TRES ESTÍLOS DE COMUNICACIÓN
Enviado por PaolaVrmz • 9 de Junio de 2021 • Tarea • 1.387 Palabras (6 Páginas) • 62 Visitas
CAP. 5 ASERTIVIDAD.-
La formación en asertividad enseña a expresar los sentimientos, pensamientos y deseos, y a defender os derechos legítimos sin vulnerar los derechos de los demás. La asertividad es una habilidad que se puede adquirir, no es un rasgo de la personalidad con el que unas personas nacen y otras no.
Aprender a ser asertivo no significa que deba comportarse siempre con asertividad. Hay momentos e los que resulta totalmente adecuado ser agresivo (por ejemplo, cuando su vida o sus propiedades se ven amenazadas). También hay ocasiones en la que resulta adecuado ser pasivo (por ejemplo, cuando un juez le está recriminando). Aprender a ser asertivo significa que puede elegir cuándo y dónde hacerse valer.
TRES ESTÍLOS DE COMUNICACIÓN.-
El primer paso en el campo de la asertividad consiste en aprender a distinguir entre tres conductas: pasiva, agresiva y asertiva.
Estilo Pasivo:
Cuando se comunica de manera pasiva, no expresa directamente sus sentimientos, pensamientos y deseos. Tal vez intente transmitirlos frunciendo el ceño, llorando o murmurando. O puede que se los guarde por completo.
En el estilo pasivo se tiende a sonreír mucho y se subordinan las propias necesidades a las de los demás. Probablemente hace más que limitarse a escuchar. Si expresa abiertamente, lo hace con negativas del tipo: “No estoy seguro…”, “No soy un experto”, o “No debería decir esto, pero…” La cuesta formular peticiones. Cuando alguien le pide que haga algo que usted no quiere hacer, tiende a hacerlo o a poner una excusa en lugar de decir que no.
Un estilo de comunicación pasivo incluye una voz suave, débil, incluso temblorosa. Las pausas y las dudas son habituales. Es probable que no encuentre las palabras que busca, que se ande por las ramas, que sea ambiguo y que con frecuencia utilice coletillas del tipo o sea o ¿sabes? Tiende a caminar con los hombros caídos. Le cuesta mantener el contacto visual, tiende a mirar hacia abajo o hacia el vacío. Dado que nunca dice lo que piensa, no parece que piense lo que dice.
Estilo Agresivo:
En el estilo agresivo es capaz de decir lo que siente, lo que piensa y lo que desea, pero casi siempre a expensas de los derechos y los sentimientos de los demás. Tiende a humillar a los demás utilizando el sarcasmo o con críticas humorísticas. Es probable que ocurra al ataque cuando no le salen las cosas como quiere, y provoca sentimientos de culpa y resentimiento en los demás con su dedo acusatorio. Sus intervenciones suelen empezar con un tú seguido de un ataque o una etiqueta negativa. Utiliza términos absolutos como siempre y nunca, y describe las cosas de una manera que implica que se considera superior y que siempre tiene razón.
Cuando se comporta de manera agresiva, tiende a moverse con un aire de superioridad y fuerza. Su estilo puede alcanzar todo el espectro, desde frío y silencioso hasta impertinente y sarcástico o ruidoso y estridente. Sus ojos se entrecierran y carecen de expresión. Su postura es la de una gran roca: los pies firmes y separados, las manos sobre las caderas, la mandíbula cerrada con fuerza (la inferior un poco prominente) y los gestos rígidos, abruptos o intimidantes. En ocasiones señala con el dedo o cierra el puño, levanta la voz o golpea la mesa para hacer hincapié en sus palabras. No escucha a los demás.
Estilo Asertivo:
Cuando se comunica con asertividad, realiza afirmaciones directas sobre sus sentimientos, pensamientos y deseos. Hace valer sus derechos y tiene en cuenta los derechos y los sentimientos de los demás. Escucha con atención y hace saber a su interlocutor que le ha escuchado. Está abierto a la negociación y al compromiso, pero no a expensas de sus propios derechos y de su dignidad. Es capaz de pedir y rechazar abiertamente, así como de hacer y recibir cumplidos. Puede empezar y terminar una conversación. Es capaz de gestionar las críticas con eficacia, sin llegar a ser hostil ni ponerse a la defensiva.
Cuando se comporta de manera asertiva, transmite seguridad y empatía. Su voz es relajada, modulada y firme. Aunque se siente cómodo con el contacto ocular directo, no mira fijamente. Sus ojos transmiten franqueza y honestidad. Su postura es equilibrada y erguida.
Expresión Asertiva:
Una afirmación asertiva tiene tres partes: su perspectiva de la situación, sus sentimientos sobre la situación y sus necesidades respecto a la situación. Ejemplos sobre el uso de los tres componentes:
- Cuando pienso en la idea de hablar en público, me pongo nervioso. Tengo el corazón en un puño desde ayer, cuando te dije que hablaría en la próxima reunión general. Me he dado cuenta de que no quiero dar esa charla. Por favor, busca a otra persona.
- Creo que tenemos mucho en común. Esta tarde lo he pasado muy bien contigo. Quiero conocerte mejor y me gustaría que volviésemos a salir el próximo viernes por la noche.
- Pasamos mucho tiempo hablando de tu situación en el trabajo. Me siento irritada y un poco aburrida cuando llegas a casa y sólo hablamos sobre el funcionamiento de tu oficina. Me gustaría tener tiempo para explicarte cómo me ha ido en el día a mí, para hablar sobre nosotros, sobre cómo nos sentimos cuando estamos juntos.
Observe que las afirmaciones asertivas no culpan ni utilizan etiquetas agresivas. Veamos algunas pautas. Cuando describa la situación, intente hacerlo de forma objetiva. Evite que la otra persona quede como un idiota. Exponga los hechos, qué ha ocurrido y qué se ha hecho al respecto, sin caer en juicios negativos. En una afirmación asertiva, los sentimientos (positivos o negativos) pertenecen al hablante. “siento que eres egoísta” es una afirmación –tú acusatoria-, no un sentimiento, y nunca debería pasar como una expresión asertiva. En lugar utilice verdaderas afirmaciones-yo (también conocidos como mensajes-yo) para comunicarse de manera efectiva. Una afirmación-yo sería “Me siento mal al pensar que eres una persona egoísta”, transmite sus sentimientos sin atacar a la otra persona.
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