Cazadores De Microbios
Enviado por jcarce • 20 de Mayo de 2014 • 2.847 Palabras (12 Páginas) • 175 Visitas
Capitulo 1: Antonio Van Leeuwenhoek
El primer cazador de microbios
Antonio Van Leeuwenhoek nació en 1632 en Delft, Holanda y falleció en el año de 1723 a la edad de 91 años. Proveniente de una familia humilde, no fue contaminado con la charlatanería de su época, sino que se dejo guiar por sus propias reflexiones. El visito ópticas hasta que aprendió a fabricar sus propias lentes, logrando un diámetro inferior a los 3 mm con los que se dedico a observar cuanto caía en sus manos.
En vista de ello, la Real Sociedad encargo a Tober Hooke y Nehemiah Grew que construyeron los mejores microscopios de que fueran capaces, y que preparasen agua de pimienta con la mejor calidad de pimienta negra. El 15 de noviembre de 1977 llegó Hooke a la reunión con su microscopio y presa de gran excitación, porque Antonio Van Leewenhoek no había mentido. ¡Allí estaban los bichejos fabulosos, un mundo encantado! Los miembros se levantaron de sus asientos y se apiñonaron en torno al microscopio; miraron y exclamaron: ¡Ese hombre debe ser un observador mágico!... ¡Día grande para Leeuwenhoek! Más la contestación de Leeuwenhoek fue: Os serviré fielmente durante el resto de mi vida. Y cumplió su palabra, porque hasta la muerte, ocurrida a los 91 años, siguió enviándoles aquellas cartas, mezclas de charla familiar y de ciencia. ¡Pero enviar un microscopio! Lo sentía mucho, pero le era imposible mientras viviera.
Regnier de Graaf logro contactarlo con la Real Sociedad de Inglaterra, de la que formo parte tras la confirmación de Robert Hooke acerca de la existencia de los seres subvisibles que había descubierto. Encontró el primer medio de cultivo accidentalmente cuando intentaba descubrir el porqué del sabor picante de la pimienta, y confirmo la teoría de la circulación de la sangre del ingles Harvey.
Capitulo 2: Lazzaro Spallanzani
Los microbios nacen de microbios
Lazzaro Spallanzani nació en Scandiano, Italia en 1729 y asistió a la Universidad de Reggio, donde estudió ciencias. En esos tiempos se creía en la aparición espontánea de la vida, idea que para Spallanzani era absurda. El trabajo de Redi le proporcionó el impulso necesario para demostrar la debilidad del experimento que el clérigo Needham utilizaba para respaldar la generación espontanea: el corcho que había utilizado para cerrar las botellas permitía el paso de un poco de aire, que era el portador de los microorganismos que posteriormente se desarrollarían en el caldo hervido. La única manera de evitar esto consistía en fundir el cuello de la redoma y hervir el caldo por un periodo de sesenta minutos. Asimismo, comprobó el modo de reproducción de algunos microorganismos propuesto por De Saussure: la escisión
Spallanzani enseño a sus discípulos que la vida solo procede de la vida, que todos los seres vivos, aún esos mismos bichitos despreciables, tienen forzosamente progenitores, después de esto, abandono temporalmente sus arduas investigaciones acerca de los amores, las luchas y la muerte de los animalillos y se entrego a profundos estudios sobre la digestión de los alimentos en el estomago humano.
Capitulo 3: Luis Pasteur
¡Los microbios son un peligro!
En 1831, treinta y dos años después de la muerte de Spallanzani, la caza de microbios se hallaba estacionada se ideaban nuevos microscopios; pero nadie se había asomado a estos aparatos, nadie se preocupaba de demostrar al mundo que ciertos animalillos eran capaces de realizar una labor útil, como nunca la realizaría ninguna máquina de vapor; de que esos despreciables microbios pudieran matar misteriosa y silenciosamente millones de seres humanos: de que eran unos asesinos más temibles que la guillotina y los cañones.
Pasteur fue enviado por su padre a una Escuela Normal de París, donde se proponía hacer grandes cosas; perola nostalgia por su país natal lo obligó a abandonar los estudios, y regreso a Arbois, renunciando por el momento a sus ambiciones. De aquí a poco empezó a realizar investigaciones por cuenta propia, con frascos conteniendo líquido maloliente, y tubos de ensayo llenos de substancias de vistosos colores, el joven Pasteur se aprestaba a hacer su primer descubrimiento en el dominio de la química. Cuando lo hizo tenía veintisiete años; después de mucho examinar montones de diminutos cristales, descubrió que había cuatro clases de ácidos tartáricos y no solamente dos, y que en la Naturaleza hay variedad de compuestos extraños exactamente iguales, que unos son como las imágenes de otros.
Pasteur triunfaba muchas veces en sus discusiones merced y sus experimentos decisivos que convencían a todo el mundo, pero algunas veces sus victorias fueron debidas a debilidad o tontería por parte de sus adversarios, y aun otras fueron cuestión de suerte. Pasteur fue presentado al emperador Napoleón III. Contó a este soñador que su mayor ambición era descubrir los microbios, que estaba convencido eran los causantes delas enfermedades, los espectadores se estremecían, convencidos de la sinceridad de Pasteur. El polvo y los microbios arrastrados por él obsesionaban, a la hora de cenar, aun en las mesas más elegantes, acercaba los platos y las cucharas a la nariz para examinarlos cuidadosamente y los limpiaba con la servilleta; veía microbios en todas partes.
Capitulo 4: Robert Koch
El paladín contra la muerte
Roberto Koch estudió medicina en la Universidad de Gotinga, Alemania. Siempre tuvo un espíritu aventurero, que le proporcionó el impulso necesario para descubrir la causa del mortal carbuco, que era la responsable de la muerte de ganado y personas por igual. Experimentó con ratones y otras especies animales, comprobando que una determinada especie de microbios era la causa de una enfermedad definida, así como que algunos poseían la capacidad de convertirse en esporas tan resistentes que les permitían sobrevivir al frio, al calor y a la sequedad.
Entre los años de 1870 y 1880 hizo grandiosos progresos en bacteriología y en la naciente microbiología: aprendió a teñir todo tipo de microbios, logro adaptar una cámara fotográfica a su microscopio, desarrolló medios de cultivo sólidos que permitieron aislar las diferentes especies microbianas (entre ellos su famosa gelatina de suero sanguíneo), y construyó estufas de cultivo. En los pocos ratos libres que disponía, ponía gotas de sangre negra en cristales delgados perfectamente limpios. Un día al mirar atentamente, descubrió unos pequeños bastoncitos cortos que flotaban agitándose levemente entre los glóbulos sanguíneos. Mientras tanto en Francia, otros hombres de ciencia, Davaine y Rayer, habían observado estas mismas cosas en la sangre de ovejas muertas y habían declarado que eranbacilos, la verdadera causa del carbunco, pero no pudieron
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