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Antimicrobianos


Enviado por   •  4 de Octubre de 2013  •  1.790 Palabras (8 Páginas)  •  469 Visitas

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Quimioterapia antimicrobiana. Los antibióticos son sustancias químicas producidas por diferentes especies de microorganismos (bacterias, hongos, actinomicetos) o sintetizados por métodos de laboratorio, suprimen el crecimiento de otros microorganismos y pueden eventualmente destruirlos. Estos compuestos difieren marcadamente en sus propiedades físicas, químicas y farmacológicas, así como en su mecanismo de acción y espectro antimicrobiano

Introducción

El uso de los agentes antimicrobianos en la terapéutica de las enfermedades infecciosas, ha constituido un acontecimiento sin precedentes, porque la curación y control de las infecciones permitió modificar favorablemente el panorama de la morbilidad y mortalidad del adulto, en el que estas afecciones ocupan el primer lugar entre las causas de muerte.

El desarrollo de la antibioticoterapia en la actualidad, permite un eficaz tratamiento de infecciones bacterianas agudas y algunas enfermedades crónicas, como la tuberculosis, pues los nuevos antibióticos resultan alentadores para el control de enfermedades virales e infecciones parasitarias y micóticas.

El desarrollo alcanzado por la microbiología en nuestros días, ha permitido identificar otros tipos de microorganismos e infecciones, por lo que se hace necesario el uso de nuevos fármacos para su tratamiento.

El empleo de agentes farmacológicos en el tratamiento de infecciones comienza cuando los chinos hace más de 2 500 años, utilizaron la cáscara enmohecida de la soja en el tratamiento de carbuncos, forúnculos e infecciones similares

La primera decisión que debe tomar el médico es la que determina si la administración del antimicrobiano está indicada o no, de serlo, debe hacer una selección adecuada. Su administración puede estar justificada en presencia, o incluso en ausencia de signos clínicos y microbiológicos de infección.

La iniciación de un tratamiento antimicrobiano puede ser profiláctica cuando el objetivo es prevenir la infección. Se considera terapéutica empírica, si en el momento de comenzar el tratamiento se ignora el agente o microorganismo patógeno, ya sea porque no es posible hacer el estudio o no se tienen los resultados y el inicio del tratamiento no puede demorarse. Cuando al elegir el antimicrobiano se aisló e identificó el agente causal y se conoce su sensibilidad, el tratamiento es específico.

Familia o grupo farmacológico

Los antimicrobianos se pueden agrupar por su estructura química. No es objetivo de este capítulo enumerar todos los medicamentos incluidos en esta clasificación. Las diferencias en la respuesta clínica dependen más de una utilización adecuada o no, que de la selección de uno u otro fármaco dentro del mismo grupo o familia. Como ocurre con otros fármacos "es mejor aprender a utilizar pocos bien, que emplearlos todos mal".

También se clasifican en bacteriostáticos si disminuyen el crecimiento de los microorganismos (macrólidos, tetraciclinas, sulfamidas, fenicoles, lincosamidas) y en bactericidas si los destruyen o los eliminan totalmente (betalactámicos, aminoglucósidos, glicopéptidos, quinolonas, cotrimoxazol, fosfomicina, nitrofuranos, rifamicinas).

En la práctica esta división es relativa, ya que los bacteriostáticos pueden ser bactericidas a elevadas concentraciones, sin embargo, en los pacientes graves o inmunodeprimidos se deben indicar siempre los bactericidas. Los antimicrobianos se han clasificado, además, por sus mecanismos de acción, es decir, por los sitios potenciales de unión y ataque a las células de los microorganismos.

Dosificación

Los errores más frecuentes en el tratamiento con antimicrobianos están relacionados con las dosis, los intervalos entre ellas, además de realizar cambios antes que transcurran 48 h de haber comenzado la administración, sin tener justificación para hacerlo. Como ocurre con la mayoría de los fármacos, la dosificación no puede definirse en téminos fijos, por eso se utilizan rangos de dosis. Es igualmente perjudicial el exceso o el defecto en la dosificación; si se superan las dosis máximas se producen efectos indeseables o tóxicos y por debajo de las mínimas el tratamiento es ineficaz. Por otra parte, cuando está comprometida la excreción del fármaco hay que hacer ajustes de dosis para evitar efectos tóxicos, como ocurre en las edades extremas de la vida o en los pacientes con insuficiencia renal.

Violación de dosis o intervalo

1. Si duplicamos la dosis o aumentamos la frecuencia de administración podemos acercarnos a niveles tóxicos que resultan peligrosos, si el medicamento tiene un estrecho margen de seguridad. Si administramos la mitad de la dosis o duplicamos los intervalos, el nivel sérico medio se aleja de la concentración mínima efectiva, lo que puede provocar fracaso del tratamiento y favorecer la resistencia bacteriana.

2. Si administramos una dosis inicial mayor no hay retraso en alcanzar los niveles séricos medios deseados (dosis saturación) → (dosis sostén). Por ejemplo, en algunos casos se puede iniciar un tratamiento con dosis elevadas no tóxicas o en intervalos más frecuentes y a las 24 o 48 h modificarlo a su esquema habitual, esto acorta el tiempo necesario para lograr el comienzo del efecto terapéutico.

Duración del tratamiento

Además del factor concentración, es preciso considerar el factor tiempo o duración del contacto del antimicrobiano con el microorganismo. Muchas veces las infecciones mucosas superficiales se curan con una sola dosis de tratamiento, por ejemplo, en la gonorrea genitourinaria no complicada. Por lo general, bastan de 3 a 5 días para observar el inicio del efecto beneficioso de un tratamiento antimicrobiano, salvo en endocarditis, procesos tuberculosos que pueden demorar semanas infecciones en pacientes inmunodeprimidos, donde debe mantenerse hasta que los datos clínicos objetivos demuestren ausencia de infección.

Si al transcurrir el tiempo mínimo no hay una respuesta adecuada, debe considerarse un cambio de antimicrobiano, no obstante, previamente deben descartarse las causas posibles que entorpecen su acción. Debe tenerse en cuenta que el tratamiento excesivamente prolongado incrementa la posibilidad de efectos adversos, la aparición de resistencia bacteriana y los costos.

Farmacodinamia

El principio fundamental de la quimioterapia antimicrobiana es la toxicidad selectiva, lo cual es posible por las diferencias que existen entre las células de los agentes causales de la infección y las del huésped.

Los sitios diana o receptores donde los antimicrobianos ejercen su acción pueden ser estructuras celulares o reacciones

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