CRECIMIENTO, FLORACIÓN Y PRODUCCIÓN DEL MANGO SOMETIDO A DIFERENTES TRATAMIENTOS EN PLANTACIONES DE ALTA DENSIDAD
Enviado por saaahara • 14 de Mayo de 2013 • Trabajo • 4.940 Palabras (20 Páginas) • 658 Visitas
Agronomía Tropical 51(1): 29-47. 2001
CRECIMIENTO, FLORACIÓN Y PRODUCCIÓN DEL MANGO SOMETIDO A DIFERENTES TRATAMIENTOS EN PLANTACIONES DE ALTA DENSIDAD
Luis Avilán , Carlos Marín R. , Margot Rodríguez
*Investigador V, ** Ingeniero Agrónomo y *** Técnicos Asociados a la Investigación. Instituto de
investigaciones Agrícolas (INIA). Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias (CENIAP).
Instituto de Investigaciones Agronómicas (IIA). Zona Universitaria,
vía El Limón. Maracay 2101. Estado Aragua. Apto. 4653. Venezuela.
RECIBIDO: junio 02, 2000
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RESUMEN
En árboles de cinco años de edad de las variedades Haden, Tommy Atkins, Springfels y Edward, injertados en "Criollo", lo cual induce al bajo porte, se evaluó el efecto de la poda a 2 m de altura, el regulador de crecimiento Paclobutrazol (PBZ) 2,5 ml planta, aplicado al suelo, y el inductor de floración nitrato de potasio al 6%; sobre el desarrollo vegetativo, la floración y la producción de frutos. Los tratamientos fueron: testigo (T), testigo+PBZ (TPBZ), poda (P), poda+ PBZ (PPBZ), poda más corte lateral de ramas a un radio de 2 m del tronco (PL) y poda más entresaque de 1-2 ramas primarias (PE). Se empleó un diseño completamente alcatorizado donde cada parcela experimental estaba constituida por un árbol, con cuatro repeticiones. Las variables estudiadas fueron: incremento del volumen de copa (IVC) empleando la fórmula (4/3)x 2x(1/2)xh, porcentaje de floración y rendimiento (No y kg de frutos plantar). Los análisis estadísticos mostraron durante dos cielos de producción consecutivos, cuando las plantas tenían seis y siete años de edad, diferencias altamente significativas entre los cultivares, los tratamientos y la interacción cultivar por tratamiento. Se evidenció que a mayor intensidad de la poda mayor el IVC, con reducción de la floración (%) y la producción de frutos. Los rendimientos promedios de los dos cielos (1996-97 y 1997-98) en los diferentes tratamientos fueron T 19,29; TPBZ 22,70; P 11,89; PPBZ 13,52; PL 8,52 y PE 11,13 t ha-1 ,los cuales fueron superiores a las 7,5 t ha-1 que se obtiene en plantas con similar edad en huertos establecidos bajo el sistema tradicional (69 PI ha-1).
Palabras Clave: Mangifera indica L.; patrones; poda; regulador crecimiento; inductor de floración; rendimiento.
INTRODUCCIÓN
El mango constituye uno de los frutales más difundidos a escala nacional (VENEZUELA, 1995a); su participación en los mercados internacionales se ha venido acrecentando en los últimos años, alcanzando para 1995 entre 6 y 8 mil toneladas exportadas especialmente hacia países de la Unión Europea (VENEZUELA, 1995b). Sin embargo, el bajo nivel de producción promedio (10 a 12 mil kg ha-1), será un factor que a corto o mediano plazo limitará su competitividad en los mercados, citándose entre las causas que lo motivan el empleo de patrones y copas caracterizados por un de alto vigor vegetativo, que obligan el empleo de bajas densidades de árboles por hectárea (Avilán, 1988).
El rápido y excesivo crecimiento de los árboles en el trópico, además de dificultar los controles fitosanitarios y la cosecha, afecta negativamente la productividad (Avilán, 1988; Campbell, 1988). Los cultivares monoembriónicos de origen subtropical, como son la mayoría de las copas comerciales empleadas en el país, expresan gran vigor vegetativo bajo las condiciones de alta temperatura, concordante con la adaptación ecofisiológica de la especie (Whiley et al., 1991). Las altas temperaturas además de favorecer el crecimiento afectan negativamente el proceso de floración (Chaikiattiyos et al., 1994). La selección de cultivares con bajo vigor vegetativo en altas temperaturas, 25 °C a 30 °C de máximas diarias, constituye según Whiley et al. (1989) una importante estrategia en el mejoramiento de la productividad del mango en condiciones tropicales.
La arquitectura del árbol de mango es definida por Verheij (1986) como una especie poli-axial con un crecimiento usualmente rítmico. Entre las alternativas para modificar la arquitectura y controlar el tamaño de los árboles, destacan el empleo de patrones enanizantes, baja altura de injertación, el uso de la poda y la aplicación de los reguladores de crecimiento e inductores de floración (Kulkarni, 1991; Ram, 1992).
Los resultados sobre el uso de la poda son escasos y su empleo está orientado a conservar la sanidad del árbol, favorecer la entrada de luz al interior del árbol para mejorar la calidad del fruto, rejuvenecer árboles y estimular el crecimiento vegetativo, pero no para controlar el crecimiento del árbol. Con la aplicación de la técnica de la poda se logran incrementos significativos en el rendimiento y su implementación en las plantaciones con altas densidades es necesaria (Medina-Urrutia, 1994).
Mediante la remoción de las ramas localizadas alrededor y en el centro de la copa de la planta, como con el raleo de las ramas terminales y brotes de hojas jóvenes, Madhava y Abdul (1978), en la India, obtuvieron incrementos significativos en la producción, pasando de 954 frutos planta-1 a 3412 y 1615 frutos planta-1, respectivamente, antes y dos años después de efectuada la poda.
Ram y Sirohi (1991), comparando el sistema tradicional de 69 plantas ha-1 (12 m x 12 m) con el de alta densidad de 1 333 árboles ha-1 (3,0 m por 2,5 m), donde fue necesario realizar un entresaque de ramas, observaron que después de los 8 y 12 años de plantados el rendimiento por planta fue superior en el sistema tradicional, pero 1el total de la producción en el de alta densidad fue 14 veces mayor (6 t ha-1 vs. 82,8 t ha-1). Adicionalmente la calidad de la fruta no fue afectada. Muller (1991), al evaluar 13 cultivares empleando un marco de 6 m por 2,5 m (667 plantas ha-1) y la aplicación de la poda mecánica en seto, obtuvo significativos incrementos en los niveles de producción y en los retornos de capital en relación con el sistema tradicional.
La baja producción del mango en los trópicos es atribuida a la falta de inducción floral, mientras que en las áreas subtropicales ésta es usualmente segura, pero el cuajado del fruto es pobre (Whiley, 1993). Con el advenimiento de los reguladores de crecimiento se han ensayado productos capaces de inducir la floración para reducir la alternancia o ampliar el período y acortar el período juvenil. Mosqueda y Santos (1981) demostraron que el KNO3 al 2% fue efectivo en inducir la floración del 'Manila' en México. Tome y Bondad (1991), al evaluar la aplicación de aspersiones del KNO3 en árboles de 'Carabao' con brotes de 2 a 5 meses de edad, previamente tratados con regulador de crecimiento (Paciobutrazol, PBZ) aplicado en el suelo, causó
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