Ansioliticos
Enviado por • 3 de Enero de 2013 • 2.452 Palabras (10 Páginas) • 1.553 Visitas
TRABAJO Nº 2 DE FARMACOLOGÍA
“ANSIOLÍTICOS”
II.- DEFINICION
Ansiolíticos: Un ansiolítico o tranquilizante menor, es un fármaco con acción depresora del sistema nervioso central, destinado a disminuir o eliminar los síntomas de la ansiedad. Se incluye en el grupo de Psicofármacos y actúa disminuyendo la ansiedad.
III.- CLASIFICACIÓN Y SUB-CLASIFICACION
1.- Benzodiazepinas: Tranquilo Relajantes:
-1.1 De Acción Prolongada (+ de 24 horas):
1.1.1. Clonazepam. (Klonopin, Rivotril)
1.1.2 Clobazepan. (Karidium, Urbadan)
1.1.3 Clorazepato (Tranxilium, Moderane, Tencilan, etc)
1.1.4 Diazepan (Valium, Arzepam, Diaceplex, etc.
1.1.5 Ketozalam.
-1.2 De Acción Intermedia (entre 12 y 24 Horas):
1.2.1 Alprazolam (Xanax, Alplax, Prinox)
1.2.3 Bromazepam (Lexotanil, Atemperator, Sedatus, etc)
1.2.4 Lorazepan ((Ativan, Trapax, Emotival, etc)
1.2.5 Lormetazepam.
-1.3 De Acción Corta (menos de 12 Horas):
1.3.1 Loprazolam
1.3.2 Oxazepam (Serax)
1.3.3 Temazepam.
2.- No Benzodiazepinas : Tranquilo Sedantes
-2.1 Azapironas:
2.1.1 Buspirona (Buspar, Bespar, Ansial, etc)
2.1.2 Gepirona.
2.1.3 Isapirona.
2.1.4 Tandospirona.
-2.2 Antidepresivos con Efecto Ansiolítico:
2.2.1 Venlafaxina (Vandral Retard, Elafx XR)
2.2.3 Escitalopram (Cipralex, Esertia, Lexapro, etc)
2.2.4 Paroxetina (Paxil, Aropax, Motivan, etc)
2.2.5 Duloxetina (Cymbalta, Duxetin)
-2.3 Otros:
2.3.1 Pregabalina (Lyrica, Plénica).
3.- Barbitúricos. :Hipnóticos Sedantes:
3.1. Fenobarbital.
3.2 Tiopental.
IV.- INDICACIONES DE USO.
Los ansiolíticos están indicados para el tratamiento de cuadros en los que aparezcan ataques de pánico, insomnio, convulsiones, estrés, angustia o nerviosismo. Los trastornos de ansiedad más habituales, como el trastorno de ansiedad generalizada, la fobia social, el trastorno bipolar, la epilepsia o los trastornos de pánico, suelen ser tratados con ansiolíticos, sobre todo a corto plazo.
Antes de administrar un ansiolítico conviene analizar el historial de paciente, sobre todo en los casos donde hay enfermedades hepáticas, abuso de alcohol, glaucoma, hiperactividad, enfermedades renales, cerebrales o de pulmón, miastenia, porfiria, embarazo o apnea del sueño.
El uso de ansiolíticos e hipnóticos es problemático. Las diferentes benzodiacepinas parecen ser igualmente eficaces para aliviar los síntomas de ansiedad; la selección depende de las características farmacocinéticas y farmacodinámicas del fármaco. Las causas tratables de insomnio deberían ser estudiadas y corregidas antes de utilizar los hipnóticos. En general podemos decir que las benzodiazepinas de acción corta o intermedia como el alprazolam, lorazepam, oxazepam, temazepam, son preferibles para inducir sedación o sueño. Se deberían evitar las benzodiazepinas de acción larga ya que el riesgo de acumulación y toxicidad está incrementado, facilitando, pues, la aparición de somnolencia, empeoramiento de la memoria y del equilibrio con riesgo de caídas y fracturas.
El tratamiento de la ansiedad y del insomnio debe ser limitado en el tiempo si es posible, ya que se puede producir tolerancia y dependencia; además, la retirada del fármaco puede hacer que vuelva a aparecer el insomnio y la ansiedad. La buspirona es igualmente eficaz que las benzodiazepinas en el tratamiento de la ansiedad general; los pacientes mayores toleran dosis hasta de 30 mg/d. Como el comienzo de las acciones ansiolíticas es lento (hasta 2 o 3 sem) puede suponer una desventaja en el tratamiento de casos urgentes.
V.- EFECTOS SECUNDARIOS.
Los ansiolíticos suelen indicarse para tratar los síntomas de la ansiedad a corto plazo, sin embargo pese a que consiguen aliviar los síntomas en la mayoría de los individuos, es recomendable que sean usadas solo por periodos cortos (de 2 a 4 semanas) debido a su falta de efectividad a largo plazo y al riesgo existente de que generen dependencia y la necesidad de consumir una dosis cada vez mayor.
A lo largo del tratamiento pueden surgir algunos síntomas indeseables, entre los que destacan las taquicardias, convulsiones, fiebre, sensación de ahogo, hipotensión, debilidad muscular o sequedad de las mucosas, entre otros. Los síntomas asociados a los ansiolíticos varían en función del trastorno que se trate.
Otro de los efectos secundarios de las benzodiacepinas reside en su potencial adictivo, tanto en lo que respecta al plano físico como al psicológico, razón por la que su administración se lleva a cabo durante periodos cortos. Por ello, la adquisición de ansiolíticos debe hacerse con receta médica, evitando siempre la automedicación y contando con la supervisión de un profesional de la salud.
Es posible destacar como principales efectos secundarios:
- Dependencia: Las benzodiacepinas son drogas que potencialmente provocan adicción, la dependencia psicológica y física se puede producir en un lapso de tiempo que va desde unas semanas hasta meses de uso habitual o repetido.
- Deterioro de la memoria: Se sabe que las benzodiacepinas causan amnesia, un efecto que se utiliza cuando estas drogas se administran como premedicación antes de operaciones de cirugía mayor o en intervenciones de cirugía menor. La pérdida de la memoria en el caso de acontecimientos desagradables es un efecto positivo en esas circunstancias. Con este propósito, se pueden administrar por vía intravenosa dosis bastante elevadas de un tipo de benzodiacepina de breve acción. Si se administran las dosis orales indicadas para el tratamiento del insomnio o de la ansiedad pueden provocar pérdida de la memoria. La adquisición de nueva información es deficiente, en parte debido a la falta de concentración y de atención que el fármaco produce. Además, estas drogas provocan un déficit específico en la memoria "episódica", (blackouts) es decir el recuerdo de eventos recientes, las circunstancias en que sucedieron, así como su secuencia cronológica. Por otro lado, no se producen daños en otras funciones de la memoria (memoria para recordar palabras, capacidad de recordar números telefónicos por unos segundos y para recordar cosas que
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