Una mirada critica a la ley SEP. Chile

La mirada crítica a la Ley SEP (Subvención Escolar Preferencial) y la administración de entidades educativas.

(Por Felipe Inostroza y Fernando Vivanco)

        Chile en los últimos años ha hecho grandes esfuerzos para mejorar la educación, multiplicando por 7 el presupuesto de Educación los últimos 25 años. Si bien se ha aumentado la cobertura de nuestros sistema educacional; estamos muy lejos de lograr nuestro gran sueño de lograr mayor calidad y equidad. Nos da la impresión que el factor fundamental para no tener mayores resultados, es que como sociedad no hemos sido capaces de brindar más y mejores oportunidades.

        En casi 4 años de ajustes y arduo trabajo, en 2008 se promulgó la ley SEP (nº 20.248) que, conjunto a la reforma curricular y la instauración de la jornada escolar completa, constituye una de las políticas más notables destinadas a perfeccionar la calidad de la educación normal de los últimos tiempos.

        La ley SEP es una de las políticas publicadas más en boga de las implementadas en los últimos años, la cual inyecta recursos al corazón de la sociedad chilena, a aquellos que no cuentan con tantas oportunidades para un futuro más prometedor, esto se fundamenta en el IVE (Índice de vulnerabilidad Escolar) el cual establece el índice de pobreza que presente un establecimiento educacional. Estos alumnos prioritarios son parte de un proceso riguroso donde los sostenedores y directivos de los establecimientos educacionales elaboran un PME (Proyecto de Mejoramiento Educativo), con metas claramente definidas y resultados concretos por un periodo de cuatro años, Para cumplir esas metas el MINEDUC inyecta recursos a los sostenedores para ir en directa colaboración con el aprendizaje de los estudiantes. ¿Pero todo esto nos asegura mejorar la calidad y equidad del sistema educativo?

        En un estudio realizado en el año 2010 por Fundación Chile concluyó que esta política pública es evaluada de forma positiva por directores y educativos ya que ha consentido afrontar el reto del progreso escolar con un horizonte claro y definido, con metas estrictas y precisas, no solo referente al SIMCE, sino, a todos los recursos asociados para alcanzar dichas metas. Desempeñar las tareas y exigencias que implican a la SEP se ha convertido en primordial para directivos y sostenedores, destinando sus energías, tiempos y recursos, en un sentido profundo,  para alcanzar a tener éxito en esta rigurosa y nueva labor, con el impacto resultante en los procesos intrínsecos de los colegios.

        Como punto de partida digamos que es un gran avance y un gran paso para la educación de nuestros niños. Ya que muchos profesores se quejaron por años que no había recursos en los colegios para comprar materiales didácticos y para hacer más significativo el aprendizaje de sus alumnos, situación que obviamente se acentuaba en las escuelas más vulnerables, apoyando en forma real y concreta y sobre todo a nuestros niños que se encuentran expuestos a situaciones adversas. Porque ese es el espíritu de lay, proteger a los más más desfavorecidos. Y es que con esta nueva ley se asegura que los recursos lleguen a las sala de clase y no se queden entrampados en instancias anteriores. Los sostenedores quedan obligados a gastar los recursos conforme a lo detallado en el PME.

La Ley SEP, tiene como principal propósito mejorar los aprendizajes de los estudiantes de mayor vulnerabilidad. Sin embargo, una de sus insuficiencias es que existen disímiles tipos de sanciones que van desde una multa del 5%- 40% de restricción de la subvención por alumno por un máximo 12 meses, hasta el cierre total del centro educativo si no se cumplen las metas en el tiempo convenido.

        Hasta aquí todo parece muy positivo y gran avance para nuestro país. Pero este proyecto lamentablemente no nos asegura que la Educación mejore o por lo menos significativamente.

        Desde antes de su implementación, la comunidad educativa en general se vienen planteando varias preguntas para analizar este tema en el que ningún miembro quiere quedar fuera, que van desde ¿Cómo se va a implementar este incremento de la subvención educacional preferencial?, ¿va a haber una mejor infraestructura y por consiguiente, van a existir aulas con 25 estudiantes por maestro?, ¿va a haber una mejor disposición a potenciar la infraestructura de laboratorios, gimnasios que le den más sentido a esa formación?
En resumen ¿La SEP mejorara las condiciones de calidad y equidad en los colegios? Ver para creer.

        Como premisa, suponíamos que la desigualdad generada en la formación educativa era  producto de la falta de recursos, sin embargo, la ley SEP permite visualizar con toda claridad que la problemática del sistema escolar es y seguirá siendo cada vez menos una dificultad de recursos mercantiles utilizables. Sino más bien, la entrega de estos nuevos recursos sin trabajar prudentemente en el perfil de transformar la institucionalidad y estructura de financiamiento del sistema de educación pública municipal, sin implementar eficientemente la nueva institucionalidad moderadora (Superintendencia y Agencia de Calidad), y sin crear un sistema de sustento y soporte a los establecimientos que verdaderamente se encargue de desplegar los contenidos en la base del sistema.

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