VIVIENDAS MULTIFAMILIARES
Enviado por rocioA • 8 de Mayo de 2014 • 2.139 Palabras (9 Páginas) • 442 Visitas
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
El déficit habitacional en Venezuela es un fenómeno que ha existido durante casi todos los años de vida republicana, fortalecido por la ausencia de políticas de estado planificadas y coherentes, derivadas de una mala visión de país; y la falta de compromiso de funcionarios que se deben a la población. La manera en que el Estado venezolano ha enfrentado históricamente el problema de la vivienda ha dejado importantes connotaciones estructurales. Hasta la fecha el tema ha sido tratado de manera desarticulada aislándose la vivienda del tema del hábitat y la visión territorial del país. El enfoque ha sido sustancialmente financiero y no éste como un instrumento de un problema social.
(www.El universal).
Lo planteado conspira contra el sistema establecido, ya que se choca con la seguridad social, que es de gran importancia en un país ya que su objetivo principal es proteger a los habitantes de la República, de las contingencias de enfermedades y accidentes, sea o no de trabajo, cesantía, desempleo, maternidad, discapacidad temporal o parcial, invalidez, vejez, muerte, sobrevivencia y cualquier otro riesgo. En su lucha por la vida, La primera vivienda o mejor dicho el primer refugio del hombre, debió ser un árbol bajo el cual se cobijara, o bien entre sus ramas, ante el temor de ser atacado por alguna fiera, luego comenzó a refugiarse al abrigo de las peñas o en cuevas más o menos profundas ; entonces se puede notar la importancia de la vivienda en el hombre, la cual se basa en la necesidad de cobijarse y protegerse del frío, del calor, de la lluvia, del viento, y aún más de los terremotos o de las inundaciones; pero fundamentalmente para crear y consolidar la familia que es el núcleo básico que justifica tener una vivienda.
La vivienda es un derecho consagrado por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, documento que en su artículo 25 expresa: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios;(…)”. En el caso venezolano, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela garantiza el derecho a la vivienda en su artículo 82: “Toda persona tiene derecho a una vivienda adecuada, segura, cómoda, higiénica, con servicios básicos esenciales que incluyan un hábitat que humanice las relaciones familiares, vecinales y comunitarias”. (…). Pero que la vivienda sea un derecho no quiere decir que todos tengamos o podamos tener acceso a tan básico bien. Las viviendas, lamentablemente, no caen del cielo. Alguien debe construirlas, alguien debe financiarlas y, al final, alguien debe pagar por ellas. Los derechos, no por estar en una Constitución, son realizables. Sólo una estrategia de políticas adecuadas que realmente estimule la construcción y financiamiento de viviendas apuntará a resolver la crisis y a hacer efectivo un derecho constitucional.
Solucionar el problema de la vivienda es un componente esencial de una estrategia de desarrollo. Habitar en una vivienda inadecuada por sus condiciones físicas, por la ausencia de servicios básicos o por su ubicación alejada de centros educativos o de salud puede convertirse en una trampa para la pobreza, una situación que asegura y refuerza la continuidad de la pobreza y que impide salir de ella. Pero las consecuencias no se limitan a la pobreza, que ya sería suficiente razón para atender el problema. La falta de vivienda adecuada es también un factor que impulsa la desigualdad entre los venezolanos que tienen acceso a una vivienda y los que no. La falta de vivienda adecuada es una de las causas que explica la desigualdad de oportunidades, un tipo de desigualdad que es inaceptable y que la sociedad debe atender.
La vivienda formal y adecuada tiene un efecto político deseable: la facilitación de condiciones para ejercer la ciudadanía. Algunos autores como, Graciela Desde Delfino relacionan el acceso a una vivienda adecuada con el concepto de inclusión social. Una persona que habita en una vivienda adecuada, es una persona que establece una relación formal con los poderes públicos y se coloca en una situación en la que hace posible transformar sus deseos y preferencias en demandas políticas concretas y realizables. La vivienda adecuada estimula en sus habitantes una visión de largo plazo al atar la posibilidad de incrementar su calidad de vida a la solución de los problemas de la comunidad. Siendo una propiedad individual, la vivienda genera incentivos que permiten resolver problemas comunes, lo que colabora en la solución de los llamados problemas de acción colectiva. Un país que se desarrolla es un país donde cada vez menos personas ven mermadas sus oportunidades de vida por la falta de acceso a una vivienda adecuada.
(AVE. Asociación venezolana de Ejecutivos).
El gran estratega del desarrollo alemán Albert Hirschman advertía que uno de los errores más importantes que cometían los países en su camino al desarrollo era intentar resolver un problema sin comprenderlo. Y por obvio que parezca, tendremos mucha más posibilidades de resolver la crisis de la vivienda en Venezuela si se logra entender las dimensiones y la naturaleza del problema.
La discusión pública se ha centrado en la necesidad de construir nuevas viviendas y ciertamente esa es una de las dimensiones claves del problema, aunque no la única. Se estima que en Venezuela se necesitan construir anualmente 118 mil viviendas solamente para satisfacer la demanda consecuencia del crecimiento vegetativo de la población. Esto es equivalente a afirmar que solo por el crecimiento vegetativo de la población en Venezuela deben construirse 320 viviendas nuevas por día: 1 vivienda cada 5 minutos de forma ininterrumpida durante las 24 horas de todos los días del año. (Según datos suministrados por el INE).
Desafortunadamente, el cronómetro no se detiene. Debido a que la producción de viviendas en Venezuela ha sido inferior a las necesarias para satisfacer el crecimiento de la población, en el año 2011 el déficit acumulado de nuevas viviendas alcanzo 1.94 millones. De acuerdo con esta cifra, 7.56 millones de venezolano requieren de vivienda una familia promedio está compuesta por 3,9 miembros, de acuerdo con los resultados del Censo 2011 del INE. Mientras la producción sea inferior la demanda que genera el crecimiento de la población, el llamado déficit de viviendas nuevas no hará sino crecer.
El destino de estos venezolanos es diverso. Se estima que 2.15 millones viven en ranchos, que son definidos por el Instituto Nacional de Estadística como viviendas en cuya estructura predominan materiales
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