MEDIACIÓN DESDE LAS CONSTRUCCIONES DE GÉNERO

Universidad Católica del Norte

Centro de Educación a Distancia

TRABAJO MÓDULO N°2

                            MEDIACIÓN DESDE LAS CONSTRUCCIONES DE GÉNERO

NOMBRE COMPLETO: ISABEL MAGDALENA TOLEDO AGUILAR

PROGRAMA DE ESTUDIOS: POSTITULO Y DIPLOMADO EN MEDIACIÓN FAMILIAR

          SEPTIEMBRE, 2015        

De acuerdo al caso expuesto, y teniendo como referencia las lecturas obligadas del Módulo 2, aplique los contenidos según se solicita:

1. Analice y argumente la importancia del enfoque de género al llevar a cabo el proceso de mediación.

            La perspectiva de género, ha ido, progresivamente introduciéndose en diferentes aspectos de la vida, ya sea  social, económica y cultural,  como necesidad manifiesta, de buscar la igualdad entre lo  femenino y masculino.  Por ello, la mediación familiar, no ha quedado ajena a ello, y pese  a que es un tanto complejo encontrar un gran número de literatura que haga referencia a la perspectiva de género aplicada a Mediación Familiar, es evidente que existe aún, un vacío en relación a este tema, sin embargo, y lo importante, es que dentro de las políticas sociales, ya se habla, se practica, e incluso están apareciendo algunos resultados de estudios, tales como el “Diseño, aplicación y análisis de encuesta de satisfacción de usuarios/as con enfoque de género del sistema nacional de mediación familiar” del  año 2013, cuyo documento fue preparado por  Asesorías Profesionales ETNOGRÁFICA.

   No obstante, hay que recordar que el género, como construcciones sociales de las diferencias sexuales, se adquiere a través de un proceso denominado aprendizaje cultural, y en base a ello, las personas tenemos percepciones, las  cuales en ocasiones pueden ser sesgadas, por los sistemas de creencias, y por las experiencias subjetivas y colectivas, y es aquí donde pueden producirse conflictos basados en discriminación de género. En el caso planteado, por ejemplo, es fácil visualizar que la socialización de género produce consecuencias distintas para Cecilia como para Rubén, donde éste último tiene creencias respecto a estereotipos de género, que generan ruido en la relación de ambos. Lo anterior, pues, cada persona ve la realidad según su concepción, la cual puede ser distinta de la mirada de otra persona, respecto a lo que hombres y mujeres deben ser o hacer; y es claro, que en el caso de Rubén, ser mantenido por su mujer, no es aceptado por él, pues asoció en sus creencias, que el hombre es quien debe proveer en el hogar. Por ello, en el ámbito de la mediación familiar,  se puede potenciar a que los protagonistas comprendan que existe la posibilidad de que la mirada que ellos tenga de los hechos, pueden estar equivocadas.

Es por ello, que la incorporación del enfoque de género al proceso de mediación, es fundamental, en primer lugar, hay que pensar que  los modelos familiares han ido evolucionando, de manera que esta adaptación supone un  nuevo papel de las mujeres en la sociedad. La incorporación de la mujer al mundo del trabajo, por ejemplo, ha traído importantes transformaciones en todos los niveles e instituciones de la sociedad, incluidas las familias por lo que, esta nueva perspectiva debe ser también considerada en la resolución de conflictos familiares. Incluir la perspectiva de género, permitiría en el caso de Rubén y Cecilia, reconstruir la historia familiar y abordar el conflicto desde los roles asignados a cada miembro de la familia y a sus realidades, lo que, en consecuencia haría que las soluciones aportadas fueran no sólo más justas, sino también más acordes a la nueva sociedad.

Al abordar un conflicto, desde la perspectiva de la teoría de género,  se potencia a que cada persona comprenda que su visión puede estar sesgada por concepciones de género rígidas, como por ejemplo,  creer que una mujer no  puede trabajar porque debe  abocarse a las labores de hogar, o que Rubén pueda tener un trabajo en donde perciba menos salario que Cecilia.  Asimismo, el enfoque de género en mediación, permite también, evidenciar cuando un conflicto tiene su base en esta temática, y ello es fundamental, puesto que las concepciones de género, pueden ser susceptibles de sufrir transformaciones, lo cual, evidentemente es muy positivo, pues en un proceso de mediación, se pueden incluir elementos tendientes a reeducar, resocializar y/o relativizar formas de relaciones basadas en estereotipos e ideas rígidas respecto de lo femenino y o masculino, y que en muchos casos son estos mismos elementos, los que obstaculizan la resolución de conflictos.

Por último, dentro de las lecturas interesantes y atingentes, encontré una autora, Lisa Parkinson, que en su libro “Mediación Familiar: Teoría y Práctica, principios  y estrategias operativas”, presenta el tema del género relacionado con el poder dentro de la estructura familiar, tanto en la parte material como emocional, y de ello, destaca su visión respecto a que en mediación familiar se dan situaciones de desequilibrio sobre todo económico por el desconocimiento o la ignorancia de una de la partes sobre ese aspecto. Una de las partes la ha tenido bajo control y la otra maneja una gran desinformación. La autora señala que generalmente la situación de la mujer es más desfavorecida en lo que a lo económico se refiere pues sus sueldos son más bajos a pesar de tener una condición intelectual y de capacidades técnicas igualadas a las de un hombre. Para ella es simplista la visión de que el hombre ostenta el poder sobre la mujer y es refutada por la experiencia en mediación, ya tanto mujeres como hombres obtienen beneficios. La intervención del mediador o mediadora según Lisa Parkinson,  ha de ser pro-activa en ayuda de una de la partes en una determinada situación sin perder el equilibrio en el proceso, lo cual efectivamente, hará que éste sea enriquecido, pues produce confianza, más aún si éste proceso de mediación, cuenta con un/a co-mediador/a, lo cual, pensando en sesiones de la pareja presentada en el caso práctico, a Rubén sobre todo, le daría tranquilidad en la medida que él vea que el proceso es justo, y que no hace diferencia en cuanto a género, lo cual aportaría a una mayor predisposición de resolver los conflictos existentes.

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