Elías Nandino Vallarta
Enviado por Aiid3 • 5 de Marzo de 2014 • 851 Palabras (4 Páginas) • 343 Visitas
Elías Nandino Vallarta fue médico cirujano de profesión y poeta de vocación, y durante toda su vida se las arregló para cumplir cabalmente con sus dos vocaciones.
A 112 años de su nacimiento, se le recuerda también por crear varias revistas e impulsar con ellas el surgimiento de una nueva generación de escritores que se iniciaban.
Fue el fundador de Estaciones (1956-1960) una de las revistas literarias de México de autores todavía no reconocidos como Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco y Elena Poniatowska, con el objetivo de descentralizar la cultura.
Nandino “operaba con frialdad, escribía con pasión”, señala Jorge Esquinca en su ensayo ‘Elías Nandino: la frase del espacio’ del libro Memoria del paisaje (2002). “Fue un poeta que al cantarle a su pueblo, opta por la celebración y la añoranza como si las bondades de una vida y un tiempo idos bastaran para desvanecer toda zozobra”.
Este creador al ser a la vez un médico reconocido en la Ciudad de México le permitió obtener dinero para también dedicarse a la creación poética y literaria. Escribió 30 libros, muchos financiados por un poeta soñador en cuya obra se refleja los temas del tiempo, el amor y la muerte.
En el libro Elías Nandino de bolsillo, Marco Antonio Larios escribe que en principio la producción poética de Nandino estuvo limitada a plaquetas y libros pequeños de difusión menor, en los que algunos de sus poemarios solo llegaron a circular entre amigos como Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, Gilberto Owen y Jorge Cuesta, con quienes compartió la poesía y la vida.
A semejanza de su amigo Xavier Villaurrutia, autor de Nostalgia de la muerte, Nandino dedicó buena parte de sus noches a la elaboración de una poesía hondamente meditativa, señala Jorge Esquinca, donde la noche, el amor, la muerte, la ausencia de Dios y la conciencia del hombre en soledad, son los temas.
Nandino editó la colección de cuadernos México Nuevo, fue director de Cuadernos de Bellas Artes, la cual dirigió de 1960 a 1964 con el fin de apoyar a las nuevas voces de la narrativa, la poesía, la pintura, el teatro, el ensayo y la crítica literaria.
Para los jóvenes Elías Esquinca, Luis Alberto Navarro, Jorge Souza y Salvador Encarnación quienes participaron en sus talleres literarios en el estado de Jalisco, como el de Literatura del Departamento de Bellas Artes, fue un hombre muy afectuoso que se ganó un lugar en la literatura mexicana.
Fue un excelente conversador que nunca se guardó sus conocimientos para sí mismo sino que los compartía de manera espontánea y natural, quien con sus talleres literarios constituyó un núcleo que le permitió aglutinar a muchos jóvenes tapatíos. “Nandino Vallarta no decía cómo escribir, no era un maestro que limitaba o ponía cartabones, era un gran facilitador”, expresó Jorge Souza en el documental Entre líneasproducido por el Canal 7 de Guadalajara
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