Realidad y conocimiento

Actualmente vivimos en un mundo lleno de información, día a día nos rodeamos y a la vez consumimos, inconsciente o conscientemente noticias, sucesos, apariencias, ideas, pensamientos, entre otras cosas, ya sea directa o indirectamente a través de diferentes medios, los cuales pueden coincidir y reafirmar nuestros ideales y perspectivas como también pueden hacernos dudar o ponernos en total desacuerdo con respecto a nuestro pensar. Por lo general usamos nuestro sentido común para darle sentido a todo lo que nos rodea, por lo tanto, se convierte en realidad, pero nos hemos detenido a pensar ¿qué es lo verdaderamente real?

 “El ser humano vivió muchos siglos sin pensamiento racional. También vivió muchos siglos sin ciencia. Pero las explicaciones filosóficas y científicas. es decir racionales. resultaron tan eficientes, que se terminó creyendo que la razón había existido siempre”. (E. Díaz, 1994, p.13 y subsiguientes). La filosofía es la ciencia encargada de estudiar esta diversidad de problemáticas fundamentales para el ser humano en donde la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la mente, belleza y lenguaje, tienen concordancia y sentido para nosotros, pero esta ciencia también nos demuestra que es posible cuestionar esta idea y validar otras, porque el mantener siempre una actitud de desconfianza frente lo obvio es la clave para no cerrarse a otras perspectivas o a otras realidades, ya que no hay nada más obvio que lo real pero ¿podrá existir solo una realidad?

Todo lo que nos rodea pareciera ser que es lo que es, sin embargo, si la mayoría de nosotros nos diéramos la oportunidad de ver con mayor detención y con una mirada más crítica y consciente de las cosas es donde podríamos descifrar, una red de significados detrás que conllevan la existencia de un todo en sí. Un claro ejemplo de esto es la industria textil, con el fast fashion, ropa vemos, pero el trasfondo no sabemos, considerando todo el proceso desde los trabajadores que confeccionan la ropa, quienes deben exponerse por lo general a miseros pagos y malos tratos para ganarse la vida porque no tienen más opción ni mayor discriminación a marcas reconocidas globalmente que se aprovechan del contexto y situación, sin considerar lo contaminantes que son, por lo, además, donde “individuos, grupos y sociedades realizan sus interpretaciones de la realidad – interpretaciones que pueden o no ser verdaderas en un sentido absoluto. Esas definiciones, explicaciones y afirmaciones son construidas para ayudarnos a darle sentido a aquellas cosas y eventos que experimentamos para ayudarnos a decidir cómo responder a esas experiencias. Ante la falta de certeza y ambigüedad, esas construcciones sociales se basan ellas mismas en presunciones y juicios de valor de moda y por lo tanto cambiables”. (Northcott, 1992, p.1-2) Es por esto, que podemos decir que un gran número de la población vive “dormida” en su realidad, la cual se convierte en algo cómodo, simple y poco problemático, pero debemos considerar que es en la incomodidad e incertidumbre donde puede pasar y descubrirse grandes verdades, ya que todo es cuestionable o puede ser abordado con diferentes perspectivas según la manera en que dispongamos nuestro foco.

Se plantea que, si existe algo real en sí mismo, y el hombre está limitado al acceso de las cosas, lo que el hombre hace es interpretar lo real, ya que accede parcialmente a entender la realidad situado en su perspectiva. “Lo que es “real” para un monje del Tíbet puede no ser “real” para un hombre de negocios norteamericano. El “conocimiento” que tiene un criminal difiere del que posee un criminalista. Se sigue de esto que las acumulaciones específicas de la “realidad” y “conocimiento” pertenecen a contextos sociales específicos…” (P. Berger y T. Luckmann, 1966, p.15). Es por esto que debemos dejar en claro que todo acceso a lo real puede ser cuestionado, al tratarse de una aproximación pueden existir otras, porque una no es más importante que otra, es por esto que debemos mantenernos dispuestos a ver y escuchar, siendo respetuosos y receptivos al otro y sus propias “puertas” de acceso para no limitarnos en una sola idea. Por otro lado podemos decir que el mundo no existe, ya que solo existe en lo que nuestros sentidos nos dicen sobre este, nuestros sentidos y sistema nervioso son grandes actores a la hora de discernir los que percibimos, aunque estos pueden afectar a lo fidedigno de la realidad, ya que la subjetividad es amplia al igual que nuestra mente. 

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