Con el adelanto tecnológico que se ha experimentado en los últimos años

Con el adelanto tecnológico que se ha experimentado en los últimos años, no solo hemos podido ver grandes avances en diversos procesos si no que también hemos visto una diversificada forma de cometer crímenes asociados a esta tecnología.  Para comprender mejor como deberíamos manejar la evidencia digital se debe comprender algunos términos como el de “computer forensic”  según se establece en ingles, este término define forense como el proceso de utilizar conocimiento científico para recolectar y analizar evidencia para presentarla en corte.

 La palabra forense significa “para presentar ante la corte” los forenses tratan primordialmente con la recolección y análisis de evidencia presente.  Como la ciencias forenses  computadorizada son una nueva disciplina de este abarcador campo está todavía cuenta con cierto grado de estandarización a través de los tribunales, como resultado no se le reconoce todavía como una disciplina científica formal aun así ha sido presentada, utilizada y valida en varios de los casos de fraude más grandes de la historia estadounidense como lo fue el caso de Enron propulsor de la ley de Sarbanes & Oxley (SOX) y recientemente el de  Madox. Esto ha permitido abrir las puertas a que cada día sea la evidencia digital una herramienta de prueba en los casos presentados ante los tribunales.

Para el área de computación se define forense “Como la disciplina que combina elementos legales y ciencias en computación para recolectar y analizar datos de un sistema computadorizado, redes,  inalámbricos y sistemas de almacenamiento masivo de manera que esta pueda servir como evidencia admisible en corte”.    La evidencia digital es frágil y volátil debido a que esta información puede ser borrada, alterada o eliminada  dejando rastros difíciles de seguir lo que limita la labor del investigador forense en información para identificar y encontrar elementos claves para esclarecer los hechos relevantes en una investigación.   En este sentido, la evidencia digital es pieza probatoria básica que requiere una revisión detallada sobre cómo se crea, cómo se recolecta, cómo se asegura y finalmente cómo se presenta en la corte, con el fin de aportar con claridad y precisión factores que orienten las decisiones sobre casos donde ésta evidencia sea parte fundamental del mismo.  Así mismo, la evidencia digital al ser un objeto relativamente fácil de manipular, generado por dispositivos electrónicos, de los cuales no todos saben manejar o entender su funcionamiento, la susceptibilidad a las fallas, entre otras características, nos advierte que estamos entrando en un campo de investigación delicado y formal donde el conocimiento técnico es tan fundamental como el conocimiento forense y de técnicas probatorias.  

En razón a lo anterior, es preciso indagar sobre estrategias que permitan establecer reglas mínimas que le permitan a la corte validar pruebas digitales o no. Si bien esta labor requiere un entendimiento técnico de los medios electrónicos, también establece un reto a los fiscales y jueces para involucrarse en los cambios que establece una sociedad digital, donde la delincuencia también ha evolucionado en sus técnicas y estrategias delictivas. Luego, al aportar elementos digitales en un caso es preciso que el tribunal cuente con una base formal y clara sobre la admisibilidad de la evidencia digital presentada. Es decir, que la justicia pueda contar con características básicas de ésta evidencia, estableciendo procedimientos básicos que le permitan verificar su autenticidad, confiabilidad, suficiencia (completa) y conformidad con las leyes establecidas.  Por tanto, este documento tratará de revisar una serie de características técnicas y conceptos legales que permitan establecer una relación viable entre ambos mundos para desarrollar elementos de admisibilidad de evidencia digital como un punto de inicio de la discusión de un tema que plantea tanto retos para la tecnología informática y sus medios de protección, como para la justicia en el entendimiento y seguimiento de los delitos informáticos.  La evidencia digital está sometida frecuentemente a errores, fallas y pérdidas, mientras mayor sea la incertidumbre alrededor de la evidencia digital  identificada, recolectada y aportada a un proceso, menor será la fortaleza de su admisibilidad y capacidad probatoria sobre los hechos presentados en la corte.

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