Veganismo: vivir con conciencia

Veganismo: Vivir con Conciencia

Podcast n°1: Primeros pasos.

• Introducción:

        Supongo que alguna vez habrás escuchado el término Veganismo. Pero realmente… ¿Sabés de qué se trata?

        Mi nombre es Mica Fritzler y durante los próximos minutos voy a estar hablándoles acerca del veganismo. Qué es, para qué existe y cómo llegar a él, serán algunas de las cosas que voy a hablar en este podcast.

        Desde chicos se nos enseña que algunos animales tienen derecho a vivir y que a otros se los puede comer. Nos enseñan lo entretenido que es verlos encerrados en jaulas, darles de comer, subirnos encima de ellos, ver espectáculos donde los explotan. Nos enseñan a cosificar, tratamos como “cosa” a un ser vivo. Compramos perros, gatos, loros, peces, hámsters como si fueran mercancía. Sólo para nuestro entretenimiento.

¿Y qué tiene que ver el veganismo en todo esto?

• Veganismo

        Bueno el veganismo es un estilo de vida basado en la ética y el respeto hacia todos los seres sensibles. Los veganos no consumimos productos ni subproductos animales, tanto para comer, como para vestirse o para higiene personal. El veganismo defiende los derechos de los animales y repudia la explotación de los animales para deportes, entretenimiento y testeos científicos. No comemos carne animal ni sus productos derivados (como la leche, el queso, los huevos o la miel), tampoco vestimos sus pieles, ni consumimos productos cosméticos que hayan sido probados en ellos. Tampoco asistimos a espectáculos que usen animales para entretenimiento (circos, zoológicos, acuarios) porque consideramos que todas las especies que habitan nuestro planeta tienen derecho a vivir en libertad. El veganismo básicamente es mirar al otro como a uno mismo. En ponerte en los ojos del otro. Es mirar por igual a los animales humanos y no humanos. Es evolución y es justicia.

• Diferencia vegano- vegetariano

        Muchas personas desinformadas creen que el vegetarianismo y el veganismo son lo mismo: “hippies que pierden el tiempo”. La realidad es que ni somos hippies, aunque estaría bueno, ni perdemos el tiempo (de hecho lo ganamos) ni se trata de lo mismo. Lo que tienen en común es que el vegano al igual que el vegetariano lleva una dieta libre de carnes de todo tipo, no consume carne de ningún animal terrestre ni marítimo. La diferencia es que el vegano rechaza todo alimento proveniente de animales. Como mencioné antes, esto incluye huevos, leche, miel o cualquier producto elaborado con ellos. Tampoco nos vestimos con prendas de origen animal, como la seda, las pieles, las plumas o la lana.

• ¿Y por qué alguien querría hacerse vegano?

En primer lugar por los animales.

        Nosotros los seres humanos somos individuos capaces de razonar, de responsabilizarnos de nuestra conducta y de darnos cuenta de que nuestros actos tienen consecuencias y afectan a otros individuos.

        Todos los seres sintientes pueden experimentar sensaciones y les importa su propia conservación y bienestar. Son seres conscientes al menos en un grado básico.

        Por esto, los veganos creemos que los animales deberían estar sujetos a derechos comparables con los derechos humanos.

        Los seres humanos no sólo causamos el sufrimiento y la muerte a otros animales que explotamos, sino que los vemos como máquinas de producción que existen para satisfacer nuestras necesidades. Los cosificamos y negamos su condición de individuos con voluntad e intereses propios. Esto pasa cuando les quitamos sus huevos o su leche o su miel aunque supuestamente se diera la posibilidad de que no causarles ningún daño. La idea de que detrás del consumo de huevos o de lácteos o de lana o de miel no hay sufrimiento y muerte es una creencia equivocada, que proviene de la acostumbrada publicidad engañosa que propaga la industria de explotación animal. Por ejemplo: desde chicos, el marketing nos hace creer que las vacas son felices siendo ordeñadas, que hay que tomar leche para “crecer sanos y fuertes”.

        En fin, lo cierto es que a lons animales esclavizados por su leche o sus huevos se les hace sufrir de muchas maneras: juntándolos en espacios limitados, asustándolos o golpeándolos para que obedezcan, y robándoles lo que producen sus cuerpos en contra de su voluntad. Además, cuando estos animales ya no resultan rentables para su explotador, cuando ya no producen huevos, lácteos, lana, seda, o miel, entonces se los mata.

Por otro lado está la salud:

        Mucha gente come sin ser consiente de las cosas que realmente está ingiriendo. “La carne nos hace fuertes” dicen muchas publicidades. Hoy te vengo a contar que el consumo continuado de carne, huevos y productos lácteos, puede acabar produciéndote enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes de tipo 2.

A nivel de salud física, la carne tiene varios problemas:

• Aumenta la flora putrefactiva del intestino, con la formación de tóxicos que hacen sufrir al hígado.
• Genera metabolitos ácidos, como el ácido sulfúrico, que deben ser neutralizados y eliminados por la orina.
• Diversos estudios concluyen que la carne procesada aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes (por cada 50g diarios, un aumento del 50% de riesgo).

En el caso de la diabetes, también se vería aumentado el riesgo con la carne roja.

Después de años de evidencia científica, en 2015 la OMS (Organizacion Mundial de la Salud) declaró como cancerígenas la carne roja, el embutido y la carne procesada.

• Los animales son alimentados a base de cerealeales y legumbres (que casi siempre son transgénicos), y permanecen guardados todos juntos uno al lado del otro sin apenas moverse gran parte de su vida.

• Contiene hormonas, antibióticos y otros medicamentos que les dan a los animales en las granjas para evitar infecciones o estimular el engorde.

        Esta forma de vida insana e infeliz para los animales ¿qué crees que te aporta cuando comes su carne?

        Además, el estrés que sufre un animal cuando siente que se le va a matar y en el momento de su matanza se queda impregnado en su carne.

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