Las Sociedades Del Siglo XXI Y LA EDUCACION
Enviado por citlalli300987 • 1 de Mayo de 2013 • 2.254 Palabras (10 Páginas) • 486 Visitas
LAS SOCIEDADES DEL SIGLO XXI Y LA EDUCACIÓN
La ciencia y la tecnología a diferencia del siglo pasado han elevado el consumo de energía y recursos naturales de una manera que en poco tiempo será insostenible para el planeta. Debido a ello es urgente encontrar formas sustentables que promuevan el aprovechamiento de los recursos naturales, en especial el uso del agua y la energía teniendo como resultado una mejora en el ecosistema y por ende el desarrollo sustentable de la sociedad. Para lograrlo es indispensable pensar en soluciones viables e integrales (involucrar no solo a las ciencias naturales, también a las sociales y humanidades) concluyendo en decisiones de orden político, económico y cultural.
Será de vital importancia que cada país reconozca y analice el contexto que vive (social, político, económica y culturalmente) para plantear soluciones viables y realistas que no afecten de ninguna manera las costumbres y tradiciones de los países y en especifico cuando hablamos de un país multicultural como México.
Llegado este punto cabe mencionar que la responsabilidad de las soluciones planteadas deberán ser co-responsables. Sociedad y gobierno van de la mano y para ello la educación juega un papel indispensable y estratégico, forzando la transformación de la práctica docente para garantizar una educación de calidad. El alumno que es, o será ciudadano en algún momento, a través de la educación deberá comprender la naturaleza de la investigación científica y tecnológica y desarrollar la capacidad para informarse sobre los “pro y contras” de esta actividad y de muchas otras, convirtiéndose así en una sociedad crítica.
Los avances científicos y tecnológicos traen consigo varios beneficios, sin embargo no podemos dejar de lado los conflictos que también se generan y que en países multiculturales como México en los que la desigualdad económica impera y una gran cantidad de la población vive en la pobreza, es casi inevitable la exclusión de varios sectores de los beneficios derivados del saber (Pueblos indígenas, comunidades rurales y campesinas)
Es momento de reflexionar y transitar hacia el desarrollo de una sociedad del conocimiento, quien presuma de querer hacerlo deberá tener como objetivo la prevalencia de condiciones de justicia social, pluralidad y democracia participativa. Solo aquella sociedad que tome decisiones pensadas en la colectividad y no en la individualidad o en el beneficio de ciertos grupos, logrará que cada individuo como parte de una colectividad tenga la capacidad y la posibilidad de apropiarse de los conocimientos disponibles y generados en cualquier parte, y de aprovecharlos para comprender y resolver mejor sus problemas. Aquí la educación continua siendo de vital importancia ya que el individuo informado y participativo tendrá la capacidad de reconocer además de los beneficios también los riesgos, los valorará y por ende podrá controlarlos, dejando no solo la carga a los expertos y a los funcionarios de gobierno, de esta manera podemos aumentar el valor de la responsabilidad al individuo.
En las llamadas “sociedades del conocimiento” los desarrollos científicos, humanísticos y tecnológicos son clave para la generación de riqueza lo cual no implica que el conocimiento se vuelva mercancía, más bien un servicio a la sociedad que brinda a cada país de la capacidad de respuesta para la solución de problemas específicos.
¿Cómo reconocer que la ciencia y la tecnología son parte de la realidad social?
Es desde las humanidades y las ciencia sociales que hoy podemos reconocer que las ciencias y las tecnologías son una parte de la realidad social y consisten en un complejo de actividades, de creencias, de saberes, de valores, normas costumbres, instituciones, entre otros, que permiten que se produzcan ciertos resultados que suelen plasmarse en las teorías y en los conocimientos científicos y tecnológicos que se usan para transformar el mundo.
Este entendimiento amplio respecto a nuestro entorno nos lleva a repensar no solo el carácter actual de nuestra sociedad, si no también el nuevo papel que adquiere la educación en todos los sentidos pero especialmente el papel de la educación en valores ya que esta no puede quedar restringida únicamente al ámbito familiar y privado. Un valor muy importante es el de la participación que aunado al crecimiento e impacto de las ciencias y las tecnologías sobre distintas dimensiones sociales y en diversas partes del mundo, está dando como resultado el interés de los ciudadanos por cuestiones relacionadas con su salud, educación bienestar, seguridad social entre otros, incidiendo en la vida cotidiana a través de transformaciones.
Si la educación y por ende el docente se modifica y compromete con la educación en valores el alumno aprenderá a convivir, compartir cooperar, disentir, discrepar, discutir, confrontar, negociar, consensuar y finalmente a decidir y participar. Bajo este esquema seguramente la participación será pública, razonada y crítica. Característica auténtica de las sociedades del conocimiento.
Para ello y como parte del proceso se deberá replantear y esclarecer las responsabilidades sociales de los docentes, de los comunicadores de las ciencias, y de cada unos de los que participen dentro del sistema de prácticas científicas y tecnológicas de las que se forme parte.
EL PARA QUÉ DE LAS COMPETENCIAS PARA LA VIDA
El siglo XXI se caracteriza por la crisis en distintas dimensiones y México es un ejemplo de ello, el estancamiento en la mayoría de los ámbitos relacionados con las garantías de bienestar social, hacen indispensable virar hacia otro camino, uno que proponga nuevas sinergias de la educación con todos los sectores de sociales y productivos a fin de garantizar la contribución de la educación en la reconstrucción de un futuro sostenible.
A nivel mundial y según algunas estadísticas ser niño en la actualidad no es tarea sencilla, dependiendo del contexto (país desarrollado, subdesarrollado, en vías de desarrollo) el sufrimiento tiene distintos matices y proporciones.
Las transformaciones de este siglo obligan a la educación a reforzar sus competencias para preparar a los niños a enfrentar una realidad caracterizada por la incertidumbre y la complejidad. Esta situación exige un currículo escolar de educación básica que pueda ayudar a los niños a tomar decisiones, a comprender el mundo y a hacer frente a riesgos y situaciones de emergencia y de supervivencia que les pudiera tocar, propiciando a futuro la prosperidad y satisfacción de las necesidades en su vida, situación que la educación actual no garantiza.
El sistema tradicional de educación vigente en México no tiene un valor formativo en el largo plazo porque una vez evaluado tiende
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