Proceso Electoral
Enviado por darlinZ • 11 de Septiembre de 2014 • 1.747 Palabras (7 Páginas) • 191 Visitas
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Discurso pronunciado por el Presidente Juan Bosch ante la Asamblea Nacional el día de su juramentación. (27 de Febrero de 1963)
El Doctor Segundo Armando González Tamayo y yo acabamos de jurar que desde nuestros cargos de Vicepresidente y Presidente de la República cumpliremos y haremos cumplir la Constitución y las leyes que nos gobiernan; y decimos con propiedad que nos gobiernan, por que en una democracia no debe haber más gobierno que el de las leyes, y los hombres, cualesquiera que sean sus posiciones están llamados a ser sólo ejecutores de esas leyes.
Ahora bien, al mismo tiempo que ejecutores de las leyes, nos toca ser representantes y defensores del pueblo; y en nombre de ese pueblo que esta aquí, frente a nosotros, y también mucho más lejos, en ciudades y en villorios apartados, solicitamos del Congreso Nacional las leyes indispensables para afirmar en este país no sólo la democracia política, sino también la democracia económica y la justicia social. De ustedes senadores y diputados elegidos por el pueblo- sean del partido que sean-, el gobierno que se inicia hoy espera un trabajo continuo para darles a los dominicanos un puesto bajo el sol entre los países avanzados de América.
América nos observa con interés y con amor, como lo atestigua la presencia en este acto de gobernantes del Hemisferio y de visitantes distinguidos venidos de todos los confines americanos. Nunca antes se habían reunido en República Dominicana tantos hombres ilustres elegidos por sus pueblos para las mas altas funciones de gobierno, tantos lideres de partidos populares, tantos representantes legítimos de la cultura continental. La feliz reunión de estos grandes señores de la política y del pensamiento, a todos los cuales debemos gratitud por el afán que pusieron en ayudarnos a ser libres, es sólo una muestra de ese interés y ese amor con que están mirándonos los pueblos hermanos del Hemisferio. Como país americano, debemos hacer uso inteligente de nuestros recursos políticos para dar a ese interés y a ese amor carácter oficial dentro del sistema regional de pactos y tratados que unen a todo el Continente, si echar en el olvido que los pueblos nuestros quieren actuar juntos en defensa de sus libertades democráticas pero al mismo tiempo tienen un vivo sentimiento de orgullo por el legado de soberanía nacional que recibieron de sus fundadores.
Como país americano nos hallamos en el centro de la gran corriente revolucionaria que esta sacudiendo al Nuevo Mundo, y si tomamos en cuenta que esa fuerza poderosa es más potente en países que no pudieron desarrollarse a tiempo debido a que se lo impidieron las tiranías u otras fuerzas sociales negadas al progreso, debemos admitir que en República Dominicana estamos obligados a avanzar de prisa como sea posible hacerlo sin salirnos en momento alguno de las normas democráticas, las cuales exigen que se respete el derecho ajeno, por que si respeto al derecho ajeno no puede haber paz, y sin paz no puede haber bienestar para los millones de dominicanos que reclaman una mejor vida.
Deseamos Paz
Nosotros deseamos la paz política y por eso ofrecimos puestos en el gabinete a cinco partidos. Cuatro se negaron aceptar esos puestos, y como lo que se inicia hoy es una democracia auténtica, todos debemos respetar la voluntad de esos partidos- Unión Cívica Nacional, Partido Nacionalista Revolucionario, Vanguardia Revolucionaria y Alianza Social Demócrata-, pero el país entero debe saber que nosotros no hemos querido hacer un gobierno sólo a base del partido que ganó las elecciones el 20 de diciembre del año pasado, así como no quisimos formar gobierno sólo a base de los que se aliaron con nosotros antes del día 20 de diciembre. Hemos querido que los que ayer lucharon entre sí estuvieran hoy reunidos dándole a cada uno lo mejor de sus fuerzas al pueblo que es nuestro y es de ellos. No deseamos el poder para gobernar con amigos contra enemigos, sino para gobernar con dominicanos para el bien de los dominicanos.
Un gobernante democrático debe tener oídos abiertos para oír la verdad, ojos activos para ver lo mal hecho antes de que se realice, mente vigilante para que nada ponga en peligro la libertad de cada ciudadano, y un corazón libre de oídos, dedicado día y noche sólo al servicio del pueblo. Nosotros juramos aquí, en este día solemne, que si nuestra corta capacidad nos impide tener oídos abiertos, ojos activos, mente vigilante, nuestra naturaleza y nuestra historia les asegura a los dominicanos que tenemos un corazón libre de oídos. No espere nadie el uso del oído mientras estamos gobernando. Nosotros estamos aquí con la decisión de trabajar, no de odiar; dispuestos a crear, no a destruir; a defender y a amparar, no a perseguir. Pongamos todos juntos el alma en la tarea de acabar con el odio entre los dominicanos como se acaba con la mala yerba en el campo que va a ser sembrado; pongamos todos juntos el alma en la tarea de edificar un régimen que de amparo a los que nunca lo tuvieron, que de trabajo a los que buscan sin hallarlo, que de tierras a los campesinos que la necesitan,
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