Momentos de verdad con experiencia propia

Momento de la verdad

-Ingresamos a la oficina del hotel Decameron y establecimos el primer contacto visual con la asesora mientras esperamos nuestro turno y en ese momento vimos lo organizado de la oficina.

-Cuando es nuestro turno la asesora nos saluda muy gentil y nos dice que nos pongamos cómodos y ahí empieza la primera comunicación verbal con la empleada del lugar.

-Nosotros solicitamos información sobre un plan con todo incluido en la isla de san Andrés y muy cordialmente la asesora nos responde afirmativamente que cuentan con disponibilidad y nos ayuda a buscar una semana para el viaje.

-La asesora nos apoya escribiéndonos detalladamente el costo del viaje y la estancia en el hotel, y nos escribe también para mejor comprensión que incluye la tarifa.

-La asesora nos pregunta qué más necesitamos y muy formalmente nos detalla que si tenemos una duda con respecto a la cotización podemos llamarla o acudir a la oficina nuevamente.

-Antes de salir la asesora y nosotros nos despedimos muy cordialmente con toda la información bien detallada.

Experiencia:

La oficina de Decameron inmediatamente al entrar nos mostró que es una empresa organizada y con historia en este tipo de servicios, y por lo que vimos su decoración es acorde y enseguida sabemos en qué sitio estamos. La empleada del lugar es muy atenta y nos hace sentir a gusto y con confianza y nos responde amablemente a las inquietudes que le formulamos, la atmósfera que vivimos en el lugar es agradable e invita a tomar el servicio por la buena atención y capacidad del empleado de explicar cada detalle del servicio de hospedaje que podríamos tomar.

Restaurante:

Momento de la verdad

-Entramos al restaurante “el rancherito” y observamos que habían mesas disponibles y nos disponemos a tomar asiento.

-Pasado menos de un minuto un empleado del restaurante nos ve y muy atentamente nos sale a recibir

-El mesero nos entrega la carta y nos dice amablemente que lo llamemos cuando estemos listos para ordenar

-inmediatamente lo llamamos acude a nosotros gentilmente, toma su pedido y se le nota la disposición de atendernos bien.

-Después de unos 15 minutos nos trae nuestra orden completamente y nos pregunta qué más deseamos y nosotros gentilmente le comunicamos que así esta bien.

-al momento de degustar el plato quedamos satisfechos y sin ningún tipo de queja.

-Al ver el mesero que terminamos se acerca y nos proporciona la cuenta del servicio muy ágilmente y amablemente.

-Al momento de pagar todo es ágil sin cola de espera y nos atienden muy cordialmente y nos desean una feliz tarde.

-nos despedimos del mesero y el nos devuelve el saludo con una sonrisa y salimos del restaurante.

...