Educación Física Y Desarrollo De La Competencia.docx
Enviado por niarfe59 • 7 de Mayo de 2012 • 893 Palabras (4 Páginas) • 658 Visitas
Desde hace más de una década hemos venido estudiando de forma detenida este proceso (Ruiz, 2005; Gómez, Ruiz y Mata, 2006) en diferentes trabajos y publicaciones hemos llamado la atención de que el porcentaje de escolares de la ESO que manifiestan problemas de coordinación es elevado, más elevado de lo que sería soportable por una materia que entre sus objetivos tiene el educarles físicamente y el conseguir que sean motrizmente más competentes. Para Castelli y Valley (2007) la competencia motriz hace referencia al dominio de habilidades motrices y patrones de movimiento que capacitan al escolar para participar en los programas de actividad física.
La evolución que la competencia motriz tiene a lo largo de los años escolares nos muestra que a la visión idílica del escolar que cambia y se hace cada vez más capaz, es cuando menos, errónea ya que la realidad indica que son muchos los escolares que no se muestran competentes al realizar habilidades fundamentales tales como correr, saltar, lanzar o atrapar de forma coordinada y eficiente, y mucho menos si hablamos de las habilidades complejas que constituyen los deportes. La preocupación surge cuando los profesores y profesoras detectan que existen escolares que no son capaces de moverse de manera coordinada y cuyos patrones fundamentales de movimiento no están suficientemente desarrollados (Smith y O’Keefe, 1999; Gómez, 2004), asunto que se agrava cuando se considera en función del sexos de los escolares, siendo las niñas las que en las edades de la ESO presentan más dificultades (Gómez, 2004; Gómez, Ruiz y Mata, 2006).
Ya parece estar pasando la glaciación intelectual que provocó en los últimos 30 años medir el rendimiento motor de los escolares era poco más que un sacrilegio. Los productos no importaban sino los procesos, sin embargo responder a la definición de esos procesos siempre llevaba consigo fijarse en lo que los escolares eran capaces de hacer, es decir, los productos, pero relativizándolos, y centrando la atención en las relaciones sociales, emocionales o afectivas de los escolares en educación física, pero nunca en la dimensión verdaderamente importante, la motriz (Seefeldt y Vogel, 1989; Ries, 2008).
El resultado es que no existen normas o estándares de referencia para saber si el nivel de competencia motriz actual de los escolares es el adecuado o susceptible de una notable mejora, y un rechazo de todo lo que significara test, medición o evaluación motriz, dejándolo al mundo del deporte, tan dado a la selección y a la competitividad...
Esto supone asumir que un escolar de la ESO debe ser capaz de dominar habilidades, los contenidos de su materia, y debe mostrarlos con competencia en múltiples situaciones en las que la coordinación, control, armonía, fluidez de movimientos o ritmo de actuación sean reclamados. Las instrucciones oficiales sobre la Educación Física en estas edades establecen unos
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