Los derechos del paciente

ENSAYO DE LOS DERECHOS DEL PACIENTE

Los derechos de los pacientes se fundamenta en que todas las personas de colombia tengan acceso a los servicios de salud sin barreras, como por ejemplo barreras de tipo naturales, me refiero a las distancias, donde las personas viven en veredas o zonas rurales y no tienen la manera de asistir a un servicio de salud, barreras físicas, como lo es una atención a una persona con discapacidades, más específicamente hablando de los sordo-mudos o los indígenas que solo hablan su lengua,  que cuenten con alguien que pueda interpretar su forma de comunicación. personas en silla de ruedas, que no tienen un fácil acceso a las instituciones, señalizaciones físicas para las personas invidentes. Estas, entre muchas otras, son las barreras con las que nos enfrentamos en Colombia y en las que el estado está en la obligación de superarlas.

El hecho de que la gran mayoría de la población colombiana este con salud subsidiada no significa que todos tengan el accesos a los servicios de salud,  la cobertura no es real, para ello, exigen cuanto tramite les sea posible para entorpecer su acceso, cuando el estado tiene el deber y nosotros tenemos el derecho a recibir la atención que necesitemos. Todos los usuarios de las Empresas Promotoras de Salud deberíamos tener el derecho a ser atendidos en nuestro sitio de residencia y que no se nos trasladen a otras ciudades, cuando los servicios están en la misma ciudad.

Todos estos derechos  que he mencionado, son derechos que no hacen parte de las resoluciones que respaldan nuestros derechos como usuarios, y seguramente se me escaparan muchas cosas más que no conozco, pero a las que deberíamos tener derecho.  

Teniendo en cuenta que todos los usuarios tenemos derechos, me surge la pregunta de si realmente los colombianos saben que tienen derechos como pacientes o usuarios del sistema de salud?

Me atrevo a decir que una gran parte de la población colombiana no lo sabe, o si lo sabe, no los conoce, y si los conoce, no hace uso legítimo de ellos.

Como bien se sabe que en Colombia la aplicación de muchas leyes, es poco real, pues estas solo se quedan en los papeles, y no existe por parte del estado ni de los organismos encargados de prestar estos servicios, la preocupación suficiente por difundir estos temas, y mucho menos por aplicar las leyes que los cobijan.

Solo basta con preguntar a cualquier colombiano, si conoce los derechos que tienen como usuario del servicio de salud publica o privada, o si saben cómo hacer para que se los cumplan, y con absoluta certeza la respuesta que recibiríamos en su mayoría seria, No los conozco y no se como exigirlos.

Basta con hacer una rápida mirada a las noticias y encontrar recurrentemente en los titulares,  donde diariamente el tema álgido, es la inconformidad creciente de los usuarios por el mal funcionamiento del sistema de salud del país.

Estos derechos que tenemos los usuarios y que están escritos en la resolución 13437 de 1991 y la resolución 4343 de 2012, son derechos constitucionales que se establecieron para garantizar un trato digno al momento de requerir los servicios de salud, en las que están en la obligación las entidades y  los profesionales de la salud, en ofertar a todos sus pacientes, sin discriminación alguna, los métodos diagnósticos y terapéuticos adecuados, según la buena práctica médica y los derechos humanos universales,  buscando siempre el beneficio del paciente.

Según la resolcion 4343 de 2012 nos dice que: “Como pacientes tenemos derecho a que se nos atienda con consideración y respeto, y garantizar la continuidad del tratamiento que se requiera, incluso en caso de que el paciente o sus representantes, rechacen determinadas opciones”, “Las consultas, el examen valorativo, y el tratamiento son confidenciales, estos deben tratarse con discreción, quienes no estén directamente implicados en su atención, deben ser autorizados por el paciente”. Pero cuantas veces se nos ve irrespetada nuestra intimidad, particularmente cuando los actos médicos se ejecutan en salas compartidas, sin las divisiones reglamentadas; y ahora con el uso del sistema al cual tiene accesos multiples funcionarios de las empresas prestadoras de salud y las instituciones prestadoras de servicios, que no están relacionados con el proceso medico, o la constante petición de la copia de las historias clínicas para los diferentes tramites que solicitan, como la autorizar de un servicio especializado, violandose asi, el derecho de confidencialiad de la historia clínica que tenemos los pacientes.

Entonces mi interrogante es: ¿porque si tengo derechos como paciente no los conozco? y si los conozco, no los exijo?. Esto pasa simplemente porque las empresas de la salud no se toman el trabajo de hacernos saber que tenemos derechos y cuáles son,   teniendo en cuenta que son ellos los que están en la obligación de socializar esa información a toda persona que se afilia a una EPS. ¿Estrategia?,¿Negligencia?. Sea cual sea la razón por la que no lo hacen, los colombianos nos confomamos con que nos permitan recibir una atención, porque es mejor eso, a que no tengamos  el servicio cuando la necesitemos, y es ahí donde concluimos que la mejor eps es con la que mejor nos ha ido.

Para que nos brindan el derecho a poder escoger libremente las instituciones de salud a la que queremos asisitir para recibir un servicio, si a la hora de ir a diligenciar cuanto requisito previo nos exigen a los pacientes, No colaboran con dicho trámite, simplemente porque tienen acuerdos con otras instituciones para que asistan a sus servicios, sin importa lo que el paciente haya elegido.

Desde el  momento en que la salud de las personas, se convirtió en un negocio, a travez de la privatización de las empresas publicas y la creación de otras entidades particulares para atender la salud de los nacionales, el deterioro de la calidad de este servicio es evidente. Y no podía ser de otra forma, pues para el particular que asume la administración de una empresa encargada de atender las necesidades medicas de los colombianos, su principal objetivo es lucrarse, ganar dinero a costa de la salud de los usuarios,  y no, el garantizar la calidad y satisfacción de este derecho humano prioritario y fundamental, universal reconocido y establecido por la comunidad internacional.

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