Socialismo del Siglo XXI: ¿Una solución para la economía y la sociedad?
Enviado por Joana A Quisbert A • 24 de Junio de 2022 • Monografía • 2.941 Palabras (12 Páginas) • 92 Visitas
UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
Carrera de Antropología y Arqueología
Socialismo del Siglo XXI:
¿Una solución para la economía y la sociedad?
Estudiante: Joana Araceli Quisbert Acarapi
Docente: Antonio Edgar Moreno Valdivia
Materia: ECO POL – 90
CSO – 90
LA PAZ – BOLIVIA
JUNIO 2022
Introduccion
Para comprender el sentido del siguiente texto se puede recurrir al decálogo de William J. H. Boetcker (1916), donde expresa que uno no puede crear prosperidad desalentando la iniciativa propia. Asimismo, no puede fortalecer al débil, debilitando al fuerte. No puede ayudar a los pequeños, aplastando a los grandes. Menos aún, ayudar al pobre, destruyendo al rico. Ni elevar al asalariado, presionando a quien paga el salario. Del mismo modo, no puede resolver sus problemas mientras gaste más de lo que gana. O peor aún, promover la fraternidad de la humanidad, admitiendo e incitando el odio de clases. De igual forma, no puede garantizar una adecuada seguridad con dinero prestado o formar el carácter y el valor del hombre quitándole su independencia (libertad) e iniciativa. De modo que, siguiendo estas palabras, no se puede pretender apoyar o estar de acuerdo con la propuesta del socialismo, en especial la del siglo XXI (presente en la actualidad).
En este sentido, el presente trabajo pretende mostrar algunas caracteristicas del Socialismo del siglo XXI, como también algunas concecuencias y el impacto prejudicial que puede causar a la sociedad en su conjunto (en caso de su aplicación), sin dejar de lado algunas de las herramientas que utliza para llevarlas acabo.
Si bien aparenta transformar su ideología con un nuevo nombre, en el trasfondo es el mismo Socialismo que en un momento de la historia devastó a un país. El Socialismo es concebido por Marx como el paso hacia el comunismo, que según Seongjin Jeong (2017) citando a Marx no es otra cosa que la abolición de las formas capitalistas de la producción social, en el cual están la subsunción del trabajo bajo el capital, la transformación de la productividad social del trabajo en productividad del capital, el trabajo enajenado, entre otros. En sí, para Karl Marx la idea de socialismo tiene una naturaleza residual, es decir, es un concepto ideado a partir de su acerba crítica del capitalismo, por un modo de producción más eficiente y racional, que sería el socialismo. Del mismo modo, concidera al socialismo como un modo de producción menos alienante, más eficiente y menos explotador que el capitalismo. Además, comparte la idea con Engels de que el primer exponente histórico del socialismo es la dictadura revolucionaria del proletariado. Con el objetivo de destruir el viejo aparato represivo del Estado burgués. (Andres de Francisco, 1994, pp.235-240)
Desarrollo
Con el propósito de entender algunos de los efectos del socialismo del siglo XXI, primero se puede examinar su surgimiento. El cual aparece después de la caída y fracaso de la aplicación del socialismo en la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS) liderado por Vladimir Lenin, con los visibles daños causados a ciertos países es que se pretende cambiar o ajustar el modelo otorgándole un nuevo nombre y directrices.
Para Martha Harnacker (2011), el socialismo del siglo XXI fue propuesto por el presidente de Venezuela Hugo Chávez, con el propósito de diferenciar los errores y desviaciones del llamado “socialismo real” del siglo XX en la Unión Soviética y los países del este europeo. La finalidad principal del proyecto chavista es la necesidad e importancia de combinar el socialismo con la democracia, no una democracia liberal, sino una democracia participativa y directa.
Sin embargo, el término fue originalmente expuesto por el Alemán Heinz Dieterich Steffan (1996) como Democracia Participativa o Socialismo del siglo XXI, en el cual hace referencia a su nueva institucionalidad, que sería una democracia participativa, una economía democráticamente planificada de equivalencias, un Estado no-clasista; por último, como consecuencia un ciudadano racional-ético-estético. El mismo que surgió de una reflexión que hizo sobre el socialismo soviético del siglo XX. Así, este término tomó más fuerza y relevancia por la divulgación de Hugo Chávez en 2005. Anteriormente mencionado.
Con el fin de conocer mejor la nueva orientación del socialismo, es oportuno recurrir a un artículo de la revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad donde se puede encontrar ciertas características sobre el socialismo del siglo XXI. El cual se desarrolla de la siguiente manera: “Díaz Salazar (s.f.), citado por Monedero (2010:243-245), ha resumido las propuestas que constituirían esa nueva democracia así:
- Los bienes universales (agua, aire, bosques, alimentos, semillas, etcétera) constituyen un patrimonio común de toda la humanidad y un derecho básico de todos los hombres. Por lo tanto, no pueden ser mercantilizados, privatizados y patentados, pues son de propiedad colectiva. Todos los seres humanos deben tener acceso universal a dichos bienes. Además, los servicios públicos que garantizan una vida humana de calidad (salud, educación, seguridad social, vivienda, energía doméstica, renta básica, etcétera), no pueden ser sometidos a la lógica del mercado; es decir, no deben ser privatizados.
- La democracia debe ser una “democracia radical”; es decir, una democracia expansiva que imponga la soberanía popular sobre cualquier otro tipo de poder político o económico. Este tipo de democracia garantiza el cumplimiento de los derechos humanos integrales, el pluralismo y la separación de poderes.
- Se debe propender por la sustentabilidad ecológica, que es la base de la reproducción de la vida y el requisito imprescindible para la solidaridad con las generaciones futuras.
- Es preciso optar por la no violencia como fundamento de la vida en comunidad. Los conflictos se deben resolver por la vía del diálogo y los medios pacíficos.
- Es preciso alentar la subsidiaridad como fundamento de la democracia participativa, la proximidad entre los seres humanos y la descentralización del poder.
- La economía se debe poner al servicio de la persona humana, de la satisfacción de las necesidades básicas y de la primacía del factor trabajo sobre el factor capital. Antes que una economía de la acumulación y de la plusvalía se debe imponer una economía solidaria y popular.
- Se deben respetar la identidad y la diversidad. No se debe aceptar la homogeneización mundial promovida por el capitalismo, pues la tolerancia y el pluralismo son imprescindibles para la construcción de una vida auténticamente colectiva. Se debe promover el diálogo entre culturas, religiones y civilizaciones.
- En indispensable fomentar el derecho a la cultura, tanto en su producción como en su consumo. Se debe elevar el nivel cultural de los individuos y de los pueblos. En esto juegan un papel primordial la calidad y la democratización de los medios de comunicación social de masas.
- Se debe poner el énfasis en la solidaridad entendida como antropología de la ternura social y de la fraternidad. Esto implica hacer frente a la ley de la selva fortalecida por la globalización neoliberal y vigorizar un tipo de ser humano sensible ante el dolor y la injusticia ajenos.
- Es necesario crear estructuras sociales donde los ciudadanos puedan vivir realmente la libertad, la igualdad y la fraternidad.” Álvaro Hamburger (2014)
Tomando en cuenta estas nuevas características acerca del socialismo, se puede observar las nuevas estrategias y herramientas con las que pretende llegar a su objetivo. Por consiguiente, es evidente que en el fondo sigue siendo el mismo Socialismo, pero con otro nombre o con un agregado que es del siglo XXI. En otras palabras, continúa siendo lo que expresa Marx en el manifiesto comunista. En fin, este nuevo enfoque permite observar cómo afecta al sistema social y al sistema económico de un país, el cual se desarrolla a continuación.
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