SICAD Y SICAD II

El 13 de febrero de 2013 deja de funcionar el Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (SITME), el cual era el mecanismo utilizado para comprar títulos del gobierno que serían luego cancelados en dólares. Mediante este mecanismo tanto personas naturales como jurídicas podían solicitar divisas luego de completar los procesos de justificación pertinentes. Si bien existían ciertas restricciones, todo aquel cuya solicitud fuese aprobada recibiría el monto de divisas demandado a precio de dólar oficial, en principio a 4,30 Bs./$ y luego a 6,30 Bs./$. Esta modalidad fue eliminada debido a que dejaba un margen de error de gran magnitud, especialmente porque no se cumplía con los procesos de control que garantizasen que se cumplieran los fines por los cuales se había hecho la solicitud en primer lugar. Por ejemplo, tenemos el célebre caso del empresario Eligio Cedeño, quien fue acusado por las autoridades de ayudar al Consorcio MicroStar a obtener $25 millones para pagar la importación de computadoras que nunca llegaron a Venezuela. Algunos analistas aseguran que por este concepto se llegaron a perder 25.000 millones de dólares, tomando como base tanto este como muchos otros casos de naturaleza similar, añadiendo que el SITME se sustentaba sobre el endeudamiento progresivo y continuo del Estado, a un costo insostenible.

Las consecuencias de esto se evidenciaron mediante las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV) de fin y comienzos de año, las cuales mostraron una escasez de bienes alimentarios cercana a 20%, lo que influyó en la decisión de devaluar el signo monetario en 46,5%, impuso ajustes de precios y exhortó a explorar alternativas para establecer un nuevo mecanismo de asignación.

En respuesta a esto el Ejecutivo toma la decisión de crear el Sistema Complementario para la Asignación de Divisas (SICAD) el cual, como puede leerse en el portal oficial del BCV “funcionará bajo un esquema de subastas, que operará con la misma metodología utilizada por la Oficina Nacional de Crédito Público para las emisiones de títulos de la República […] En estas subastas solo podrán participar aquellas empresas inscritas en el Registro de Usuarios del Sistema de Administración de Divisas (RUSAD). Jorge Giordani [el ministro de Planificación y Finanzas en ese entonces, marzo 2013] recalcó que se dará prioridad a los casos relacionados con la salud (importación de medicinas, equipos médicos e insumos); alimentos (materia prima, componentes y envases) y manufactura (equipos, maquinarias y repuestos).” El objetivo de esto es, entonces, activar la compra y venta de moneda extranjera por ciudadanos venezolanos, de forma legal y complementaria a CADIVI, a través de subastas, controlando así el costo del dólar paralelo. Se busca lograr este propósito al hacer un cambio de gran significación entre la metodología anterior y ésta: debido a que se hace uso de las subastas, las divisas no son distribuidas a precio de dólar oficial, sino siempre por encima de éste. Dichas subastas serán convocadas por el BCV tres días antes de su realización, y tendrán lugar cada quince días, aproximadamente.

Por otra parte, si bien sigue sin ser imperativa en todos los casos la justificación de los gastos una vez aprobada la solicitud, los solicitantes deben conservar sus soportes por, al menos, 3 años, en caso de que el banco los solicite, ya que cada subasta tendrá un propósito y las divisas deben ser usadas para tal fin. Las empresas, además, deben indicar los datos de su actividad económica y zona geográfica donde se desarrolla su negocio o comercio, entre otros requisitos, “a objeto de planificar el flujo de la moneda extranjera en la economía nacional” como explica el ministro de Finanzas, Nelson Merentes, en junio, 2013.

Entonces, mientras es cierto que mediante este sistema pueden corregirse ciertas deficiencias del anterior—al ser más riguroso en cuanto al destino de las divisas solicitadas, más exigente

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