Mariana Y Su Olor
Enviado por aguadilla40 • 30 de Abril de 2014 • 498 Palabras (2 Páginas) • 882 Visitas
Marina se dio cuenta de que la única manera de romper la fascinación con aquel hombre era volverlo a ver si era tan perfecto como pensaba. Caminó a la plaza central del barrio y, poco a poco, usaba su poder para saturar el aire con los olores más atractivos: de las flores de El Yunque, de la sal del mar, del pan en el horno, y del olor del aire después de una tormenta. Como fue en la mañana, Eladio corrió hacia el olor hasta que encontró a Marina. Cuando Marina lo vio, lo abrazó y lo besó. Entre besos le preguntó a Eladio si le gustaría regresar a la pueblo de su patria para reabrir una restaurante familiar.
Con entusiasmo Eladio le dijo a Marina -¡Sí, quiero hacer lo que te haga más feliz!
Mano en mano, los dos regresaron al apartamentito en que Eladio residió con tres amigos. Mientras Eladio estaba explicando la situación con sus amigos, Marina preparó dos maletas para Eladio con ropa y las cosas básicas que fueron necesarias. Para calmar los nervios de los amigos, Marina excretaba olores suaves, como el olor de una rosa y de ropa de la secadora. Y así, en menos de veinte minutos, Marina y Eladio estaban llamando un taxi para salir de la ciudad y regresar al pueblo de Marina.
Marina no había visitado el pueblo donde se creaba desde que su papa se lo dio a Doña Georgina. Pero su mama había escribida cartas a Marina cada semana, así Marina sabía que, después de su partida el come-y-vete fue cerrado. Pero, Marina le segura que podría revitalizar el restaurante hasta que estaba algo mejor de lo que fue originalmente, especialmente con su poder.
Mientras el taxista conducía, Marina le dijo a Eladio todo sobre su vida: sobre el malvado que había embelesado su papá cuando bebió alcohol, y cómo lo abandonó a los Velázquez a la edad de trece cuando no podía ver su piel sin pensamientos sexuales. Habló decómo su mamá fue la persona con más influencia en su vida y cómo le inspiró a ser una cocinera. Y, después de la historita de su vida, Marina divulgó su poder a Eladio.
Cuando Eladio se dio cuenta de la decepción de Marina, no gritó ni paró el taxista como Marina creía que iba a pasar. En lugar de esto, solo sonrió y besó la frente de Marina. –Ay, ahora sé porque su olor es lo más elusivo y encantador de todos de los olores. – Dijo.
Marina sonrió y el coche entero empezaba a oler como las pastillas de menta y helado.
Muchos meses pasaron antes de la reinauguración de “El Pinchimoja.” Pero, cuando las puertas del restaurante abrieron por la primera vez, la afluencia era continua hasta muy tarde en la noche. Con la actitud de trato fácil de Eladio y el poder de Marina, nada podía devastar el restaurante con la excepción de, posiblemente, una bandada de merlos robando los narices de sus patrocinadores.
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