A diferencia de otros animales, el hombre no tomaba únicamente lo que la naturaleza le brindaba, fue adquiriendo la capacidad de construir objetos para utilizarlos y sobrevivir. De esta forma el hombre logró ir transformando la naturaleza, realizando trabajos para satisfacer sus necesidades, de forma solitaria o con ayuda de otros para ejecutarlo de forma más rápida y sencilla.  De esta forma los hombres fueron perfeccionando el trabajo colectivo. Fue un largo proceso practicado día a día, desde las rusticas primeras cacerías  hasta llegar a organizaciones jerárquicas bien establecidas, junto a esto se desarrolló el lenguaje y la comunicación para realizar las tareas de mejor manera.

La necesidad de producir alimento, utensilios, vestimenta, etc., esenciales para sobrevivir, llevó al hombre a establecer relaciones sociales, es decir,  a buscar la manera de crear lazos con otros seres humanos para poder satisfacer sus necesidades básicas. “Se puede afirmar que los grupos se forman para satisfacer necesidades humanas. Existen tareas que solo se pueden realizar en grupos, pero también hay tareas que el grupo realiza más efectivamente que el individuo mismo.” (Soria, 1999: 176). Por esta razón la sociedad a lo largo de la historia se ha organizado en grupos para poder sobrevivir, aceptando los beneficios que este le brinda y contribuyendo al mismo.

Junto al benéfico del desenvolvimiento de los individuos en la sociedad, la educación del siglo XXI, busca que los alumnos adquieran aprendizajes significativos para resolver problemáticas o situaciones cotidianas y no hay mejor manera que a través de la interacción entre pares y el trabajo colaborativo. Dejando a un lado actividades como la memorización, retención y reproducción de conceptos, acciones que no trascienden en la forma de actuar de un estudiante. Debido a esto, es importante que en la escuela se promuevan estrategias de aprendizaje en las que el alumno logre reflexionar de forma consiente y aplique su aprendizaje a su vida diaria

Para que existe una adecuada sociabilidad en el grupo de escolares es primordial fomentar desde el inicio la comunicación entre compañeros y con el docente, así como la libre expresión de dudas, opiniones e ideas, para que pueda desarrollar sus habilidades cognitivas (razonamiento, observación, análisis, juicio crítico, etc.). Además, puedan lograr  socializar apropiadamente, sentirse seguros y aceptado por la comunidad en que se desenvuelven y lograr con esto  responder de forma apropiada a las diversas necesidades que se le presenten.

Dentro del salón de clases encontramos dos tipos de grupos, los formales e informales. Los grupos formales son aquellos donde los educandos realizan proyectos, exposiciones, debates, etc., en otras palabras actividades escolares solicitadas por el docente. Las características de este grupo son las siguientes: cuenta con un líder quien se encarga de organizar y coordinar al resto de sus compañeros, muchas veces este puesto es seleccionado por el educador; cada integrante tiene asignada una tarea específica; tienen metas establecidas que tratarán de alcanzar y dependiendo de su desempeño serán evaluados, el grupo en general y la actuación de cada uno de sus miembros.

El Alumno de este tiempo busca por si solo la interacción entre pares dentro del aula. Es frecuente que los educandos se reúnan en parejas o en pequeños grupos para realizar la actividad solicitada por el profesor, aunque este no haya pedido el trabajo en colectivo. Los educandos actuales prefieren hacerlo de este modo, debido a que en conjunto se facilita el rescate de conocimientos previos, la investigación, la reflexión y la puesta en marcha de actividades y de proyectos, de esta forma adquieren conocimientos a través de la cooperación.

Asimismo, encontramos dentro de la escuela los grupos informales, que surgen de forma espontanea y a razón de gustos e intereses, estas agrupaciones se forman en los momentos de óseo (entrada, salida, durante el receso, cambio de asignatura o de actividad). Tratan de satisfacer necesidades sociales y psicológicas (amistad, deporte, etc.). Una de las tareas del docente comprometido con su labor es identificar aquellos grupos que pueden tener conductas negativas o que puedan interferir con el proceso de enseñanza – aprendizaje.

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