Matrimonio Homosexual
Enviado por pipo001275 • 28 de Abril de 2013 • 1.682 Palabras (7 Páginas) • 466 Visitas
El Matrimonio Homosexual: ¿Una opción para Chile?
No es difícil percatarse de que el debate respecto al matrimonio de personas del mismo sexo ha dejado de ser una simple discusión pasajera. Reflejo de ello han sido las numerosas manifestaciones de los ciudadanos homosexuales del país y las iniciativas legislativas que han sido presentadas por diferentes sectores del gobierno. Sin embargo, la temática ha sido recurrente durante los últimos cinco años, y solo el paso al frente que ha dado la legislación argentina respecto al asunto pareciera reavivar los ánimos, provocado así encendidas declaraciones desde la mayoría de los sectores sociales, en torno a la materia.
En lo estrictamente jurídico, es interesante ver los alcances que esta discusión genera. Y es que en un primer momento, en el que nadie parecía dispuesto siquiera a pronunciar la frase “matrimonio homosexual”, los políticos del país, motivados por el clima electoral, se apresuraron a recurrir a la “unión civil”, como una forma de satisfacer los intereses de aquéllos con preferencias homosexuales, sin tener que entrar en el terreno (entonces intocable) del matrimonio. No obstante, ahora nos encontramos una discusión legislativa, que de seguro volverá a exacerbar las diferencias ideológicas, no sólo de nuestros políticos, sino tanto más interesante, de nuestra doctrina jurídica.
Nace así una interrogante común entre los ciudadanos y estudiosos del tema que modificaría de forma considerable nuestra doctrina legislativa y jurídica, planteándonos si ¿la unión entre homosexuales puede ser considerada como matrimonio? Evidentemente no. La palabra matrimonio viene del latín “matrimonium”, cuya raíz es la palabra “mater”, madre, que enfatiza la procreación de una prole como característica de una unión heterosexual que lo posibilite. Pero ya sean homosexuales masculinos ó femeninos los que se unen, el fruto de ese tipo de unión justamente excluye por el procedimiento natural la obtención de una descendencia. El diccionario de la RAE define el matrimonio como: Unión de hombre y mujer concertada mediante determinados ritos ó formalidades legales. Por esto legalizar el matrimonio homosexual, es sin lugar a dudas, negar rotundamente lo que es un matrimonio, ya que este no es solo una construcción social, sino un universal cultural. El matrimonio es la base para la formación de la familia y no es simplemente una forma de legitimación del sexo.
Por otro lado, el porcentaje de homosexuales que realmente quieren casarse es mínimo y en los lugares en que se ha legalizado esta unión, han sido relativamente pocos los matrimonios homosexuales. Ejemplos como que en Holanda el matrimonio entre homosexuales es legal desde el 2001 y sólo el 4% de los homosexuales se casaron durante los cinco años posteriores a su legalización. Por lo tanto, si se llegara a aprobar una ley legislativa y jurídica que permita a parejas del mismo sexo a contraer matrimonio serian muy pocas las parejas que efectivamente se casarían ¿Para qué crear una legislación que trae tantos problemas arraigados y que será utilizada por tan pocos? Cuando simplemente, se podría beneficiar a más personas, incluyendo parejas del mismo sexo, parejas que no deseen consumar el matrimonio, parejas que han convivido durante un largo plazo, la camaradería afectiva, etc. creando una iniciativa de unión civil o “parejas de hecho”.
Con respecto al discurso utilizado por los movimientos homosexuales nacen dos problemáticas importantes, la primera es que las proclamas de discriminación y negación de derechos son falsas, para evitar abusos o desamparo legal a parejas homosexuales no hace falta aprobar el matrimonio homosexual, ya que la mayoría de los beneficios de un matrimonio puede regularse a través de acuerdos legales (por ejemplo, en relación a herencias, transmisión de bienes, propiedades compartidas, etc.), y la segunda pero no menos importante es que si se legaliza el matrimonio entre dos individuos del mismo sexo generaría que, usando los mismo argumentos utilizados por la comunidad gay, los individuos pertenecientes a otros grupos de preferencia sexual como el incesto, la zoofilia, la poligamia o cualquier otra demanda similar sea también legalizada. Esto último me parece peligroso e innecesario, y creo que nuestro gobierno no debería tomar ese riesgo, el riesgo de amenazar completamente ante la moral construida desde nuestros inicios y destruirla por completo, gracias a una ley que podría llevar a nuestro país a un caos moral y la pérdida de nuestra costumbres, conjunto de creencias, y normas que rigen nuestra concordancia con la sociedad, algo que sin lugar a dudas podría ser evitado.
Analizando la situación en un orden legal y jurídico, nos damos cuenta que sólo en 1998 se derogó el artículo 365 del Código Penal, que penalizaba la sodomía propiamente tal, es decir, las relaciones sexuales entre varones adultos. Demostrando así la ardua batalla para conseguir establecer una moral de acuerdo a nuestra tradición y naturaleza.
La legislación actual chilena establece la heterosexualidad
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