Taller “Iguales o Diferentes”

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Universidad Autónoma de Nuevo León

Facultad de Filosofía y Letras

Taller “Iguales o Diferentes”

Comentario Aplicado

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        Susana Orta Palato

        Septiembre 2018.

Uno de los temas tratados en el taller fue la construcción social de la feminidad y de la masculinidad, por lo tanto para empezar, busqué la definición de ambos; Feminidad: Conjunto de características físicas, psíquicas o morales que se consideran propias de la mujer o de lo femenino, en oposición a lo masculino. Y masculinidad: Conjunto de características físicas, psíquicas o morales que se consideran propias del varón o de lo masculino, en oposición a lo femenino. 

Teniendo en claro las definiciones anteriores, dentro de la sociedad la construcción de éstos términos es un que delimita la condición de hombres y mujeres; esto sin olvidar los demás factores que intervienen, como los biológicos, sociales, de afecto y psicológicos que forman o componen la identidad sexual de una persona. Esta identidad es la que permite a la persona sentirse aceptada, reconocida, es decir, tener un lugar dentro de la sociedad.

Ser masculino o femenino lo tenemos “asignado” desde que nacemos, desde el punto de vista social se nos asigna determinado comportamiento o rol, que va desde cómo vestirnos hasta el color de adecuado de la ropa; todo esto acorde y dentro del marco de lo permitido, apropiado y respetable dentro de nuestro entorno o sociedad. Estableciendo así dos esferas o mundos distintos, marcando a las personas por su sexo.

Aquí es donde aparecen los estereotipos, en el mundo de los hombres los niños deben  vestir de azul y jugar con muñecos de acción, para al crecer ser fuertes, valientes, guerreros y exitosos en su profesión; en cambio en el mundo de las niñas deben vestir de color rosa, jugar con muñecas, ser dulces, frágiles, cariñosas, esposas y madres abnegadas. Básicamente la masculinidad y la feminidad en nuestra sociedad son limitantes, donde se dificulta el desarrollo y potencial de cada una de las personas.

Dentro del taller se comentó los tipos de masculinidades según R.H. Connell , siendo la masculinidad hegemónica la que se destaca sobre la demás por ser la dominante, donde todas las demás masculinidades y feminidades están subordinadas.

Esta situación ha marcado una fuerte desigualdad en el trato hacia las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad y en todo el mundo. En su libro ¿El otoño del patriarcado? el Dr. Lomas menciona que la desigualdad entre ambos sexos, son consecuencia de nuestro entorno personal, familiar, cultural, social y educativo, que nos asignan determinadas maneras de conducirnos dentro de la sociedad; acorde al rol previamente establecido para cada género. Lo que acentúa la preferencia para los hombres, desfavoreciendo a las mujeres, además de la existencia de violencia a causa de esta desigualdad.

Otro tema abordado durante el taller fue el de los efectos de la ideología patriarcal en el uso del lenguaje y en la publicidad; ¿Efectos de esto? Nos vemos bombardeados con ellos, de manera cotidiana y ordinaria, que básicamente no nos damos cuenta, anuncios sexistas y en muchos casos denigrantes para la mujer  -aunque los hombres no están completamente a salvo-, lo que para la mayoría de la población pasa desapercibido.

En el artículo “La construcción social de la masculinidad: poder, hegemonía y violencia”, de la Revista Psicología, Conocimiento y Sociedad de la Universidad de Autónoma de Barcelona escrito por Nicolas Schongut  dice:   “El estudio y conocimiento de la sociedad patriarcal es una actividad particularmente compleja. Porque opera desde la estructura, y todo lo que emerge de ella queda invisibilizado a través de los estándares de normalidad que ésta supone” (p.30).

Durante el taller nos fueron mostrados videos con claro contenido sexista o machistas, pero quiero dar otros ejemplos de anuncios comerciales que han llamado poderosamente mi atención por ser tan obviamente sexistas y discriminatorios; uno de éstos ejemplos es la marca de chocolates Snickers; donde uno de los personajes es mujer (aparentemente) y finalmente resulta que es hombre, solo que como esta hambriento y hace berrinche lo muestran como mujer, incluso mencionan en el video “No eres tú cuando tienes hambre”.   La marca Bacardi en uno de sus comerciales muestra a una mujer entrando a una cantina (porque no se ve a otra mujer en el lugar) y se topa con un mesero que resulta ser su esposo, cuando ella lo cuestiona del porque esta ahí de mesero, el marido con voz tierna le explica que lo hace por ella, para complacerla en sus gustos de ropa, de reuniones de amigas y de su mami… ella profundamente conmovida se retira enviándole de lejos un beso… cambiando rápidamente la escena cuando se cierra la puerta y el marido se quita corbatín y mandil regresándoselos al verdadero mesero que le hizo el favor y el continua con la juerga, con sus amigos. En ambos casos no creo que necesite más explicación, están claramente definidos los roles dentro de nuestra todavía sociedad patriarcal.

En cuanto al uso del lenguaje se comentó que se utilizaba en términos masculinos por economía, donde el uso es neutro, por ejemplo al utilizar los títulos profesionales: Licenciado, Doctor, Juez, Ingeniero, etc. Y que para objetos de uso doméstico como los utensilios de cocina la mayoría son en femenino.  Recientemente leía la sección Local –noticias policiacas-  del diario de mi localidad, y cuál fue mi sorpresa al leer una de las notas donde se cometió un delito siendo este realizado por un hombre, el nombre solo se escribe  como “Pedro N” y en el caso de las mujeres aparece su nombre completo. Para mi claro ejemplo de la influencia de la sociedad patriarcal.

En el caso del fracaso escolar masculino, una explicación podría ser que la mayoría de los docentes en la educación básica son mujeres, es decir, que las actividades de leer o estudiar han sido clasificadas como cosas de mujeres, por cultura las primeras profesiones permitidas para ejercer a las mujeres son las de maestras, siendo estas imágenes las primeras que recibe el niño en su formación escolar, porque es una de  las ocupaciones clásicas para la mujer dentro de la sociedad patriarcal. Otra explicación podría ser la era que estamos viviendo; el auge de la tecnológica, la cual está inmersa en cada uno de los aspectos de nuestra vida, siendo esto un distractor poderosísimo no solo en el ámbito educativo sino en muchos más como en el social, que en lugar de tener un intercambio verbal real, prefieren usar el whatsapp aunque estén en la misma habitación. Aunque cabe aclarar que este elemento es perjudicial para ambos sexos.

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