Sumak Kawsay
Enviado por nose666 • 25 de Octubre de 2014 • 684 Palabras (3 Páginas) • 325 Visitas
El concepto del "buen vivir" toma su terminología "sumak kawsay" de la cosmovisión ancestral quichua de la vida. En su significado quichua original, sumak hace referencia a la realización ideal y hermosa del planeta, mientras que kawsay significa "vida", una vida digna, en plenitud.
El "sumak kawsay" ancestral considera a las personas como un elemento de la Pachamama o Madre Tierra (madre mundo). Así, a diferencia de otros paradigmas, el buen vivir moderno, inspirado en la tradición indígena, buscaría el equilibrio con la naturaleza en la satisfacción de las necesidades ("tomar solo lo necesario" con vocación para perdurar), sobre el mero crecimiento económico.
Forma parte del discurso político de los movimientos indígenas del continente, en especial del movimiento indígena de Ecuador y de Bolivia, y, en tal virtud, forma parte de su proyecto político e histórico. Esta noción que ha sido traducida como “Buen Vivir”, pero cuya acepción más pertinente sería “Vida en plenitud”, ha sido retomada y recreada desde la confirmación de las vivencias ancestrales de los pueblos indígenas y de su forma de construir tanto su socialidad como su relación con la naturaleza. En la recuperación de sus formas ancestrales de convivencia, los pueblos indígenas han encontrado, de una parte, las formas políticas de resistencia al capitalismo y a la modernidad y, de otra, las alternativas a ese mismo sistema capitalista.
Estos se sustentan en tres principios de la filosofía andina: Reciprocidad como solidaridad entre los seres humanos (el “prestamanos” individual y familiar al construir una vivienda o la “minga” como acción colectiva de interés comunitario), incluyendo los mandamientos de no ser ladrón, ni mentiroso, ni flojo.
Complementariedad de lo dual, contraria a la “dicotomía” occidental que todo lo divide, referida a los opuestos complementarios de un “ente” integral (el paradigma oriental del Ying y Yan) que se aplica al cielo y la tierra, el Sol y la Luna, lo claro y oscuro, verdad y falsedad, día y noche, bien y mal, masculino y femenino, contraposiciones de una misma entidad, y, correspondencia del todo con las partes, inclusiva, en donde el todo es más que la suma de las partes. Para el pensamiento andino la “individualidad” no existe, un hombre solo es un vacío, el cogito ergo sum individual es un absurdo, no solo un vacío en relación con los otros sino también un “no ser” en su relación armónica con la naturaleza.
Los principios ancestrales se resumen en la armonía colectiva entre los seres humanos y con la naturaleza, sin hegemonías ni dominaciones, con una vida austera alejada del consumismo.
Este último punto es crucial porque explica la búsqueda de un cambio civilizatorio, una alternativa propia del Abya Yala (Nuestra América) cuando la civilización occidental eurocéntrica
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