Trabaja Clandestino

La problemática del Trabajo Clandestino

Tarde de lluvia en Buenos Aires, paseando por los shoppings de la ciudad, analizando la oferta de prendas y sus sorprendentes precios, en algunos casos, me llevo a pensar acerca de todo lo que podría llegar a haber detrás del mercado textil. En un momento mi pareja me dice “Esto lo podría tejer yo”, asombrándose del precio, “Deben tener un montón de abuelas tejiendo”. En ese pase por alto en análisis en profundidad, pero luego de meditarlo y recordando algún que otro caso ya sucedido, pensé en todas aquellas personas que lamentablemente están sumergidas dentro del trabajo clandestino, una problemática que se nos hace difícil combatir.

Un trabajo clandestino es aquel que se realiza fuera de la legislación laboral existente en el país, y puede realizarse tanto para hechos delictivos como para trabajos como cualquier otro, pero fuera de las normas laborales, es decir, sin la documentación requerida y, en consecuencia, sin cumplir los derechos laborales correspondientes tanto al empleador como a los trabajadores.

Cada vez son más frecuentes y visibles las apariciones de talleres de confección de indumentaria que muestran la falta de registración del trabajo de sus empleados, pésimas condiciones de seguridad e higiene, personas no documentadas y explotadas por sus empleadores. En este contexto, intento abordar la problemática del trabajo clandestino.

Sin argumentos para señalar a nadie, pero tampoco negando la existencia de dicho trato, planteo ¿Qué es lo que lleva a una empresa a tener dichos talleres? ¿Por qué correr el riesgo?

Creo que la problemática nace en el universo en el cual las pequeñas, medianas y grandes empresas, desarrollan su mercado. Actualmente, a mi parecer, en nuestro país nos encontramos dentro de una sociedad con un bajo nivel de acatamiento y respeto por las normas laborales, así como la falta de una fuerte fuerza de inspección y control que regule la actividad. Es por esto, que empleadores textiles, deciden correr el riesgo para obtener menores costos y mayores beneficios, abusando o aprovechándose de aquellas personas que necesitan el empleo. El nivel de resolución de dichos empleadores, claramente está en función de su capacidad, quizás acotada o limitada para producir, de su voluntad, de no cumplir y realizar la actividad por el camino más sencillo y menos costoso, y de su conveniencia, al verse totalmente beneficiado y obteniendo grandes ganancias. Otra variable del universo que influye en la decisión de los empleadores, es el escaso control que existe en las fronteras, y lo sencillo que resulta atraer mano de obra de países limítrofes. El circuito comienza allí afuera, en países donde la mano de obra es abundante y la tasa de desempleo posee grandes niveles, y se hacen promesas en donde Argentina se ve como la tierra de las oportunidades y donde todo es posible. Una vez instalados aquí todo resulta sencillo para el empleador. Totalmente aislados y sin algún lugar que los pueda contener, la única alternativa para los empleados es trabajar, desconociendo sus derechos y normas que los amparan. La amenaza es la herramienta por si el trabajador decide irse, y en caso de lograrlo, se ve totalmente aislado y sin contención, por lo cual, vuelve a caer dentro del sistema clandestino.

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