Resumen cultura y personalidad

Cultura y personalidad – Linton

Las técnicas científicas no se pueden aplicarse a fenómenos de este orden. La naturaleza misma del material excluye el empleo de métodos experimentales. Las cualidades de cultura y sociedades son tales que resulta imposible producirlas a la medida o bajo rígidas condiciones de control. El individuo es algo más dócil a las técnicas experimentales pero aun así deja mucho que desear.

Personalidad, cultura y sociedad son configuraciones en que tanto la acomodación a normas del conjunto como su organización son más importantes que cualquiera de sus partes constitutivas.

En el estudio psicológico es donde se ha logrado el mayor adelanto técnico. En ellos se ha podido crear una larga serie de pruebas y tener resultados sólidos pero que solo revelan determinados aspectos del contenido de la personalidad, no como un todo. No resuelven algunos de los problemas más importantes relativos al estudio de la personalidad. Solo arrojan luz  sobre la personalidad en ese momento y esta es un continuo dinámico donde lo más importante fuera del contenido es descubrir su desenvolvimiento, crecimiento y transformación.

El psicoanálisis ha logrado un labor importante pero las conclusiones de este se han obtenido en su parte por juicios subjetivos no sometidos al tipo de comprobación que el campo de las ciencias exactas exige.

Pero mientras se crean nuevas técnicas no queda más que obtener conclusiones mediante la simple observación y comparación de materiales.

Los estudiosos de la conducta humana han logrado crear técnicas descriptivas adecuadas  un vasto cuerpo de conocimiento sobre los fenómenos que han de ocuparse. También de la estrecha dependencia funcional reciproca del individuo, la sociedad y la cultura. Cada una se ha considerado como un campo de investigación separado pero es tan estrecha la integración y tan continua su acción reciproca que el investigador que intente trabajar solo con una sola llegara a un callejón sin salida.

A pesar de su reciprocidad se diferencian. El individuo, sus necesidades y sus potencialidades constituyen los cimientos de los fenómenos sociales y culturales.

Las necesidades del individuo son las que proporcionan los estímulos que regulan su conducta y a través de esta, son las cusas del funcionamiento tanto de la sociedad como de la cultura. Las necesidades son variadas y numerosas, y se dividen en necesidades que responde a tendencias fisiológicas y las necesidades psíquicas que su tendencia no se ha demostrado con toda claridad. Desde el punto de vista genético las primarias serian las fisiológicas y las secundarias las psíquicas. Sin embargo como estimulo de conducta del adulto, ambas están situadas a un nivel semejante.

A pesar de la importancia de las necesidades psíquicas poco se sabe de ellas.

La naturaleza, y hasta la presencia misma de las necesidades psíquicas solo pueden deducirse de la conducta a que dan origen. Pero esa conducta es tan variada que es difícil atribuírsela a un corto número de estímulos o a un gran número específicos. Al hacer también una clasificación adecuada de las necesidades psíquicas surge otra dificultad por el hecho de cualquier necesidad humana rara vez guarda una relación definida y aislada con algún patrón o norma de conducta. Cuando el hombre actúa por lo general contribuye a satisfacer simultáneamente a diversas necesidades de distinto orden.

Necesidades psíquicas más generales e importantes para comprender la conducta humana:

1. Necesidad de respuesta emotiva de los demás:

La obtención de respuestas simple de conducta puede dejar completamente insatisfecha la necesidad, la hace presa de una sensación de soledad y aislamiento. La necesidad de tener respuesta, y particularmente de las favorables representa para el individuo el estimulo principal de una conducta socialmente aceptable.

Esta necesidad es universal y poderosa, hasta algunos la consideran innata pero esto carece de comprobación.

1. Necesidad de seguridad a largo plazo:

Es también universal. Gracias a la aptitud humana de concebir el tiempo como continuo (pasado-presente-futuro) las satisfacciones del presente no bastan si las del futuro permanecen inseguras. Tenemos la necesidad constante de confirmar nuestra seguridad, aunque el mismo sentido del tiempo nos permite atormentarnos por lo que puede suceder también nos permite posponer la satisfacción de las necesidades actuales y tolerar incomodidades del momento en espera de recompensas futuras.

1. Necesidad de experimentar cosas nuevas:

Encuentra su expresión en el fenómeno del aburrimiento y conduce a un tipo de conducta experimental.

Durante su primera infancia tiene constantemente nuevas experiencias y puesto que muchas de ellas eran agradables, las cualidades de novedad y agrado pueden llegar a quedar asociadas en la expectativa de nuevas experiencias.

El papel  que tanto las necesidades físicas como psíquicas desempeñan en la conducta humana es estrictamente el de causas primarias. Actúan para resolver tensión; sin embargo, las formas que adopta la conducta jamás son explicables únicamente en función de estímulos de las necesidades. Estas son fuerzas cuya expresión se modela por la multitud de otros factores. La conducta que bastaría para satisfacer cualquier necesidad requiere que se organice en constante relación con el medio en que el individuo tiene que actuar, medio que comprende factores de ambiente y de experiencia.

 Si las formas de conducta humana no se pueden explicar en función de las necesidades del individuo, tampoco lo hacen basándose en sus potencialidades innatas para la acción. Estas solo marcan los limites a la forma que la conducta puede adaptar.

La conducta la determina inmediatamente su experiencia pero esta a su vez deriva del contacto de aquel con el medio ambiente en el que vive por lo que para comprender la personalidad individual y la personalidad en general es indispensable conocer el medio ambiente.

Todos los medios tienen rasgos en común, están constituidos por fenómenos naturales. Pero este aparece como secundario porque siempre entre el medio natural y el individuo existe el medio humano, de importancia mucho mayor es un grupo organizado de otros individuos, una sociedad, con una manera de vivir que es característica del grupo, una cultura. La acción reciproca del individuo y d estos fenómenos origina la formación de la mayoría de  los tipos de conductas. El hombre es el producto final de un proceso evolutivo cuya tendencia general se ha orientado hacia una individualización cada vez mayor. El hombre tiene que aprender o inventar cuanto hace, de modo que el individuo  debe crearse sus propias pautas de conductas. Además la fijación parcial de estas pautas mediante el proceso formativo de hábitos, jamás llegan a establecerse y ser inmutables. Son infinitas las posibilidades de variación de conducta individual.

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