Reconfigurando El Trabajo Social

En el primer capítulo de éste texto, refiriéndose a las Ciencias Sociales y el Trabajo Social Olga Vélez Restrepo (2003) plantea “El surgimiento de las Ciencias Sociales no es un fenómeno ahistorico casual que se suma a los marcos de organización política definidos por el Estado-Nación, sino constitutivo del mismo. La capacidad de acción del Estado está condicionada por la posibilidad que tenga de asignarles a los ciudadanos una identidad cultural susceptible de ser controlada y por esa vía garantizar su legitimidad política.”

“Las Ciencia Sociales y Humanas aportan a la profesión sus matrices teórico explicativas y las herramientas metodológicas y técnicas para una actuación profesional eficaz […] Abrir las Ciencia Sociales y por consiguiente al Trabajo Social es posibilitar la emergencia a su interior de territorios de indeterminación e incertidumbre que riñen y se contraponen con el comportamiento voluntario y determinado, refundando la posibilidad de una ciencia social crítica y políticamente creativa”

Posteriormente explica que “la crisis de los paradigmas cumple un papel funcional en la tarea reconfiguración del Trabajo Social puesto que permite poner en cuestionamiento los modelos explicativos que soportan su estructuración obstruyendo la posibilidad de considerar lo cotidiano y lo particular” La crisis de los modelos explicativos es la constelación de una serie de falencias y limitaciones presentes en las matrices teóricas que fundamentan la profesión[…]el mundo de hoy es demasiado complejo, y esa complejidad es difícil de encarar porque la incertidumbre que lo caracteriza arrastra vestigios de lo viejo, conviviendo, a veces, en conflictiva tensión con lo nuevo”

Su planteamiento sobre la construcción de la teoría de Trabajo Social nos dice “el proceso de constitución del Trabajo social está fuertemente signado por una relación discursiva de externalidad […] esas miradas externas mediantes las cuales el oficio del trabajador social, su papel en la sociedad y en la construcción del conocimiento han definido también el rumbo y la identidad profesional”

“En su proceso de constitución como profesión el trabajo social recupera elementos de prácticas no profesionales a través de las cuales se prestaba asistencia a individuos con carencias y necesidades sociales […] En las prácticas profesionales desarrolladas por el trabajo social se mantiene la figura del intermediario”

En la profesión se destacan cinco (05) momentos históricos: el primer momento o esta diagnostica, el segundo denominado “eclético” seguido por La reconfiguración, El cuarto momento se sitúa en la década de los ochenta con énfasis en las exigencias externas que las políticas de Estados de Bienestar plantean, y La década de los n0venta definida por Teresa Matus (1999; 57) como “un momento explosivo de cambios”

Ahora bien, en

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