Competencias Laborales
Enviado por robertoODST • 25 de Junio de 2015 • 1.696 Palabras (7 Páginas) • 211 Visitas
A propósito de los nuevos y constantes cambios que la globalización y la innovación tecnológica imponen a las sociedades de hoy; las exigencias de competitividad y productividad en los procesos conducen a repensar cómo las instituciones educativas logran enfrentar y adaptarse a las demandas del mercado laboral. El concepto de competencias en el mundo industrializado no es nuevo. Sin embargo, en México se empezó a aplicar a mediados de los 90’s. Impulsada por el Gobierno Federal, a través del “conocer” –Consejo de Normalización y Certificación de Competencia Laboral, organismo encargado de establecer un sistema de certificación de la capacidad o “competencia” laboral de los trabajadores, con el fin de impulsar su desarrollo con base en estándares de calidad del desempeño; este sistema de competencias, debería servir también para orientar la educación y la capacitación hacia las necesidades de los mercados productivo y laboral.
La categoría de competencia laboral fue acuñada, originalmente, por la Psicología, y luego, utilizada por la Administración de Recursos Humanos. Posteriormente, fue retomada por otras derivaciones, como la Administración Universitaria y los diversos modelos de certificación de competencia laboral.
Como antecedente se reconoce que el enfoque de competencia laboral surge como respuesta a la necesidad de mejorar por un lado, la calidad y la pertinencia misma de la educación y la formación de recursos humanos por otro. Al mismo tiempo, aparece para dar respuesta a la evolución de la tecnología y la producción, para elevar el nivel de competitividad en las empresas, y también elevar las condiciones de vida y de trabajo de la población (CONOCER, 1998).
Los antecedentes mencionados, no son exclusivos de un solo país, estos son, en término generales, un aspecto común en países como Gran Bretaña, Estados Unidos, Australia, Francia, entre otros. En el contexto latinoamericano, el enfoque de competencia laboral ha estado particularmente ligado al diseño de políticas de empleo que insisten en mejorar la transparencia en el mercado de trabajo y facilita un mejor acceso a una capacitación con características de pertinencia y efectividad. En este contexto, México no es la excepción, por lo que en la década de los noventa se iniciaron las actividades con la finalidad de crear el Sistema Normalizado de Competencia Laboral y el Sistema de Certificación Laboral, que sirven de sustento para la Educación Basada en Normas de Competencia Laboral (EBNC) (Argüelles, 1996). Por tal motivo surge en 1996 el Consejo de Normalización y Certificación de Competencias Laborales integrado por representantes del sector gubernamental, empresarial y de los trabajadores.
Se entiende por Competencias Laborales el conjunto de conocimientos, habilidades y capacidades requeridas para desempeñar exitosamente un puesto de trabajo; dicho de otra forma, expresan el saber, el hacer y el saber hacer de un puesto laboral.
Muchos son los enfoques y aproximaciones que se han formulado en torno al concepto “competencia laboral”. “En los últimos años se ha incrementado notablemente el estudio de las competencias que se ponen en juego para el exitoso desempeño laboral. La razón nace en las rápidas y profundas transformaciones experimentadas en las estructuras de las organizaciones.
El modelo de competencias profesionales integrales establece tres niveles, las competencias básicas, las genéricas y las específicas, cuyo rango va de lo general a lo particular. Las competencias básicas son las capacidades intelectuales indispensables para el aprendizaje de una profesión; en ellas se encuentran las competencias cognitivas, técnicas y metodológicas, muchas de las cuales son adquiridas en los niveles educativos previos (por ejemplo el uso adecuado de los lenguajes oral, escrito y matemático). Las competencias genéricas son la base común de la profesión o se refieren a las situaciones concretas de la práctica profesional que requieren de respuestas complejas. Por último, las competencias específicas son la base particular del ejercicio profesional y están vinculadas a condiciones específicas de ejecución.
Un profesional es competente no sólo porque manifieste conductas en el plano cognitivo (conocimientos y habilidades) que le permiten resolver adecuadamente los problemas profesionales sino también porque siente y reflexiona acerca de la necesidad y el compromiso de actuar en correspondencia con sus conocimientos, habilidades motivos y valores, manifiesta una motivación profesional sustentada en intereses y valores profesionales y dispone de recursos personológicos que le permiten funcionar con flexibilidad, reflexión personalizada, iniciativa, perseverancia, autonomía, perspectiva futura en su actuación profesional de manera tal que posibilitan un desempeño profesional eficiente y responsable.
Ser competente en una o más áreas de actividad es una cualidad de quienes trabajan con éxito. Se puede decir que una persona es competente cuando es capaz de desempeñar una función productiva de manera eficiente y alcanzar buenos resultados. Asimismo, esta persona puede mostrar, en cualquier momento, sus conocimientos y habilidades, los que le permite desempeñar eficazmente su trabajo. La manera de validar su competencia laboral, es solicitando su evaluación y certificación. El certificado garantiza que se tiene la capacidad y las habilidades indispensables para la actividad que se realiza.
Para ser evaluada una persona debe:
- Mostrar que sabe hacer su trabajo en el lugar donde lo realiza o en otro similar.
- Expresar sus conocimientos verbalmente.
- Demostrar que tuvo un aprendizaje previo para la actividad que realiza.
Sea cual sea la posición asumida, el concepto de competencia laboral amerita ser estudiado y analizado. Este enfoque surge en el mundo como respuesta a la necesidad de mejorar permanentemente la calidad y pertinencia de la educación y formación del recurso humano, frente a la evolución de la tecnología, la producción y, en general, de la sociedad. Esto plantea el reto de identificar y aplicar nuevos mecanismos que faciliten y fortalezcan la vinculación entre educación y trabajo, espacios inmediatos en los que el hombre aprende y se desarrolla; por ello, resulta urgente fomentar una cultura de educación para toda la vida, que sea flexible, de calidad y coherente con las necesidades del individuo, y en la que se reconozcan socialmente los aprendizajes adquiridos por distintos medios.
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