Planteamiento del Problema- Conflicto en Somalia

Conflicto en Somalia

Planteamiento del Problema

El conflicto en Somalia es una situación que está ocurriendo desde hace

aproximadamente treinta años en donde diversos grupos armados o clanes desean poder

controlar el país, este se encuentra ubicado en el Cuerno de África específicamente al

sureste del continente africano. Sobre este conflicto se explica que es una guerra civil intra

e interclanica, donde existen alianzas y rupturas de estas, en (Perazzo, Conflicto en el este

de África: Somalia y La Guerra Civil, Reconociendo mundos, 2009). Los orígenes de este

conflicto se remontan al año 1960 en el cual se logró con la independencia del país dejar de

ser Somalia Británica y Somalia Italiana para convertirse en una sola nación sin dominio

extranjero. En 1969 tomó la presidencia del país el líder Mohamed Siad Barré, tras derrocar

al ex presidente por medio de una revolución liderada por él mismo. Barré quien en sus dos

periodos de gobierno fue un líder socialista y mantuvo al país en una estabilización

favorable, hasta el año 1991 que ocurrió su derrocamiento ya que los clanes que existían en

la nación exigían que Somalia fuera un país más autónomo. El objetivo de esta

investigación es conocer el porqué tras la destitución de Barré, Somalia quedó en una

desestabilización estatal, sin gobierno y divididos en diferentes territorios donde los grupos

armados liderados por los señores de la guerra han entrado en una batalla armada para

obtener el control sobre el estado somalí sembrando el caos entre la población civil.

Para 1991 los dos grupos armados que estaban más involucrados en el conflicto

pertenecen a una fracción de la USC (Congreso de Somalia Unida) encabezados por

Mahamed Farad Aydeed y Ali Mahdi Mohamed. Entre los años de 1991 y 1992 las batallas

entre ambas partes fueron causas de una crisis humanitaria al disputarse una lucha por el

dominio de Mogadiscio (capital de Somalia), la ciudad ya se encontraba dividida en norte y

sur, donde el norte estaba al mando las fuerzas de Mohamed y al sur las de Aydeed, esto a

causa de los anteriores enfrentamientos entre las partes involucradas. Siendo Mogadiscio el

centro de combate para ambos líderes, sobre esta situación (Perazzo, Conflicto en el este de

África: Somalia y La Guerra Civil, Reconociendo mundos, 2009) dijo la ciudad quedó

hecha pedazos, sin servicios de agua o electricidad, personas sin casas, 14.000 muertos y

más de 200.000 refugiados, otros miles quedaron en condiciones poco favorables como

mutilados, paralítico o parapléjicos. También en el año de 1992 se originó una crisis

humanitaria en Somalia, por la situación que estaba viviendo Mogadiscio y el resto del país.

Somalia estaba viviendo una crisis humanitaria como consecuencia de la guerra civil

que estaba ocurriendo en el país, esta situación se estaba dando a conocer por parte de los

medios internacionales y siendo tema a tratar en la Naciones Unidas. Partiendo de la

resolución 751 del Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones

Unidas) 1992, se organizó una operación para ayudar a controlar los enfrentamientos

armados, conocida como ONUSOM (Operación de las Naciones Unidas en Somalia), lo

cual no funciono y no se produjo ningún cambio por más que diversas organizaciones como

La Cruz Roja Internacional y El fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)

se unieran a la lucha. Fue requerida una intervención militar con ayuda de EE. UU, se

enfatizó que “serían necesarios todos los medios con el fin de establecer cuanto antes un

ambiente seguro para las operaciones de socorro humanitario en Somalia” apoyado en

(resolución 794 del Consejo de Seguridad, 1992).

Esta operación contó con 24.000 soldados norteamericanos y 13.000 provenientes de

otras Naciones, posteriormente el 9 de diciembre de 1992 Aydeed y Ali Mahdi se daban la

mano frente a cámaras de medios de prensa internacionales, pactando un acuerdo que solo

existía en la mente de los televidentes. Este revuelo mediático en Mogadiscio “se originó de

la Operación Restaurar la Esperanza, el esfuerzo militar liderado por Estados Unidos para

restaurar una apariencia de calma en el país plagado de hambre y permitir la entrega de

alimentos y medicamentos” dijo (Lancaster, Golpeando La Playa en el Resplandor de la

Noche, The Washington Post, 1992), esto no funcionó ayuda ya que los enfrentamientos

siguieron, la guerra de poderes para hacerse del país continuó.

Para el año 1999 se descubrió que la organización considerada como terrorista por parte

de la comunidad internacional Al Qaeda operaba en Mogadiscio, esto colocó al país en el

foco internacional nuevamente. Aún Somalia estaba sin un gobierno a la cabeza del país,

fue hasta que en la Conferencia por la Reconciliación Nacional de Somalia, organizada bajo

los auspicios de la IGAD en 2000, se formó el llamado Gobierno Nacional de Transición

(GNT) para Somalia, se comenta en (Reig, Somalia Descripción del Sistema de Clanes,

CEAR, 2012). Con la formación del GNT se nombró como nuevo presidente del país a

Abdiqasim Salad Hassan, su gobierno de transición instalado en la capital, Mogadiscio,

cuenta con el apoyo de NNUU, la UE y la Liga Árabe. No obstante, este gobierno sería

rechazado por diversos señores de la guerra por el cual el conflicto continúa actualmente

entre los enfrentamientos y conversaciones de paz como las que se iniciaron el 27 de

octubre de 2002 en Eldoret (Kenya) y que posteriormente se trasladaron a Nairobi (Kenya)

en febrero de 2003 que no llegan a un punto final.

Seguido a eso, en septiembre del 2003 se volvieron a dar negociaciones que se

rompieron a finales de mes por el abandono de ciertos líderes tribales que no aceptaban las

propuestas esgrimidas. Finalmente, las conversaciones consiguieron dar sus frutos y, el 29

de enero del año 2004, distintos líderes somalíes llegaron a un acuerdo para formar un

parlamento compuesto por 275 miembros  que se tomaron el tiempo de elegir al nuevo

presidente de la República. Este sería Yusuf Ahmed, por su fama de líder ya que lo

describían como despiadado e inflexible (Calatayud, Yusuf Ahmed, de ‘señor de la guerra’

a presidente, El País, 2012), que a su vez, nombró

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