Los escritos del joven Marx
Enviado por Maribel Alonso • 16 de Abril de 2018 • Resumen • 10.137 Palabras (41 Páginas) • 165 Visitas
Capitulo 1: “Los escritos del joven Marx”
Marx en sus tiempos de estudiante universitario aplico con gran dedicación al estudio de Hegel, cuya filosofía contiene esto precisamente: Una teoría de la autorrealización de la plenitud de nuestra propia perfección. Marx se sumergió en el océano de Hegel, no fue en ningún momento un ortodoxo hegeliano a ciegas. A Marx le parece que el dualismo kantiano es totalmente irreconciliable con las exigencias de quien quiere aplicar la filosofía a la consecución de sus objetivos. Este punto de vista lo mantuvo durante el resto de su vida. La filosofía de Fichte dice: separar las propiedades de lógica y verdad, de la intervención del sujeto humano en un mundo en continuo desarrollo. El objeto mismo debe estudiarse en su desarrollo; no debe haber divisiones arbitrarias; lo racional de la cosa en si debe ser descubierto en su contradictoriedad y encontrar su propia unidad.
Marx se sintió obligado a seguir en su propio pensamiento el proceso global de evolución de la filosofía idealista alemana, pasando de Kant a Fichte y de este a Hegel. Lo que ante todo le atrajo a Hegel no fue el despliegue integrador de su filosofía, ni el contenido específico de sus premisas filosóficas como tales, sino el cierre por el efectuado entre las tendencias dicotómicas de la filosofía clásica alemana, que constituían el principal legado de Kant.
El impacto de Hegel sobre Marx se dio por medio de 2 fuentes, implicaba la vinculación del hegelianismo a determinadas posiciones políticas en desacuerdo con el talante conservador de Hegel. Uno de estos factores de influencia debe hallarse en las enseñanzas de Gans. Gans condimento las ideas de Hegel con una dosis concentrada de elementos saint-simonianos. Marx, en su juventud más temprana, estuvo expuesto al contacto con ideas saint-simonianas.
El segundo factor que condiciono la aceptación de Hegel por parte de Marx fue el ingreso de este como miembro en el “Club de Doctores” de la Universidad de Berlín en el cual seguían a Hegel y allí se encontraba Bruno Bauer. Este tenía una problemática inmediata que era la teología cristiana. Feuerbach público “La esencia del cristianismo” en 1841, Marx no siguió la posición de Feuerbach, como tampoco lo había hecho con Hegel.
Feuerbach pretende invertir las premisas idealistas de la filosofía de Hegel afirmando que el punto de partida del estudio de la humanidad debe ser “el hombre real” el que vive en “el mundo material, real”. El pensamiento procede del ser, no el ser del pensamiento. Feuerbach decía que Dios es un producto de la imaginación, sobre el cual el hombre ha proyectado sus facultades y poderes más elevados, y en contraste con el cual el hombre aparece como limitado e imperfecto.
La comparación entre Dios y el hombre puede ser una fuente positiva de inspiración para realizar las capacidades humanas. La tarea de la filosofía consiste en capacitar al hombre para rescatar su yo alienado, por medio del criticismo transformativo. El humanismo debe reemplazar a la religión; el amor que antes se dirigía a Dios ahora se dirige a los hombres y esto llevara a una recuperación del hombre para sí mismo.
Los aspectos de la filosofía de Feuerbach que atraían a Marx eran los mismos que al principio lo atrajeron a Hegel: las posibilidades que al parecer ofrecían de fundir el análisis con el criticismo y, de realizar efectivamente a la filosofía. Marx consigue mantener la perspectiva histórica, central en la filosofía de Hegel, y abandonada en gran parte por Feuerbach.
El Estado y la “auténtica democracia”
Según Marx, Hegel da categoría de sujeto a los predicados, los objetos, pero lo hace separándolos de su verdadera subjetividad, el sujeto. El análisis de Marx consiste en volver a identificar al verdadero sujeto y en esbozar el proceso de su objetivación en las instituciones políticas del Estado. Es el mundo ideal que tiene que entenderse como un resultado histórico real.
Para Hegel, la sociedad civil es un ámbito de egoísmo desenfrenado donde se incita a cada hombre a competir contra todos los demás. Estado es el ámbito universal que corta por lo sano los intereses egoístas de las acciones humanas en la sociedad civil. El individuo que actúa queda subordinado a los ideales de participación política encarnados en el Estado, el cual aparece así como la fuerza motriz del desarrollo social.
En la religión, los hombres participan de un mundo imaginario, irreal, de armonía, belleza y satisfacción, mientras viven en la práctica cada día en un mundo de dolor y de infortunio. El Estado es una forma alienada de la actividad política y da cuerpo a unos derechos universales. En los Estados existentes, la participación general en la vida política es el ideal, pero la prosecución de intereses particulares es la realidad.
En la polis griega, todo hombre era un zoon politicón: lo social y lo político estaban fundidos indisolublemente. No se distinguían la vida privada y la pública, y los únicos individuos privados eran los que carecían en el rango público de ciudadanos. En la Edad Media, el poder político estaba directamente condicionado por la división de la sociedad en órdenes socioeconómicos estables. La misma noción de Estado en cuanto distinta de sociedad civil es cosa de los tiempos modernos. La posesión de bienes determina en gran medida el poder político de la forma de participación general en el gobierno.
Marx denomina “verdadera democracia” que se supere la alineación entre el individuo y la comunidad política, por medio de la resolución de la dicotomía entre los intereses egoístas de los individuos en la sociedad civil y el carácter social de la vida política. En la democracia el principio formal es al mismo tiempo principio material. El sufragio universal otorga existencia política a todos los miembros de la sociedad civil.
Praxis revolucionaria
La “Critica” es la clave de interpretación de la teoría del Estado, y de la posibilidad de su abolición. En 1844, Marx expresaba en una carta a Ruge su convicción de que debían cuestionarse todos los “dogmas”, tanto religiosos como políticos: La reforma de conciencia debe ser nuestra consigna electoral mediante el análisis de la conciencia mistificada, tanto en el terreno religioso como político… La abolición de la religión es el requisito para su felicidad real. La crítica de la religión es en embrión, la crítica del valle de lágrimas que la religión rodea de un halo de santidad.”
La aportación de Alemania al avance social de las naciones europeas se limita al reino de las ideas. Los alemanes son “contemporáneos filosóficos del presente”. Se procurara la abolición de este estado de cosas por medio del criticismo filosófico, ya que este hace conservar la dislocación que existe entre ideas y realidad. Es necesario ponerse manos a la obra en “problemas para cuya solución no existe más que un medio: la práctica.
Alemania tiene que experimentar una reforma radical: des este modo Alemania puede elevarse a nivel oficial y a la altura humana. De esta manera Alemania quedara en alto ante los demás estados europeos. Pero para esto se necesita que el país se vinculó con la crítica “teórica” de la política con la experiencia de un grupo social concreto que se ha vuelto revolucionario por su posición en la sociedad. Hasta el presente, indica Marx, el bajo nivel de desarrollo económico de Alemania significa que el proletariado industrial solo comienza a crecer.
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