Teorias Eticas
Enviado por lolpasa • 1 de Febrero de 2015 • 432 Palabras (2 Páginas) • 242 Visitas
Las teorías éticas tienen carácter normativo, pretenden la fundamentación de los postulados y normas morales. La ética es solamente una reflexión acerca de la moral. No pretende crear una nueva moral, porque sería una pretensión inútil. Esto es lo que hacen las teorías éticas: permiten que los seres humanos podamos justificar y fundamentar nuestros principios y normas
Eudemonismo
Del griego "eudaimonía" (felicidad) el término se aplica, en general, a toda teoría ética que considera que la felicidad es el bien que buscan por naturaleza los seres humanos. En este sentido, todas las éticas de la antigüedad clásica comparten dicha característica, diferenciándose a la hora de determinar en qué consiste la felicidad, de la que ofrecen distintas concepciones: la fortuna, la abundancia de bienes materiales, el placer, la dicha interior, la rectitud moral, la sabiduría o la serenidad de ánimo.
Aristóteles sostiene que el bien supremo del hombre es la felicidad, es lo único que se basta a sí mismo. Es una actividad del alma conforme a una virtud perfecta. Lo que nos hace felices es una actividad del alma, y la actividad que nos hace buenos es el pensamiento.
Para que sea buena la actividad humana debe estar conforme a una virtud perfecta. La virtud es un hábito selectivo, una disposición permanente a elegir lo más adecuado para nuestra felicidad y perfección. La felicidad requiere no dejarse llevar por el deseo.
La buena elección consiste siempre en un término medio de todo.
La ética de Aristóteles es de perfeccionamiento del hombre.
EJEMPLO: Un monje tibetano que dedica su vida a la meditación, trabajar por los demás y comportarse de manera armónica.
Estoicismo
La filosofía de Séneca es fundamentalmente práctica. Sus doctrinas físicas revelan una gran influencia de Poseidonio y un gran conocimiento de la filosofía griega, así como una aguda observación de la naturaleza.
La felicidad de que es capaz el hombre consiste en adaptarse a la naturaleza, y para ello mantener un temple anímico equilibrado que nos deje a salvo de las veleidades de la fortuna y de los impulsos del deseo que oscurecen la libertad. La libertad consiste en la tranquilidad del espíritu, en la imperturbabilidad del ánimo que hace frente al destino, la ataraxia.
Sólo es feliz el que, dejándose guiar por la razón, ha superado los deseos y los temores. La virtud debe desearse por sí misma, no por otra cosa; el premio de la virtud es la misma vida virtuosa y razonable que nos pone al abrigo de las turbaciones.
EJEMPLO: Una niña nueva en la escuela, se viste de una determinada manera y es feliz con eso, ya que no le importa que digan los demás.
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