Social ESCUELAS DE CALIDAD

ESCUELAS DE CALIDAD

¿De que calidad de educación estamos hablando? con esta pregunta iniciaremos el siguiente ensayo. Este ensayo se va analizar desde la perspectiva propia tomando como referencia y problemática las mismas instituciones, de las cuales rescato el manejo del programa de escuelas calidad (PEC), programa que nos lleva en un largo plazo, al mejoramiento de la educación básica y a un avance en la economía, pero en la realidad y con la experiencia vivida no está sucediendo lo planeado por dicho programa considerando que los resultados de los exámenes de ENLACE no fueron los satisfactorios. En el sexenio pasado dichas instituciones entraron al programa de escuelas de calidad. De acuerdo al programa de desarrollo nacional nos dice: “Que una educación de calidad significa atender e impulsar el desarrollo de las capacidades y habilidades individuales, en los ámbitos intelectual, artístico y deportivo, al tiempo que se fomentan los valores que aseguren una convivencia social solidaria  y se prepara para la competitividad y exigencias del mundo”. A nueve años de gobierno y con esta prospectiva en puerta, avance en la educación surge otra pregunta. ¿En verdad hay escuelas de calidad? Relacionando lo anterior es interesante analizar el   seguimiento de este programa en las escuelas primarias, qué función están realizando los directivos, los propios profesores y que conocimiento tienen los padres de familia sobre este proceso de mejoramiento de la educación de sus hijos. Al hablar de calidad de la educación, estamos considerando varios aspectos de mejoramiento desde la evaluación como estrategia de reflexión, la capacitación y exigencias de que los profesores entren a la sociedad del conocimiento, realizar una reforma en el plan de programas de estudios de primarias y enfocar un currículo a una sociedad globalizadora y concientizar a los alumnos de los nuevos problemas que afectan a la tierra. Pero sabemos que la educación es muy compleja y paradigmática. En la actualidad el estado de nuestro país está enfocando la educación a que respondan a los intereses económicos, de producción, de mercado, consumismo y a las demandas de las empresas nacionales y transnacionales. Y más no a los intereses, necesidades sociales, económicas, políticas, de producción y culturales de nuestro país, que cada vez hay más pobres, más desempleos, analfabetismo, demanda educativa en diferentes sectores educativos etc. Por lo anterior Magallón Anaya nos dice que una institución educativa es de calidad si y sólo si, cumple con la misión que le ha sido encomendada y satisface las expectativas de sus “clientes” y de sus “accionistas”. Es decir, de sus estudiantes, quienes proveen fondos y, en forma general, de la sociedad. Surgen las interrogaciones a partir de mi experiencia pedagógica, la mejor manera de analizar, criticar una prospectiva, valorarla como una utopía o programa que no está cumpliendo las perspectivas determinadas al tiempo planeado o en un futuro es verla desde la realidad propia. En las escuelas primarias el concepto escuelas de calidad está distorsionado desde los mismos maestros, directivos, supervisores, jefes de enseñanza, no tienen el control de llevar a un camino diferente sobre el sentido o dirección que se le tiene que dar a la educación básica en México. Lo más preocupante es la modernización educativa que tiene que sufrir el maestro para poder cambiar la educación y poder competir con otros países se tiene que actualizar, entrar en un proceso de cambio positivo, de mejoramiento académico, escribir su propia práctica, analizarla, crear métodos de enseñanza, el fomento de valores. No cerrarse al conformismo del cual se apodera cada vez más o aceptar lo que ya está ahí la realidad educativa tal como se presenta, sin ánimos de renovar nada, pero junto a esta actitud hay otra, que resulta ser significativa; es aquella que demuestra el maestro una constante superación pero lo que sucede,  un intento por cobrar conciencia de que el cambio es una tendencia propia del maestro en estos momentos donde se conjugan lo tradicional a lo moderno. El maestro tiene que considerar que transformar esa realidad por una actitud renovadora donde se confirme la libertad de poner en marcha sus conocimientos de manera responsable y considerar el mejoramiento académico de sus alumnos como parte de ese mismo trabajo. La educación permanente en el maestro le permitirá avanzar, organizar y competir, tener criterios formales, que marque las pautas de la continuidad para salir del atraso. La UNESCO nos dice: “Que la formación de los docentes debe modificarse profundamente para que su trabajo sea más el de educadores que el especialistas en transmisión de conocimientos.” Precisamente en este tiempo se ha implementado la RIEB (Reforma Integral de Educación Básica), la cual ofrece una nueva forma de trabajar con los alumnos, siendo el reto, elevar la calidad, incorporar al currículo las actividades cotidianas, la renovación de los contenidos de aprendizaje y nuevas estrategias didácticas, el enfoque intercultural, uso de las tecnologías de información, la comunicación como apoyo para la enseñanza y el aprendizaje.

 Al inicio los maestros estaban un poco renuentes a trabajar ya que no conocían el funcionamiento y manejo del mismo, para ello fueron capacitados, se manejó un diplomado de 4 semanas para docentes de primero y sexto año, en el transcurso del tiempo he observado a dos de mis compañeras en la Esc. Prim. Sta. Teresa V que se han propuesto llevar a cabo el nuevo programa, las estrategias que han utilizado son: de los libros han cortado todas las hojas del bloque que van trabajar y utilizan una carpeta para meterlas, separándolas por cada materia con una hojas de color, sólo utilizan un cuaderno para las todas actividades y tareas que realizan, para identificar sus trabajos de cada materia manejan un margen especial o color para cada una de ellas.

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