Reportaje A Rubén Bag

Reportaje a Rubén Bag

Rubén Bag es sociólogo, Doctor en Ciencias de la Educación (Universidad de París), psicoterapeuta y animador de grupos, profesor de la Universidad Pedagógica Nacional de México, fundador del enfoque socio-terapéutico llamado“Contacto para la Creatividad”, para la formación y el desarrollo humanos.

Reportaje realizado por Axel Makaroff

Axel: Hola Rubén. Gracias por recibirnos. Contanos un poco de vos, a qué te dedicás, y cuál ha sido tu formación profesional.

Rubén: Yo me siento contento de haber inventado un enfoque al que llamé “contacto para la creatividad”, a partir de 1989 y que se aplica a la educación y al desarrollo humano.

Axel: ¿De qué se trata?

Rubén: Contacto para la creatividad nos ayuda a superar los bloqueos, afirmarnos en nuestros deseos y realizarlos. Trabajamos con todas las técnicas que te puedas imaginar, incluyendo todas las de las psicoterapias actuales más todo lo vinculado a lo artístico.

Es el fruto de muchas experiencias, de grupos que hice, de formación, de las influencias que recibí, como las de Claudio Naranjo y quizás principalmente Michel Lobrot. Esas fueron las influencias básicas. También los cursos de pedagogía institucional autogestionaria que dí en México, donde yo hacía muchas experiencias con estudiantes, donde se aprendían los procesos de autogestión. Hice muchas experiencias grupales en la Universidad Pedagógica Nacional de México, donde trabajo. Mi formación original es en sociología, hice la licenciatura, y también hice varios estudios de posgrado. Pero siempre cuando estudiaba sociología me interesaba psicología social. Cuando era estudiante fui ayudante de esa materia en la Universidad de Buenos Aires. Después al llegar a México...

Axel: ¿Vos sos argentino?

Rubén: Sí, pero estoy viviendo allá desde el año ´76, a raíz de que no me pude comprender bien con el general Videla...

Axel: Discrepancias.

Rubén: Discrepancias, era él o yo (risas). A partir del ´82 empiezo a viajar a Francia, donde establezco contacto con Michel Lobrot, y eso hace que durante los años que siguieron estuviera muy vinculado con Francia, con miembros del movimiento institucional francés.

Axel: ¿Quién es Michel Lobrot?

Rubén: Una idea del movimiento institucionalista francés planteaba que como era difícil hacer la revolución en la sociedad, decidieron revolucionar las instituciones, que son entidades más acotadas, más fáciles de trabajar. Yo me vinculé con esta gente, básicamente con Michel Lobrot, quien realizó muchas contribuciones en las ciencias sociales desde una perspectiva humanista; es un pedagogo y autor que ha hecho diversos aportes interesantes en torno a muchos temas entre ellos los del deseo, del placer, y yo hice una formación con él de animador y psicoterapeuta de grupo.

Axel: ¿Cómo es el trabajo de un animador de grupos?

Rubén: Es alguien que da vida y movimiento a un grupo. Trata de que surja una fuerza en el grupo que pueda ayudar a realizar transformaciones. No hay psicoanálisis, donde muchas veces se analiza, diseca y paraliza al sujeto.

Axel: Como una mecha, como un incitador.

Rubén: Sí. Todas estas experiencias, más el hecho de que en 1985 contribuí con dos colegas en México a crear una experiencia llamada grupo autogestivo de comunicación verbal y corporal. Se proponían todas las actividades y terapias que te puedas imaginar: bioenergética, gestalt, expresión con música y movimiento, mímica, poesía, dibujo, pintura, escritura, teatro espontáneo y otras. También hubo a veces yoga, sombras chinescas, contactos diversos, de todo. La coordinación y animación del grupo era rotativa, no hubo problemas de poder y nadie pagaba a nadie.

Otras influencias y aprendizajes que tuve fueron el Grupo Operativo, acá en Buenos Aires, de la escuela de Pichon Rivière; en gestalt, me formé con Claudio Naranjo; también tuve formación en bioenergética, en el enfoque rogeriano, en análisis institucional y sociopsicoanálisis. Tuve muchos estímulos.

Aprendí a trabajar con toda clase de técnicas, de manera grupal. Todas las de la psicoterapia moderna las puedo utilizar a un nivel básico, que es el necesario para llevar a la acción.

Todas estas técnicas aportaron a la creación de Contacto para la Creatividad, con lo que hice mi tesis de doctorado. Contacto para la creatividad tiene efectos terapéuticos pero prefiero hablar de desarrollo humano. Es educación alternativa, así como el Hoffman educa sobre la psicohigiene de la persona y de su pasado, esto es educación alternativa ya que se puede utilizar para educar a alumnos y a docentes.

Axel: ¿Cómo es en la práctica la enseñanza de Contacto para la Creatividad?

Rubén: En este momento doy talleres junto a mi colega, Catherine Modave, quien es arquitecta y urbanista. Creamos un espacio abierto donde la gente pinta, baila, es un espacio de vida. Estamos creando una terapia del espacio. Hemos dado talleres en Francia y en varios países.

Axel. Parece muy innovador.

Rubén: Lo es.

Axel: Contame cómo fue tu experiencia con el Proceso Hoffman, cómo enriqueció tu trabajo, cuándo lo hiciste, por qué lo hiciste...

Rubén: Es el momento de leerte las notas que escribí antes de venir a la entrevista:

“Me siento un militante del Proceso Hoffman, porque hace ya muchos años realicé la versión abreviada del Proceso, con Claudio Naranjo. En ese momento el Proceso se llamaba Fisher-Hoffman. Fue una experiencia de 4 días que se hizo cerca de Guadalajara, en un lugar alejado en la naturaleza. Fue impactante y contribuyó mucho a mi proceso de transformación”.

“Tuve una gran oportunidad de expresarme con fuerza acerca de algunos comportamientos que me habían desagradado de mis padres. Fue una gran liberación. Y luego vivir los gloriosos momentos que siguieron a la comprensión de por qué los padres habían actuado de esa manera.

Así que quedé picado para hacer el Proceso tal como se hace, entero.

Axel: ¿Y cuándo lo hiciste?

Rubén: En el ´98. y en el 2000 hice el Mini Proceso. Por lo tanto me siento un militante. Te cuento algunas experiencias personales relacionadas con el Proceso, dos ejemplos donde pude constatar el cambio. Uno fue la relación con mi hermana. Pude utilizar la gran claridad que tenía para poder cambiar. Vi algo que debía cambiar y actué.

Y la otra experiencia fue con mi hijo, sentí un gran cambio con mi hijo, se llama Alexis, él tiene ahora 28 años y vive en México.

Con respecto a él, sentí un cambio en la calidad de comunicación. Después del Proceso Hoffman, una vez estuve horas charlando sobre un tema que a él le apasionaba, el

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