TRANSGENICOS

El problema ético de los transgénicos

miércoles, 30 de junio de 2010

Transgénicos, la deshumanización del consumidor en una democracia deliberativa

En una democracia deliberativa temas de interés público como los de alimentación son de suma importancia para el consumidor, ya que ayuda a salvaguardar su seguridad alimenticia. A lo largo de los años los productos de anaquel han sido fabricados con diferentes tipos de compuestos, estos compuestos tienen como finalidad hacer que el producto tenga un mejor sabor, durabilidad y nutrición; el problema es que muchos de estos compuestos, son transgénicos. La problemática radica en la información que no se le brinda al consumidor en el momento de la compra de estos productos. El empleo de los principios de una democracia deliberativa nos ayuda a entender porque la venta de productos con derivados de origen transgénico deshumaniza a los consumidores y los despoja de su derecho a saber que están consumiendo. Desde esta misma perspectiva, se ve denota la impresión que tienen las empresas hacia sus consumidores.

De persona a objeto:

Desde los principios del capitalismo, el consumidor ha sido visto como el principal motor de para el desarrollo económico, buscando siempre su beneficio satisfaciendo sus necesidades y brindándole lo mejor. Pero a causa del desarrollo de la agricultura, con el objetivo de mejorar el abastecimiento mundial de alimentos, las compañías que cuyos productos contienen material transgénico poco a poco, han comenzado a ver al consumidor como un objeto que solo necesita satisfacer sus necesidades alimentarias, y no toman en cuenta las repercusiones que pueden tener los transgénicos en ellos a largo plazo. En una democracia deliberativa, no se le puede privar al ciudadano de los peligros de consumir un producto que a simple vista no es dañino, en esta democracia todas las personas de la sociedad tienen derecho a estar informados de todo tipo de situación en la que ellos estén implicados. El consumidor entonces es deshumanizado cuando se le ve solamente como un ser que no tiene derecho a conocer lo que está consumiendo, y es por esa razón por la cual aunque vivamos en lo que es un intento de ser una sociedad deliberativa, las compañías que distribuyen alimentos transgénicos no consideran que

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