Medio Ambiente, Desigualdad Y Economía: La Situación Mexicana
Enviado por anagastelum • 27 de Mayo de 2014 • 1.568 Palabras (7 Páginas) • 274 Visitas
Los economistas nacionales y extranjeros continúan prestando atención al estado de la economía mexicana, poniendo especial atención en el magro desempeño económico de las últimas décadas (Mántey 2011; Moreno–Brid y Ros 2009; Sánchez Juárez 2011; Hanson 2010; Kehoe and Ruhl 2010). El misterio pareciera ser porqué a pesar de las radicales reformas inspiradas en el Consenso de Washington, la tasa de crecimiento económico en México ha sido anémica. La evidencia es mixta; parece que justo cuando las reformas deberían haber empezado a producir los efectos esperados, China fue aceptada en la Organización Mundial del Comercio (OMC). En perjuicio de México, China se convirtió en un importante exportador de los mismos bienes que habían conformado la base de la estructura exportadora de México. En contraste, otros países latinoamericanos exportan minerales, productos agrícolas y otras materias primas a China, de modo que se han beneficiado a medida que la economía china ha florecido (Hanson 2010). Una ironía adicional es que México podría estar sufriendo por su cercanía a la economía estadounidense. La maldición geográfica sugiere que un fácil acceso a un mercado amplio y desarrollado y teniendo bajos costos de transporte, las manufacturas mexicanas han estado protegidas contra la competencia intensa de las mercancías provenientes de naciones exportadoras alejadas de Estados Unidos. La economía mexicana ha sido –se ha dado el lujo de ser– negligente e ineficiente. Así, cuando China realizó las reformas necesarias para obtener el acceso a la OMC rápidamente se convirtió en una gran fuente de importaciones estadounidenses y los proveedores mexicanos quedaron atrapados en una trampa de productividad.
El consenso parece ser que los modelos ordinarios de comercio internacional no sugieren que un incremento del comercio necesariamente sea positivo para la productividad, ni que estimule el crecimiento del producto interno bruto (PIB) real –aunque se dice que el comercio provoca un aumento del bienestar. Kehoe y Ruhl sugieren que las reformas de mediados de los años 1980 fueron beneficiosas ya que "[...] el bienestar se incrementó más que el pib en México [...]" (Kehoe y Ruhl 2010:1007).
La cuestión del bienestar, a pesar de un crecimiento exiguo, nos lleva al problema de la desigualdad. Específicamente ¿cómo se mide el grado de bienestar y, por tanto, cómo podemos estar tan seguros de que el bienestar se ha incrementado? Hanson (2010), por ejemplo, llama la atención sobre las importantes fallas en la arquitectura institucional de la economía mexicana. Por ejemplo, la oferta de crédito al sector privado en México es particularmente baja –menos de 18% del pib. En este aspecto, México presenta una situación similar a la de Argentina y Venezuela, pero está por debajo de Colombia y Perú. La razón crédito al sector privado/piB de México es sólo la mitad de la de Brasil. Las reformas financieras han incrementado los préstamos hipotecarios y para la compra de automóviles pero han tenido un escaso efecto para estimular el crédito comercial, que es donde podrían crearse puestos de trabajo. Los pequeños empresarios en particular son los que tienen más restricciones para acceder al crédito (Hanson 2010). McKenzie y Woodruff reportan que la tasa de retorno sobre capital se encuentra en un rango de 20–32 por ciento mensual –es decir, 5 a 6 veces por encima de la tasa de interés de mercado (McKenzie y Woodruff, 2008). Estas tasas son posibles sólo porque las pequeñas empresas no tienen acceso al crédito. Podríamos mencionar muchos ejemplos de oportunidades económicas sofocadas.
La pregunta relevante es si un mayor crecimiento de la economía mexicana durante los últimos años hubiera reducido el nivel de desigualdad. Si bien esta es una pregunta sin una clara respuesta, se puede afirmar que no existe una relación lineal entre el crecimiento económico y el nivel de desigualdad social. Más aún, en ciertas circunstancias el crecimiento económico podría provocar polarización en la distribución del ingreso, el agotamiento de los recursos naturales y el deterioro del medio ambiente.
En el presente número de Investigación Económica ofrecemos un conjunto de trabajos sobre desigualdad y desarrollo ambiental y socioeconómico porque consideramos que se ha prestado poca atención al tema de la desigualdad en México. En el mismo sentido, hay pocos estudios que analicen el nexo existente entre los temas de desigualdad con los problemas del medio ambiente.
El trabajo de López–Feldman, Taylor yYúnez–Naude presenta evidencia de que en el sector rural mexicano la extracción de recursos naturales –y la dependencia de los hogares de dichas actividades– es una actividad realizada principalmente por hogares pobres. El ingreso de éstos originado en recursos naturales representa en promedio 16% del ingreso total del quintil más pobre de la población rural, pero solamente 1% del correspondiente al quintil más rico. Es decir, la desigualdad en la distribución de la riqueza al nivel de municipios está positiva y significativamente correlacionada
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