Mi Primer Experiencia Docente

Mi primer experiencia docente

El día viernes 11 de noviembre de 2011 a las 5:30 p.m. fue mi primera vez como maestra frente a un verdadero grupo de secundaria (el encantador e inolvidable 1°D). Estaba muy nerviosa pero al entrar al aula y ver a mis pequeños alumnitos felices de tener una clase conmigo perdí el temor a fallar.

Recordé la visita previa cuando observe al grupo todo el día, conviví con ellos y ubique el papel que tomaba cada uno dentro del salón tal y como lo decía Hans Aebli “Se debe tomar en cuenta el lugar que se tiene dentro del grupo, identificar a los líderes y los miembros con influencia hacia los demás”.

Durante la visita previa pedí algunos cuadernos de los estudiantes para darme una idea de la forma en que el maestro desarrollaba y concluía los temas o proyectos y pude darme cuenta del enorme esfuerzo que se hace para lograr que los alumnos deduzcan sus propias conclusiones que es lo que se intenta con el constructivismo y del cual hace referencia Souto Gonzales “el cuaderno de los alumnos puede constituir un instrumento a través del cual seguir su evolución. Permitirá por tanto, propiciar espacios de expresión rica y espontanea en los cuales podemos advertir en qué medida el alumno se refiere a procesos propios de la metodología científica”.

Me sentía segura respecto a mi planeación había tomado en cuenta varios aspectos: el tema, las características del grupo en general, lo que el maestro me había comentado sobre la forma en que trabajan y el propósito de mis actividades. Tal como lo señala Graham Butt “Para hacer una planificación se debe tener cierto conocimiento de lo siguiente: las capacidades de los estudiantes, ¿Qué creo que deben aprender los estudiantes?, ¿Cómo creo que aprenderán mejor?”.

Desde que estaba preparando mi práctica semanas atrás tenía muy bien planteado el tipo de clase que quería impartir, estaba segura de dominar el tema, de querer presentarlo de una forma que a ellos les llamara la atención y que ellos lo pudieran asociar inmediatamente con su entorno. Como nos dice Antonio Ballesteros “La escuela actual se plantea como obligación primaria la necesidad de la adquisición de un mínimo de saber por los alumnos. Para que esa adquisición se realice, el maestro ha de dominar ese contenido, pero además ha de dosificarlo, asociarlo, adaptándolo a la índole de sus alumnos”

Considero que me fue muy bien en mi práctica porque durante está, tomé en cuanta a mis alumnos en todo momento, les dejaba opinar en todo momento siempre y cuando fuera referente a la clase, porque estoy segura que los alumnos saben muchas cosas y quieren expresarlas. Como Tomlinson menciona “Debe abrirse un espacio para la palabra, no censurar de forma inmediata las analogías falaces, las explicaciones animistas, los razonamientos espontáneos, con el pretexto de que conducen a conclusiones erróneas”.

Sé

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