Primeros eslabones de la humanidad

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR DE LA EDUCACIÓN

U.E. COLEGIO MAESTRO JOSÉ MARTÍ

CORO ESTADO FALCÓN

PRIMEROS ESLABONES DE LA HUMANIDAD

Integrante:

Calles Andrea

4to Año.

Sección “U”

SANTA ANA DE CORO; ABRIL 2020

PRIMEROS ESLABONES DE LA HUMANIDAD

El estudio de la evolución humana es en extremo interesante, es un hecho y un proceso del mundo de lo viviente ampliamente investigado; además de antiguo, por lo cual la comunidad científica ha dedicado amplia parte de su trabajo al estudio tanto del proceso en sí como a los diferentes ejemplares que la protagonizan. De esta manera, se han descubierto varios eslabones, evidencia del complejo proceso evolutivo del que hoy somos resultado.

Aunado a esto los descubrimientos sobre este proceso, no dejan de aparecer, dispersos en distintas lugares del planeta tierra. Algunos de ellos son contradictorios con las teorías, hasta ahora, comúnmente aceptadas. La evolución biológica como hecho de la naturaleza, consiste en el proceso de cambios que ocurren a lo largo de varias generaciones de organismos, dando origen a formas nuevas y eventualmente a especies nuevas a partir de la descendencia con modificaciones desde ancestros comunes.

Cabe destacar que estos cambios son posibles, porque en la naturaleza, en las poblaciones de cualquier organismo, continuamente aparecen nuevas variantes como resultado del proceso de mutación, es un proceso que no está dirigido hacia alguna meta, pero que responde a las necesidades de esos organismo, en función de estímulos externos, medioambientales, tales como el clima, la temperatura, la falta o exceso de alimentos entre otros.

Por su parte la evolución humana o hominización, es un hecho de la naturaleza que se entiende como el largo proceso de cambio biológico, que se produjo en la historia a partir de un ancestro común primate y a partir del cual derivó nuestra propia especie, lo que hoy conocemos como “humano moderno”. A partir de esas evidencias científicas se trata de mostrar cómo los aspectos físicos y de comportamiento  que nos caracteriza como especie han resultado de esta evolución a partir de ese ancestro común hace unos 5 millones de años.

Si bien es cierto el proceso evolutivo, responde a una peculiaridad determinante de nuestra especie y que nos hace únicos. Nuestra tremenda capacidad de adaptación. Por medio de ella, hemos conseguido superar innumerables dificultades, tremendas crisis, cambios radicales de clima y sin embargo hemos sido capaces, ya no solo de adaptarnos y sobrevivir, sino de evolucionar y desarrollar nuestra cultura hasta lo que somos hoy. No cabe duda que la humanidad en nuestro conjunto, somos unos auténticos supervivientes.

Es importante destacar que la  teoría aceptada hasta la fecha sostiene que, entre seis y siete millones de años atrás, una rama de primates del este de África empezó a evolucionar en una doble dirección. chimpancés y bonobos, por un lado; los humanos. En ese proceso, uno de los primeros rasgos humanos, y que se utilizan como punto de referencia del inicio de la humanidad,  es el bipedismo, o habilidad de caminar sobre nuestras dos piernas,  la aprendimos hace unos 4 millones de años y nos permitió echar la vista al frente y divisar el peligro a lo lejos, tras descender de los árboles.

De igual manera la teoría científica, nos considera como somos primates. Nuestras características físicas y genéticas muestran ese gran parentesco con los simios que hace a mucha gente confundirse con los monos. Y esto es por ese antepasado común que compartimos. Un antepasado que vivió entre hace 8 y 6 millones de años en África, donde se produjeron los principales cambios. Lo anterior se evidencia arqueológicamente. El estudio de dicho proceso requiere un análisis interdisciplinar en el que se sumen  conocimientos procedentes de ciencias como la genética, la antropología física, la paleontología, la estratigrafía, la geocronología, la arqueología y la lingüística. 

Los científicos han estimado que las líneas evolutivas de los seres humanos y de los chimpancés se separaron hace 5 a 7 millones de años. A partir de esta separación, la estirpe humana continuó ramificándose, originando nuevas especies, todas extintas actualmente. Al realizar un mapeo del genoma humano actual, se observa que Homo sapiens comparte casi el 99% de los genes con el chimpancé y con el bonobo. Para mayor precisión, el genoma de cualquier individuo de nuestra especie tiene una diferencia de sólo el 1,24 % respecto al genoma de Pan troglodytes (chimpancés) y de 0,65 % respecto al genoma de los gorilas.

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